Ya inició la mejor temporada de hongos. Te decimos dónde conocer los sabores y secretos de estos pequeños ejemplares del reino Fungi
Por Chío Sánchez y Eduardo Alavez*
Agosto es temporada de lluvias… y de hongos. En la CDMX y el país, este mes es conocido entre biólogos y amantes de la naturaleza como Hongosto, una época en la que la humedad crea las condiciones perfectas para que broten cientos de especies de hongos comestibles, medicinales e incluso alucinógenos.
Para celebrar esta riqueza biológica y cultural, llegará a la explanada de la alcaldía Cuajimalpa (Av. Juárez s/n, Cuajimalpa) la Feria del Hongo 2025, un evento de tres días que reunirá a productores, cocineros, especialistas en micología y visitantes curiosos. Esta se realizará del 29 al 31 de agosto, en un horario de 09:00 a 22:00, y la entrada es gratuita.
Pero la temporada de Hongosto no sólo se disfruta en la capital sino también en los bosques del Estado de México, especialmente los municipios de Amanalco, Amecameca, Jiquipilco y Ocoyoacac. En dichos lugares hay senderos húmedos y aromas a tierra mojada, donde los hongos silvestres brotan como pequeños tesoros escondidos.
En esta época del año se llevan a cabo excursiones por esos senderos donde guías locales enseñan a los visitantes a reconocer las especies comestibles (aproximadamente 40 de las 140 identificadas en la región) y a recolectarlas sin dañar su entorno. La recolección es pausada, casi meditativa: se avanza despacio, se corta con navajas pequeñas y se guarda con cuidado.
Las herramientas son sencillas: canastas, cubetas, manos sabias. Pero lo más valioso es el conocimiento que se transmite de generación en generación, y que hoy se comparte con quienes buscan algo más que un paseo: una conexión.
El recorrido culmina en las cocinas comunitarias, donde el fuego transforma los hallazgos del bosque en platillos que honran la tradición: hongos guisados con epazote, en salsa verde, en tamales o sobre tortillas recién hechas.
Alimento con raíz prehispánica
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) indica: “En México, agosto es conocido como ‘el mes del hongo’ o simplemente Hongosto debido a la abundancia de lluvias y humedad que se presentan durante ese mes. Esta combinación de factores climáticos crea un ambiente propicio para el crecimiento de hongos, especialmente en las regiones más húmedas del país”.
Desde tiempos prehispánicos, los hongos han sido parte esencial de la cultura mexicana, no sólo como ingrediente culinario, sino también como elementos rituales, curativos y simbólicos.
Su presencia y versatilidad es tan importante que incluso hay localidades cuyo nombre hace referencia directa a ellos, como Nanacatepec, en Puebla, que significa “cerro de los hongos”, o Nanacamilpa, en Tlaxcala, que se traduce como “lugar donde crecen los hongos”. Y es que en estos sitios las especies del reino Fungi crecen en abundancia.
Más allá de agosto
La UNAM indica que, aunque no existe una temporada específica de hongos en México, ya que se producen durante todo el año, su presencia aumenta entre junio y noviembre debido a que la temporada de lluvias favorece su reproducción. “Los hongos requieren una humedad ambiental elevada para su crecimiento y proliferación, por lo que esa época es muy conveniente para ellos” explica Sierra Galván, profesor de la Facultad de Ciencias y experto en micología.
Los hongos son el segundo organismo más numeroso en el planeta, después de los insectos.
- Cerca de 200,000 especies de hongos se calcula que hay en México, pero sólo se tiene información de entre el 3.5% y el 5% de ellas
- 320 especies de hongos en nuestro país son de interés gastronómico
*Texto adaptado para Chilango Diario