23 de junio 2016
Por: Redacción

¿Por qué el hambre nos cambia de humor?

10:00am de un lunes cualquiera, sentado en tu oficina, no pudiste desayunar nada, sales de tu casa y para variar llegas tarde a la oficina. ¡Extra!, por las prisas se te olvida agarrar el lunch que te preparaste un día antes y se queda en la mesa de la cocina. Aparte de todo esto, el estómago no ha dejado de sonar porque, literal, te estás muriendo de hambre y el buen humor del fin de semana, se va. ¡¡¡¡Gruñón!!!! ¡¿ Te suena?!

Si te identificas, aquí tenemos una explicación científica de porqué el hambre nos cambia de humor tan drásticamente y a continuación se las vamos a platicar:

– Cuando tenemos el estómago vacío por más tiempo del que debe de estar sin comida, se activa un mecanismo de defensa en nuestro cuerpo que activa ciertas señales de que necesitamos comer algo: Intensidad, intolerabilidad, desesperación, las tripas rugen, etc.

– Una de estas señales son precisamente los ruidos incómodos que se escuchan por todos lados y que, incluso, pueden llegar a causar dolor. Estos sonidos son científicamente conocidos como Borborigmos (o sea, cuando te rugen las tripas, es porque tienes hambre). En realidad no son malos; es bastante normal tener este mecanismo de defensa puesto que el cuerpo pide a gritos que necesitamos comer.

– Si tienes broncas para concentrarte, es justo porque a tu cerebro le falta glucosa para funcionar correctamente. Y como le pasa a un coche con la gasolina, si no le echas gas –nutrientes– no podría arrancar.

– ¿Te ha pasado que mueres de hambre y cuando platicas con alguien, le ves cara de hamburguesa? Esto es normal, ya que cuando tenemos hambre, nos cuesta trabajo mantener una conversación con otras personas y comprender lo que dicen puesto que lo único que tenemos en la cabeza es que tenemos hambre.

– Y del mismo modo, el mal humor, es sólo un reflejo de que quieres comer.

A todo esto, Snickers hizo una nueva campaña en la cual las envolturas de los Snickers ahora son personalizadas con una descripción con las que muchos podemos sentirnos identificados cuando tenemos hambre: gruñón, punk, dramático (a), chiflado (a), gruñona, cascarrabias, desesperado (a), insoportable, aguafiestas, intolerable, refunfuñón, impaciente, desesperado, confundido (a), estresado, estresada y loquísimo.

Con el lanzamiento de esta divertida campaña con 24 distintas envolturas para identificar o describir a la persona cuando tiene hambre, Snickers mantiene su único y atractivo saber del chocolate más rico que nos da el combustible para llevar a cabo nuestras actividades diarias; ya sea deportivas, profesionales, laborales, o simple y sencillamente por disfrutar el sabor de Snickers y satisfacer nuestra hambre cuando más lo necesita.

Así que ya lo sabes, corre a la tiendita de la esquina más cercana, pregunta por los chocolates con los síntomas Snickers y regálalos a todos aquellos intensos, gruñones, cascarrabias a los que el hambre los traiciona para seguir con sus actividades diarias.

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