Las convencias Ajedrez Metro Rápido cumplen un año. Arte: Alberto Montt

Las convencias Ajedrez Metro Rápido cumplen un año. Arte: Alberto Montt

11 de noviembre 2016
Por: Diana Delgado

Ajedrez de camino al metro

Desde hace un año, cada domingo, se realizan clases, partidas y torneos de ajedrez en ocho estaciones del Metro

Desde hace un año, cada domingo se realizan clases, partidas y torneos de esta disciplina en ocho estaciones del Metro.

ARTE: ALBERTO MONTT

Es domingo, son las 10 de la mañana y niños,  jóvenes y adultos se encuentran en el Metro para ejercitar la mente y participar en los torneos rápidos de ajedrez que cada semana se disputan en estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC).

Alejandro, un chico de 17 años, toma su turno, va a competir en el torneo rápido. Escoge el color blanco, saluda a su oponente y fija la mirada en el tablero. Mueve algunas piezas, se concentra y diez minutos después de iniciada la partida pronuncia “jaque mate”. Ha ganado la ronda.

“Es muy interesante que se hagan estos proyectos, porque se cree que el ajedrez es para gente culta o algo muy elitista y la realidad es distinta. Tenerlo en un lugar tan común como es el Metro permite que la gente lo conozca y se acerque”, dice.

Alejandro se interesó por el ajedrez tras leer el instructivo de un pequeño juego de plástico, desde entonces ha participado en varios torneos y es una de las 21 mil personas que a lo largo de un año acudieron a las convivencias Ajedrez Metro Rápido, que promueven la recreación, además de identificar talentos en esta disciplina.

Un juego para todos

Las convivencias de Ajedrez en el Metro ocurren todos los domingos de 10:00 a 15:00 horas en las estaciones del Metro Atlalilco, Zapata, Chabacano, Constituyentes, Polanco, Ermita, La Raza y Mixcoac.

En los descansos de estas estaciones se colocan tablones, manteles blancos, sillas y todos los interesados toman un lugar para participar en los torneos, partidas simples, grupales y para tomar clases de ajedrez.

Los participantes se dividen por categorías y por grupos para garantizar que los torneos se den en igualdad de condiciones. A estas convivencias acuden desde novatos hasta quienes llevan décadas practicando ajedrez y tienen un “rating” o historial de torneos en los que participan. El objetivo, dicen los que acuden, es seguir jugando, prepararse y conocer a otros aficionados.

“En esta disciplina no es que se necesite una edad para convivir. Ves a jóvenes con adultos mayores compartiendo una mesa y también hay niños emocionados por ver cómo otros piensan sus estrategias. Además, se hace comunidad, porque los que acudimos con regularidad ya nos conocemos”, dice Adán García, uno de los participantes.

La organización de los cursos y competencias así como el cuerpo arbitral son proporcionados por la Asociación de Clubes de Ajedrez de la Ciudad de México, cuya intención también es encontrar talentos en el ajedrez para integrarlos a alguno de los 60 clubes que hay en la capital.

Los participantes deben pagar una cuota de recuperación dependiendo si se trata de una categoría libre, de un torneo avalado por la Federación Nacional de Ajedrez de México, de una clase o si se trata de adultos mayores y niños a quienes se les hace un descuento. También hay partidas y exhibiciones gratuitas para el público y para trabajadores del STC.

Todos de un jalón

El acomodo y cupo en las clases y competencias depende de la afluencia en las estaciones donde se realizan, pues se tiene que garantizar la libre circulación.

En Chabacano, por ejemplo, se instalan ocho mesas, en Constituyentes hay 10 y en Ermita se colocan ocho en hilera. En cada una hay seis sillas para que tres competidores de cada lado se enfrenten.

Para poder participar en los torneos rápidos, es necesario inscribirse entre las 8:30 y 9:30 de la mañana, para apartar lugar y entrar desde la primera ronda, quienes lleguen después podrán incorporarse si el espacio lo permite y deben registrarse con menos puntuación global.

El modelo de participación es conocido como Sistema Suizo y consiste en seis rondas con 15 minutos para toda la partida por jugador, más cinco segundos de incremento por cada movimiento.

Cuando se trata de torneos, hay rondas de desempate y los ganadores de cada categoría obtienen premios económicos, tableros y relojes de ajedrez.

Para Daniel Espíndola, quien participa como árbitro, es recomendable que el ajedrez se enseñe desde la infancia, pues es una disciplina que agiliza la mente, promueve la concentración y mejora la capacidad de análisis, cálculo, habilidades matemáticas, abstracción y síntesis. Además de que mantiene al cerebro en buena forma para evitar un envejecimiento temprano, afirma.

Lorena, una estudiante de secundaria, juega ajedrez desde segundo de primaria y ha participado en torneos delegacionales e interescuelas, conoce a la perfección las formas y los movimientos de peones, alfiles, caballos, torres y reyes. Para ella, el ajedrez es una forma de ocupar su mente y mantenerse concentrada en las labores escolares.

“Desde que me dedico más a fondo al ajedrez, me concentro más en lo que hago. Antes me dispersaba, pero la disciplina del juego, las estrategias y el aprender a leer al oponente y adelantarse a sus movimientos también me ha ayudado para mi vida diaria, porque son estrategias que se pueden aplicar en muchas situaciones”, dice Lorena, quien acude cada domingo.

En cifras:

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