7 de febrero 2024
Por: Redacción

Por un divino 2024

El 78.6% de lxs mexicanxs se identificaron como católicos en 2020, a comparación de 2010 donde el porcentaje era de 85.4%, según el INEGI

Siempre buscamos conectar con algo: con dios o con las diosas, con la madre tierra o el universo; cultivar la introspección, admirar la perfección de la naturaleza, dialogar con el misterio: sabernos mortales y agradecer por el milagro de la vida

Por Eugenia Coppel*

Vivimos tiempos de nuevas y muy diversas espiritualidades, más ligadas con una salud integral que con la religión. Lo vemos con la popularización del yoga o la meditación, disciplinas en las que se busca el bienestar a nivel físico, mental, emocional y espiritual. Las filosofías orientales, como el hinduismo, el budismo o el taoísmo tienen ya muchísimos adeptos en occidente.

Pero también han ganado popularidad otros saberes ancestrales y terapéuticas alternativas, como la astrología, el tarot, la numerología, la psicología junguiana, el biomagnetismo, el neochamanismo, las plantas-medicina, los temazcales, y muchos otros.

En Chilango queremos que arranques un 2024 lleno de sabiduría y de luz, así que nos dimos a la tarea de analizar algunas de las tendencias más populares para conectar con unx mismx y con el todo.

Meditación

Si bien es cierto que esta práctica milenaria está asociada a algunas religiones, como el budismo, también es verdad que no es necesario un marco religioso para meditar.

Acá las creencias son irrelevantes. Lo único que se requiere es la disciplina para sentarse con la espalda recta (en un cojín a ras del piso o en una silla con los pies en tierra) y disponerse a observar lo que sucede en el espacio interior.

Al principio no resulta sencillo. En la era de las pantallas, nos encanta recibir estímulos todo el tiempo, así que la mente puede sentirse agobiada con la tarea de observarse a sí misma. Pero el proceso de adaptación es similar a un entrenamiento físico: los primeros días pueden ser un tormento pero a medida que nos fortalecemos y ganamos condición, se convierte en un hábito disfrutable.

Es importante tener claro que la meditación no consiste en poner la mente en blanco. En palabras de Antonio Karam, maestro budista y fundador de Casa Tibet México, meditamos para familiarizarnos con estados mentales positivos.

En el budismo se identifican dos tipos de meditación: una para lograr la estabilidad de la atención, o shamatha; y otra de análisis o investigación: vipassana, que significa “ver las cosas como realmente son”.

Psicodélicos o enteógenos

Cada vez es más común escuchar que las personas recurren a estas sustancias psicoactivas, ya sea para explorar su conciencia y sentir la unidad con el todo o para sanar algún trastorno mental o un trauma del pasado. Aunque no se puede negar que el mundo occidental está inmerso en un Renacimiento Psicodélico, hay que tener muy claro que estas sustancias todavía están prohibidas en la mayoría de los países.

Es el caso de México, donde sólo se permite el uso a los pueblos originarios que lo han tenido como parte de su tradición desde tiempos ancestrales. Pero también sabemos que todas las drogas circulan a pesar de la prohibición. De modo que si estás considerando probar los psicodélicos como una alternativa para tu vida, lo más importante es que te informes lo mejor posible.

La página de la fundación ICEERS (www.iceers.org) es una excelente opción para conocer a detalle las propiedades de distintas plantas, animales y hongos. Al modificar el estado de conciencia, los psicodélicos nos permiten vernos desde nuevas perspectivas, así como procesar emociones reprimidas y entender su origen para resignificarlas. Desde un punto de vista psicológico, la experiencia se puede describir como un viaje al inconsciente.

Tarot

El tarot puede ser una potente herramienta de introspección y autoconocimiento. “Se trata de establecer una colaboración, un diálogo intuitivo con las cartas en el que se involucra el cuerpo, la mente y el espíritu”, dice Clara Rizzo, quien estudia y hace lecturas de tarot desde hace 15 años.

Para entender de qué va esa conversación, es necesario hablar de arquetipos, definidos por Carl Jung como las fuerzas instintivas que operan de forma autónoma en la profundidad de la psique humana.

Son imágenes universales, aunque su forma específica puede variar entre culturas y personas. Los arcanos del tarot representan esas y otras imágenes arquetípicas que habitan en el inconsciente colectivo y que se manifiestan de forma habitual a través de los sueños.

Si en astrología la relación de cada individuo con los arquetipos está dada por su fecha de nacimiento, en el tarot esa relación se establece de acuerdo con las cartas que se eligen en un momento determinado. Desde este enfoque, el tarot no es predictivo. Más que adivinar el futuro, “la riqueza de la herramienta es conectar con el momento presente y ver lo que está pasando ahí”, comenta Clara.

WASHINGTON, DC – OCTOBER 2: A jumble of cards belonging to Skye Marinda, 29, a Tarot coach who does readings both in person and via zoom/twitch, in Washington, DC. (Photo by Bill O’Leary/The Washington Post via Getty Images)

Temazcal

El temazcal, ese baño de vapor ritual prehispánico, es una práctica integral con múltiples beneficios. Primero por el contacto con la naturaleza (pues por lo general se realizan en entornos extraurbanos), y en particular con los cuatro elementos: la tierra que lo sostiene, el fuego que calienta las piedras, el agua que produce el vapor y el aire, fresco en el exterior y muy caliente dentro, para limpiar y purificar el cuerpo.

Además, un temazcal es un acontecimiento colectivo, con círculo de cantos, rezos y los aromas y bondades de las plantas medicinales. La palabra temazcal viene de dos palabras en náhuatl: temaz, que es “vapor”, “conocimiento” y “baño”, y calli, que significa “casa”.

La antropóloga Renée de la Torre explica que ha sido una práctica terapéutica de la medicina popular para varios pueblos de lo que fue Mesoamérica: desde los lakotas, en el norte (ellos le llaman inipi), hasta los otomíes, mayas y mixtecos.

Sin embargo, también señala que se trata de una actividad que está cada vez menos presente entre las comunidades de pueblos originarios y es cada vez más valorada por una comunidad creciente de mestizos que la practican en ceremonias de espiritualidad alternativa.

*Texto adaptado para + Chilango

Salir de la versión móvil