18 de julio 2023
Por: Redacción

La estimulación sensorial, por Ana Paula Domínguez

Fotografía: cortesía. Texto por Ana Paula Domínguez

Hoy en día, mantener la concentración parece ser un lujo ante un sobrecargado nivel sensorial.

Es extraño estar en una charla con alguien sin que nos distraiga el sonido de una notificación del celular o nos inquiete ver cuál es el contenido de los mensajes que llegan sin cesar uno tras otro. En un mundo atribulado en el que también nos impactan las pantallas, las luces, los sonidos de las patrullas y el ruido en general, practicar la quinta rama del yoga, Pratyahara, se vuelve una alternativa.

Pratyahara (viene de dos palabras sánscritas: Prati, alejar, y Ahara, alimento o impresión del exterior que entra al cuerpo). El doctor David Frawley, autor de varios libros y experto en Ayurveda define Pratyahara como “el arte de ganar maestría sobre las influencias externas” y la compara con una tortuga que repliega sus extremidades. Su caparazón es la mente y los sentidos son sus extremidades.  Teniendo esta conciencia, podemos bajar la cantidad de estímulos a los que nos sometemos día con día. Aquí unas recomendaciones:

La instructora de yoga Judith Lasater, en su libro Living your yoga, comenta sobre Pratyahara: “cuando nos relajamos, la respiración se hace lenta y el cuerpo se rinde por completo, esto es el principio de Pratyahara, que nos hace capaces de escuchar los sonidos pero sin que nos molesten; comprendemos que aunque la realidad cambie todo el tiempo, si estamos relajados y en control de nuestros sentidos, podemos elegir cómo responder ante los acontecimientos de la vida y del medio ambiente”.

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