El cine de terror en México encuentra un nuevo y oscuro camino con este thriller dirigido por Olallo Rubio y protagonizado por Natalia Solián
Por Liz Basaldúa*
Una noche solitaria, una decisión irreversible, y un lugar que nadie quiere habitar: la morgue. Tormento, la nueva película escrita y dirigida por Olallo Rubio, plantea una premisa simple pero contundente: ¿qué pasa si provocas un accidente y huyes? ¿Y si la culpa te sigue hasta el trabajo… o más allá?
La protagonista es una guardia de seguridad que, después de un accidente donde atropella a alguien, es transferida a trabajar de noche en una morgue. Ahí, entre cuerpos, pasillos vacíos y un silencio denso, comienza a percibir algo que va más allá del miedo físico: una presencia que podría ser real… o un reflejo de su culpa.
“Desde niño me ha gustado el terror. Es un género que me permite explorar lo que no entiendo, lo que no tiene forma, como la culpa o el remordimiento”, dice Olallo Rubio en entrevista con Chilango.
“La película se llama Tormento porque habla de ese estado emocional: de alguien que ha hecho algo que no puede reparar y que empieza a experimentar consecuencias. No sabemos si son reales, si es un castigo, si es una alucinación”, explica Olallo. “Yo quería hablar de la culpa. El género de terror me permite explorar esas emociones que no tienen forma ni explicación”.
En la densidad de la noche
Rubio, conocido por proyectos como Gimme the Power o This Is Not a Movie, incursiona aquí en el suspenso psicológico desde una narrativa más íntima y contenida. El cineasta mexicano llevó la historia hacia un terreno muy personal. “Me gustó la idea de una persona encerrada en un espacio, lidiando con algo que no entiende. Es un viaje de afuera hacia adentro”.
Tormento se filmó en 16 madrugadas, un dato que parece menor pero que marcó el tono de todo el proyecto. “Era fundamental filmar en ese horario. No queríamos recrear la noche, queríamos estar en ella. El cuerpo lo resiente, la mente lo resiente, y eso se nota en la actuación, en el ritmo, en todo”, dice Rubio.

El papel protagónico recae en Natalia Solián, actriz que ha destacado en el cine de género con trabajos como Huesera. Aquí interpreta a una mujer aparentemente fuerte, pero que comienza a desmoronarse en silencio.
“Me interesaba mucho el contraste de esta mujer que trabaja en la seguridad, que debe ser firme, pero que por dentro está rota”, comenta Solián. “Este personaje me confrontó desde el inicio. Hubo momentos en los que me preguntaba: ¿realmente soy humana todavía, o ya me volví una especie de ente?”, sostuvo.
Su interpretación se construye desde lo físico, pero también desde lo emocional. “Estar de pie tantas horas, en ese espacio, con ese silencio fue muy duro. Pero justo ahí es donde el personaje vive. Una mujer que está completamente sola, que carga con algo que no puede compartir con nadie”, dice.
Terror fuera de lo convencional
Para Olallo Rubio, Tormento no es una película de sustos tradicionales: “No me interesan los jump scares. Me interesa que la película sea una experiencia emocional, que salgas pensando: ‘¿Qué hubiera hecho yo?’”.
En ese sentido, la cinta plantea una pregunta que no se responde con lógica: ¿puedes vivir contigo mismo después de cometer un error irreversible? “No es una historia de fantasmas, es una historia sobre el castigo interno. El personaje enfrenta algo que la rebasa, que no se puede reparar. Y de eso va el verdadero terror”, afirma Rubio.
Filmada con un equipo mayoritariamente mexicano, la película apostó por un diseño de producción sobrio pero eficaz, donde cada elemento (el sonido, la iluminación, el encuadre) contribuye a la tensión.
Con Tormento, el cine de suspenso mexicano suma una propuesta distinta, más introspectiva que efectista, más emocional que explícita. Y con una protagonista que, como dice Natalia Solián, “se va transformando sin que tú te des cuenta”.
“Creo que el terror mexicano tiene mucho que ofrecer cuando se conecta con nuestras emociones, con nuestras experiencias. Ya no se trata sólo de monstruos, se trata de lo que uno carga”, dice la actriz.
Y en Tormento, esa carga tiene forma de silencio… y de sombra. En cuanto llegue a cines, corre a verla. Y a ver si puedes dormir tranquilo… sin culpas.
Natalia Solián ha protagonizado películas aclamadas como Huesera (2022), por la que fue nominada como Mejor Actriz en los Premios Ariel de 2023, y Zapatos Rojos (2022), seleccionada en el Festival de Cine de Venecia
- 80 minutos de suspenso es lo que te espera en esta intensa película de terror
- 13 de noviembre se estrena Tormento en salas comerciales
*Texto adaptado para Chilango Diario