FOTO: ALDO GONZÁLEZ DORING

25 de septiembre 2025
Por: Redacción

Un recinto de sanación y cuidado animal

Claudia García Olivares, fundadora de este santuario, nos comparte algunas de sus experiencias y retos más memorables

En México, muchas de las historias más tristes tienen que ver con el maltrato y el abandono al que día tras día son sometidos animalitos de todas las especies. Por fortuna, existen lugares y proyectos comunitarios como los santuarios para ofrecer resguardo, alimento, cariño y dignidad para los más vulnerables.

Tal es el caso del Santuario Maison Amatlán, fundado por Claudia García Oliveras en Tepoztlán, Morelos, donde actualmente viven más de 400 animales rescatados. Claudia lleva ocho años trabajando en este santuario que rescata animales de la calle o que viven situaciones de maltrato. Es algo que ha hecho toda su vida. Durante los años de pandemia el proyecto creció exponencialmente pero hoy intentan seguir transmitiendo más y más esta labor.

“Desde niña he sido amante de los animales, toda mi vida los he rescatado; el impulso fue realmente tener un espacio y esto creció exponencialmente en la pandemia ya que el nivel de abandono fue altísimo. Tener un santuario de varias especies es un reto muy grande pero la motivación esencial es poder transmitir la cultura del respeto hacia todos los animales y todas las especies”, comenta Claudia para Chilango Diario.

En el Santuario Maison Amatlán habitan burros, caballos, vacas, borregos, cerdos y decenas de perros. Muchos de los canes están viejitos, enfermos o son de razas difíciles de adoptar que desgraciadamente nadie quiere por tener alguna discapacidad o incluso ser muy grandes. Sin embargo, a algunos los logran mandar a Canadá, donde tienen más oportunidades de ser adoptados.

Rescatar para sanar juntos

A lo largo del tiempo, el proyecto ha crecido hasta lograr convertirse en la fundación Sanando con Animales, que además de dar los cuidados del propio santuario, también genera vínculos con niños de casas hogar en Tepoztlán para realizar dinámicas en conjunto. Muchos animalitos llegan con ciertos traumas, y en los contextos de las casas hogar hay niños que también han tenido momentos difíciles; es por eso que el trabajo de la fundación es que todos puedan sanar apoyándose mutuamente.

Maison Amatlán cumple una labor de concientización en la zona ya que en Tepoztlán hay muchos caballos maltratados porque los abandonan, o borregos que terminan atropellados. Parte de sus esfuerzos es mostrar a la comunidad que los animales merecen respeto y cuidado.

Esfuerzos multiplicados

Aunque Claudia García Oliveras lidera el santuario, no está sola. Una red de apoyo de mujeres y familias en la zona colabora en los rescates. Hay grupos que tienen hogares temporales con 20 o 30 perros en situaciones complejas que por un tiempo de recuperación permanecen ahí y después de una valoración son llevados al santuario. Así poco a poco se ha creado una fuerte red de trabajo que no hace ojos ciegos al dolor de los animalitos.

Ante la pregunta de cuáles son los retos más usuales a los que se enfrentan, Claudia cuenta que sobre todo tienen que ver con la atención médica. “Hemos tenido situaciones difíciles. Una vez hubo una epidemia de moquillo en el santuario por unos cachorritos que venían enfermos, eso requirió un trabajo muy arduo para poder salir adelante. El aprendizaje nos ha llevado a tener un protocolo estricto de cuarentena al recibir nuevos animalitos. También el aspecto económico es muy importante ya que este proyecto lo gestiono al 100%. Definitivamente albergar 400 animales conlleva gastos muy altos. Encontrar gente capacitada para darles la atención que necesitan es otro de los grandes retos”.

Un restaurante con causa

Pero además de la autogestión, en la calle Tabasco 216 de la colonia Roma está ubicado uno de los sostenes fundamentales y pieza clave para el proyecto: Breakfast Restaurante, un spot que destina parte de sus ganancias al Santuario Maison Amatlán. Ubicado en una casona porfiriana, Breakfast Restaurante funciona también como centro de acopio donde se pueden llevar alimentos, medicinas o artículos de limpieza, además de que detrás de cada consumo un porcentaje va directo a las operaciones. La cocina corre a cargo del chef Joel de Alba, especialista en cocina prehispánica y tradicional mexicana, además de ser host de La Conquista del Sabor por TV UNAM. El menú combina clásicos internacionales con sabores locales: huevos benedictinos, hot cakes de matcha, omelettes de queso de cabra y chile poblano, además de una amplia carta de pan dulce.

¿Cómo ayudar?

Visitar Breakfast Restaurante ya significa apoyar al santuario, pero también existen otras formas de contribuir como adoptar a alguno de los perritos rescatados; presentarse como voluntario en las actividades del santuario; hacer donaciones o convertirse en madrina o padrino por medio de una cuota mensual.

“Es un trabajo complicado pero la satisfacción de ver bien a los animales lo vale. Cada persona que se involucra ayuda a que un animal tenga una vida digna. No cambiar sólo una vida, sino cambiar varias, es una experiencia memorable; y como los animalitos también se involucran con nosotros, esto se convierte en un ir y venir de amor”, concluye Claudia García Oliveras.

A lo largo del tiempo, el proyecto ha crecido hasta lograr convertirse en la fundación Sanando con Animales, que además de dar los cuidados del propio santuario, también genera vínculos con niños de casas hogar en Tepoztlán

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