Con una versión restaurada que sigue en cines y pronto llegará al streaming, el director de fotografía de Amores perros, Rodrigo Prieto, dice admirar lo que lograron en ese momento
Era el año 2000 cuando Amores perros se proyectó por primera vez. Primero lo hizo en el Festival de Cannes y luego llegaría a las salas de cine mexicanas para impactar con un retrato crudo de la vida desde tres distintas perspectivas entrelazadas por el destino.
Fue el debut cinematográfico de Alejandro González Iñárritu, así como el filme que hizo brillar el talento actoral de Gael García Bernal. Pero también puso una lente diferente en el trabajo de fotografía de Rodrigo Prieto (del cual era su noveno largometraje) por sus imágenes de alto contraste, colores apagados y fuerte granulado.
A 25 años de su estreno, Amores perros regresó recientemente a la pantalla grande con una restauración de imagen y sonido llevada a cabo desde el negativo original de 35mm. Prieto fue parte de la supervisión del color, motivo por el que le brindó una entrevista a Chilango Diario sobre lo que redescubrió en el proceso.
¿Cómo percibes hoy la estética de la película en comparación con tu evolución posterior?
Recuerdo que cuando fui al estreno fue quizás la primera vez en que, al terminar de ver toda la película, pensé “eso es como me la imaginaba”. Sí logré fotográficamente lo que me propuse y estaba muy contento por eso. Siempre hay cosas que se quedan como “debí haber hecho esto”; así es siempre. Pero en Amores perros sólo hubo un poquito de eso, fue la primera vez que esa sensación no era tan grande.
Ahora la veo y sigo sintiendo lo mismo: que la película, para ese momento en que la hicimos, realmente refleja quiénes éramos, qué buscábamos, qué queríamos, qué momento estábamos viviendo como artistas también.
Hemos tenido mucho cuidado en esta nueva corrección de color para igualar lo que creamos originalmente, porque con el paso de los años hubo otras versiones que se remasterizaron sin nuestro consentimiento. Ahora sí es mucho más cercana a como se vio por primera vez en cines. Seguramente hoy la hubiera fotografiado un poco distinta, pero admiro lo que hicimos en ese momento.
Al inicio de la película se indica que participaste en la aprobación del color. ¿Descubriste algo nuevo de la película durante este proceso?
Descubrí que sí fuimos muy atrevidos. Claro, de alguna forma lo supe desde que los mismos inversionistas no querían que hiciéramos ese proceso de revelado que se llama bleach bypass, que es con lo que logramos esos contrastes tan fuertes, ese grano tan marcado, esa imagen así de extrema. No es una cuestión digital, es fotoquímica. Entonces es muy difícil, una vez que lo haces, pues “moverle tantito”. Y creo que el guión ya es muy fuerte, las actuaciones son impecables, el diseño de producción de Brigitte Broch, la música de Gustavo Santaolalla, todo eso. Creo que el trabajo fotográfico le va muy bien a esta historia. Y no hay nadie más a quien agradecérselo sino a Alejandro [González Iñárritu], que dirigió esta orquesta.
¿Crees que estas decisiones técnicas ayudaron o abrieron la puerta a otra forma de fotografía para el cine en México?
El cine mexicano [de ese tiempo] se veía como cine de los 50, con luz dura, se notaba el fresnel. Para mí, lo que empezó a hacer Lubezki, lo que estaba haciendo yo, lo que hacía Ángel Goded y otros fotógrafos era casi rebeldía al tratar de hacer una iluminación suave, naturalista, con experimentación.
Amores perros fue como la oportunidad de romper con mis propios dogmas fotográficos. Es muy diferente a lo que hice en Sobrenatural de Daniel Gruener, Un embrujo de Carlos Carrera o tantas otras películas. Creo que el atrevernos abrió la posibilidad para muchos otros fotógrafos de también atreverse a hacer otras cosas y experimentar.
El mismo Alfonso Cuarón y Lubezki, cuando hicieron Y tu mamá también, tomaron la decisión de hacerla con cámara en mano. No aplicaron el mismo proceso de revelado, pero me acuerdo que “El Chivo” me hablaba para preguntar “a ver, cómo hicieron esto y eso”. También ellos estaban inspirados en lo que habíamos hecho nosotros en Amores perros.
- 11 premios Ariel se llevó Amores perros, además de ganar el Gran Premio de la Semana de la Crítica de Cannes y ser nominada al Oscar por Mejor película en lengua extranjera
- El 24 de octubre llegará al streaming con su versión restaurada por Criterion Collection, Estudio México Films y Altavista Films, que fue escaneada en resolución 4K de 16 bits
- 4 veces ha sido nominado Rodrigo Prieto al Oscar por su trabajo como director de fotografía en las películas Killers of the Flower Moon, The Irishman, Silence y Brokeback Mountain