28 de marzo 2024
Por: Redacción

Migraña, más que un dolor de cabeza

Este padecimiento es un enemigo que no da tregua. Millones de personas son víctimas de sus ataques, las incapacita y no les permite tener una buena calidad de vida

La migraña es un hueso duro de roer. Ataca por sorpresa, golpea con fuerza y no se tienta el corazón para dejar paralizadxs a sus contrincantes. Les aplica una llave para que no puedan hacer sus actividades cotidianas. Es decir, lxs incapacita.

El problema no es menor. De acuerdo con la Secretaría de Salud, la migraña afecta a más de 20 millones de personas, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que es una de las 20 enfermedades más discapacitantes en el mundo, así como la segunda causa de dolor de cabeza, después de la cefalea tensional.

Pero esta no sólo da ganchos a la cabeza, sino que también merma los ingresos de lxs pacientes y lxs acorrala en la esquina durante sus horarios laborales.

Un estudio de la empresa KPMG estima que el 32% de quienes la padecen se ausenta de sus actividades, pierde cuatro días laborales por baja productividad y eso provoca un costo de más de $46 millones al año a la economía. Así, no sólo afecta al bolsillo personal, sino también al de los centros laborales.

La buena noticia es que este oponente no es invencible y para combatirlo es importante identificar los detonantes. María Karina Vélez, especialista en neurología, explicó que estos cambian conforme a los hábitos de vida de cada persona.

“El más frecuente es el estrés. Otro de ellos es el paciente que no duerme bien o tiene ayunos prolongados. También puede ser provocada por algún alimento, pero esto es muy variable. Hay gente que te dice que es por culpa del plátano, el vino o el chocolate. En la mujer frecuentemente es la menstruación”, detalló la doctora.

Eso sí, el adversario tiene muy oculto su talón de Aquiles. La experta señaló que la medicina no ha encontrado una causa específica para la migraña, aunque hay indicios que tienen que ver con el comportamiento del cerebro, la liberación de ciertas sustancias llamadas neuropéptidos y una cuestión genética que se hereda de los padres.

Lo peor es que poner contra la lona a la migraña es complicado, ya que no tiene cura. La especialista en neurología expuso que lo único que podemos hacer es ponerle un candado momentáneo con tratamientos farmacológicos y un estilo de vida con buenos hábitos de sueño, salud mental, alimentación balanceada y ejercicio.

Dos tipos comunes


La migraña puede presentarse con aura, que significa que antes de sufrirla aparecen síntomas de advertencia, habitualmente relacionados con la vista; estos pueden ser visión con manchas de colores o luces destellantes, un punto de ceguera temporal, visión borrosa y dolor ocular. O también aparecen náuseas, mareos, dificultad para concentrarse, debilidad y hasta hormigueos. El otro tipo es sin aura. Ambos generan dolor en uno o ambos lados de la cabeza.

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