Cada año es lo mismo: siempre hay un intercambio del que no puedes escapar y, por más rezos que sueltes, no hay manera de que te toque un regalo decente. De perdida unos chocolatitos…
1Pink Cumbia
Sabemos que siempre quisiste un disco de Pink Floyd en versión lounge o uno de Queen en tropical. Ah, olvidábamos el “karaoke de los Beatles”. Detallazo.
2El marco del terror
¿Recuerdas el cuadro de los perros jugando póker? Ahora es tuyo. Lo peor es que lo pondrás en la sala para no romperle el corazón a tu tía que te lo regaló y porque #kitch.
3Las pedradas
Recibir un tratamiento para la halitosis o un bote de talco para los pies es un acto de mal gusto que convertirá al destinatario en víctima forever.
4Pesadilla después de Navidad
La tía que te dio el cuadro de los perros añadió un paquete de ropa interior (a.k.a. calzones de luchadora) cuyo diseño va del ombligo a las rodillas.
5¡Águilas!
La tragedia sucedió y recibiste una camiseta pirata del América. ¿Acaso alguien te odia en secreto? Ojalá pudieras viajar al pasado para evitarlo.
6Cómo mejorar la autoestima
Las 12 costumbres de los millonarios o ¿Por qué mi perro me odia? son algunos de los títulos que (¡oh, Ley de Murphy!) recibirás si lo tuyo son los libros.
7Tragedia sensorial
¿Alguna vez un perfume ha invadido tus fosas nasales, llegando a tu cerebro y permaneciendo ahí varias horas? Prepárate para un frasco lleno de eso.
8El vacío
Todos recibieron regalos y tú te quedaste desamparado viendo la escena. No calcetines, no perfumes; nada. Sé optimista y bautízalo como “vacío zen”.
También te puede interesar: Listas Inútiles | Navidad en la oficina
