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23 de octubre 2025
Por: Redacción

Frankenstein eterno

El monstruo más famoso de la literatura regresa a la pantalla grande de la mano del cineasta mexicano Guillermo del Toro

Por Liz Basaldúa*

Este día del estreno de Frankenstein de Guillermo del Toro, vale la pena hacer un repaso por la vida cultural de una criatura que nació en las letras y se multiplicó en el cine, el teatro y la televisión. Desde aquella noche de 1816 en Villa Diodati, Suiza, donde Mary Shelley imaginó al moderno Prometeo, hasta las adaptaciones que van de James Whale a Tim Burton, Frankenstein ha sido espejo de los miedos y deseos de cada época.

El origen de un monstruo literario

Mary Shelley tenía apenas 18 años cuando, en un verano frío en Suiza, aceptó el reto de Lord Byron: escribir una historia de terror. Inspirada por las tertulias científicas de su infancia y los experimentos de Luigi Galvani sobre electricidad y cadáveres, concibió la historia de Victor Frankenstein, un joven científico obsesionado con dar vida a la materia muerta. El resultado fue Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), obra que cuestiona los límites de la ciencia, la soledad y la responsabilidad de la creación.

La novela fue anónima en su primera edición, pero pronto colocó a Shelley como pionera de la ciencia ficción. En 1831 reescribió la obra, puliendo el estilo y profundizando en los dilemas éticos. Desde entonces, el mito trascendió la literatura para instalarse en el imaginario colectivo.

El Frankenstein de Guillermo del Toro

Ahora, en 2025, Guillermo del Toro ofrece su versión más íntima. Con un elenco encabezado por Jacob Elordi, Oscar Isaac, Mia Goth y Christoph Waltz, la película se aleja del terror clásico para convertirse en una historia de amor y compasión.

Del Toro ha estado obsesionado con Frankenstein desde los siete años y por fin su sueño se hace realidad. En esta versión retoma el espíritu de Shelley para recordarnos que el monstruo no está en la criatura, sino en la incapacidad del hombre para reconocer su propia fragilidad.

Frankenstein ha atravesado dos siglos de cultura porque, más allá de los disfraces y las parodias, habla de la soledad, del deseo de crear y del miedo a lo diferente. En su nueva versión, Del Toro rinde homenaje a Mary Shelley y devuelve a la criatura la fuerza simbólica con la que nació: la de un espejo oscuro en el que la humanidad sigue reconociéndose.

Frankenstein en el cine

Dirigida por J. Searle Dawley y producida por Edison Studios, fue un cortometraje de 16 minutos, pionero del horror en pantalla. Rodada en tres días, mostraba a la criatura como un reflejo de la locura del científico.

La versión de James Whale convirtió a Boris Karloff en un icono universal. Más que un monstruo, su versión de la criatura era un ser trágico en busca de humanidad. Esta película definió la estética del terror clásico de Hollywood.

De nuevo bajo la dirección de Whale, la secuela se convirtió en obra maestra. Elsa Lanchester encarnó a la inolvidable novia y la película reforzó la dimensión existencial del mito.

La productora Hammer renovó la leyenda con una dosis de color, sangre y morbo. Peter Cushing y Christopher Lee marcaron una nueva etapa del terror británico.

En México, el mito se mezcló con la lucha libre. El Santo y Blue Demon se unen con un par de detectives para detener al nieto del Dr. Frankenstein en sus experimentos de trasplante de cerebro diabólico.

Kenneth Branagh dirigió y protagonizó una adaptación ambiciosa con Robert De Niro como la criatura. Buscó ser fiel al espíritu de la novela, pero dividió a la crítica.

Tim Burton regresó a la historia con animación stop motion. Un homenaje gótico y entrañable que recuperó la esencia del cine fantástico para todo público.

Bernard Rose trasladó la historia a la ciudad contemporánea de Los Ángeles. Narrada desde la perspectiva de la criatura, abordó el mito a partir de la bioingeniería y el desencanto urbano.

La primera adaptación llegó en 1823 con la obra de teatro Presumption; or, the Fate of Frankenstein

*Texto adaptado para Chilango Diario

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