06066 | Amores de oficina

Opinión

Ya lo decía Selena… Amor prohibido murmuran los godínez, porque somos de la misma oficina. Algo está pasando con el romance laboral.

Todos sabemos que el amor en la oficina es un tabú. Dicen por ahí que uno nunca debe meterse con la nómina, y que los perros no comen donde… ¿Cómo iba?

En fin, sabemos que es una de esas reglas que, aunque no vengan estipuladas en tu contrato, por alguna razón siempre terminan siendo más vistas y generando toda clase de problemas, pero en la era del acoso, alguien tenía que hacer algo. Por lo pronto, Facebook y Google parecen entrar al quite con una medida que si bien no pretende avalar el romance laboral, sí presente combatir el acoso sexual.

¿La nueva regla de oro? A partir de ahora, los empleados de estas empresas podrán invitar a salir a sus compañeras, compañeros, colegas, jefes y más. La única condición es que solo podrán hacerlo una sola vez, y en caso de ser bateados, no podrán insistir.

Como sabemos que muchas veces las personas aceptan invitaciones pa’ quedar bien con el jefe, o no tener problemas de trabajo, ambas empresas han sido claras al afirmar que respuestas ambiguas como “tengo mucho trabajo, ese día no puedo” o “ya tengo un compromiso para ese fin de semana” deben ser tomadas como un NO, y en caso de que algún necio insista, la persona afectada tendrá el derecho a reportarlo como un conflicto de interés, sin importar la posición jerárquica dentro de la empresa, contemplando entre las posibles consecuencias el despido inmediato.

Ser forever alone es una cosa, pero ¿bateado y desempleado? La verdad es que esta regla puede parecer extrema, pero si hemos puesto atención a lo destapado en los últimos meses, nos daremos cuenta de que el acoso también es una situación extrema.

Y si somos bondadosos, podríamos incluso asegurar que esta medida no solo servirá para evitar el acoso, sino también pa’ tener las cosas claras desde el principio, y así erradicar prejuicios como el “quiere que le ruegues” o “solo se está cotizando”. Al estar las reglas claras sobre la mesa, será mucho más fácil saber que si va, pues va. Pero si no, como dicen por ahí, “hello darkness, my old friend”.

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