El Museo Interactivo de Economía sabe que no sólo las formas de comprar y pagar cambiaron, también lo ha hecho la chaviza, para la cual se ha adaptado
La vida nunca ha sido estática, pero después de la pandemia muchos aspectos cambiaron hasta en lo económico: algunas empresas continuaron aplicando modelos home office, las ventas online se incrementaron, los sistemas cashless comenzaron a posicionarse en los micronegocios y la inteligencia artificial irrumpió en el ecosistema humano.
Junto a esas evoluciones, el Museo Interactivo de Economía (MIDE) encontró otra razón para renovarse: los millennials que lo descubrieron con ojos infantiles o juveniles ya son adultos.
“El museo abrió sus puertas en el 2006, y aunque hemos estado renovando salas (incluso en el 2012 abrimos toda una sala nueva sobre desarrollo sustentable) y nunca hemos dejado que el museo ni se vuelva viejito ni caiga, lo que realmente ha cambiado es nuestro público”, afirma Silvia Singer, directora del MIDE, en entrevista con Chilango Diario.
“Los públicos del año 2006, que eran millennials, tenían una manera de ver la vida y de ver las cosas, su realidad y su cotidianidad. Hoy, los millennials más grandes que vinieron son los papás de los alfa y centennials que nos visitan”.
Es así que el MIDE impulsó desde hace cuatro años su transformación de fondo, primero investigando lo que había cambiado entre generaciones para adaptarse, luego comenzando a rediseñar sus áreas con base en el nuevo contenido y finalmente cerrando en junio de este año para dar paso a la instalación. Su reinauguración ocurrió este noviembre.
Lo que vas a encontrar de nuevo
El MIDE luce diferente desde su imagotipo, que procuró adoptar una identidad más contemporánea. Sin embargo, es en su museografía donde destaca su transformación con luces más cálidas, colores vibrantes en las salas, contenidos actualizados y software renovado en sus interactivos, entre los que se incluyen nuevos juegos.
“Hay nuevas experiencias desde luego, pero lo que ha cambiado completamente es nuestro lenguaje. Toda la gráfica, la manera de jugar, está hecha de una forma contemporánea, como le interesa a los jóvenes de hoy en día. Hemos tomado en cuenta no solamente sus gustos estéticos, sino también la brevedad de las palabras”, explica Singer.
También se incorporaron nuevas actividades complementarias como un tranvía dedicado a “Las 20 plantas que cambiaron la economía”; el teatro de títeres La Vagabunda, que andará por el recinto; y la presencia de Can X, un perro robot que ayuda a reflexionar sobre el futuro del trabajo.
“Estas actividades se van a ir renovando con el tiempo, y el museo tiene un formato de comunicación muy importante, que es el diálogo”, asegura la directora, quien recuerda que poseen mediadores capacitados para establecer conversaciones sobre los temas de interés de los visitantes.
Añade que entre los temas importantes que han incluido está la economía conductual (behavioral economics), que describe “una manera diferente de entender cómo tomamos decisiones influenciados por la sociedad o el medio ambiente”, además de considerar las nuevas formas de acercarse a lo digital y el interés de las nuevas generaciones por actuar frente a problemas como la crisis climática.
Asimismo, se agregó narrativa que resalta el valor patrimonial del edificio que alberga al museo, que en el pasado fue el Antiguo Convento y Hospital de los Betlemitas y tiempo después pasaría a ser restaurado por el Banco de México.
Ser el “museo de la vida cotidiana”
En esta nueva etapa el MIDE se presenta como “el museo de la vida cotidiana”, lo que se debe no sólo a su contenido, sino también a la forma en que esperan que el público lo mire, se acerque, aprenda y lo disfrute.
“Tenemos esta nueva idea de que el MIDE se está presentando ‘más actual, más cercano, más tuyo’. Entonces queremos dejar muy claro que todo lo que van a encontrar en el museo son ejemplos y temas que se relacionan con la vida cotidiana; es por eso que lo hemos llamado así. No queremos que nadie lo perciba como una cosa académica o distante o lejana”, enfatiza Singer.
Cuando este proyecto arrancó era el primer museo interactivo de economía en existir, pero ahora “hay más de 40”, señala.
“Ya hasta nos reunimos en un grupo especializado. Nosotros, al igual que los museos de ciencias, tenemos una vocación por la educación y lo que hacemos es convertir en objeto museable temas que son abstractos, que la gente piensa que no son de su interés, pero que transforman nuestra vida y que saber de ellos nos permiten caminar rumbo hacia el bienestar, te percatas de cómo tomas tus decisiones y cómo éstas influyen en el futuro… Yo creo que ese es el museo de la vida cotidiana”, finaliza.
Un adelanto del ‘26
Para el próximo año, el MIDE se pondrá “pambolero” con la Copa Mundial de Futbol que se celebrará en México, Estados Unidos y Canadá, por lo cual tendrá una exposición temporal dedicada a la pasión por este deporte y cómo ésta tiene impacto en la economía. A su vez, en el primer trimestre habrá una exposición especial dedicada a los profesores. De paso, no olvides que el Museo Dolores Olmedo tiene preparada su reapertura para el 2026.
Dónde: Tacuba 17, Centro Histórico
Horario: mar a dom, 09:00 a 17:00
Costo: $160 entrada general; $80 estudiantes, maestros e INAPAM (2×1 en fines de semana, de 09:00 a 11:00, y entre semana, de 15:00 a 17:00)
Redes: @MuseoMIDE
- En 4 salas se divide el MIDE, el cual tiene como ejes temáticos la economía, las finanzas, el crecimiento, el bienestar y la sustentabilidad
- 20 años cumplirá el recinto el próximo año; en julio de 2006 se convirtió en el primer museo interactivo del mundo dedicado a la economía
