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El Tianguis del Chopo lucha contra la invasión y la imitación

Por: Redacción

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El legendario tianguis ha sufrido la invasión de cerca de 300 puestos que los Choperos identifican como ilegítimos

Por Edgar Segura*

Con lonas y letreros que contienen la leyenda “Somos cultura y patrimonio“, integrantes del Tianguis del Chopo defienden su identidad y se distinguen de comerciantes que han llegado a invadir el Eje 1 Norte y la calle Juan Aldama para aprovechar el flujo de visitantes que cada sábado acuden a buscar playeras, discos y más mercancía de la escena contracultural que desde hace 45 años distingue a este espacio.

El mercado se coloca cada sábado sobre la calle Juan Aldama de la colonia Buenavista. Históricamente ocupa desde la calle de Sol hasta la calle de Luna, aunque algunos de sus integrantes se colocan también hasta la calle de Camelia.

Sin embargo, desde hace ya casi siete años comenzaron a sufrir la invasión de comerciantes ajenos a la organización cultural que, sin participar dentro de sus dinámicas, buscan lucrar con la identidad del Tianguis del Chopo y con el público que este atrae.

“Ellos agarraron la dinámica de imitarnos. Traen todos nuestros giros. La mercancía es la misma: discos, playeras estampadas, ondas de rock, todo ese tipo de cosas”, cuenta al respecto César Salas, representante y director de actividades culturales del tianguis.

Actualmente se puede observar que la invasión de puestos ajenos al mercado, pero que simulan ser parte del mismo, comienza desde el Eje 1 Norte, en la salida de la estación Buenavista del Metro. Estos continúan por dicha vialidad en todo el perímetro de la Biblioteca Vasconcelos y dan la vuelta por la calle de Aldama, invadiendo los cruces con Degollado y Camelias.

El número de invasores, estimado en alrededor de 300 puestos, ya supera a los que tiene el propio Chopo, de entre 220 y 230.

Así comenzó el problema

Los comerciantes ajenos al Chopo empezaron a llegar al tianguis desde 2017, pero César explica que la invasión se multiplicó exponencialmente a raíz del reconocimiento de este espacio como Patrimonio Cultural Inmaterial de la CDMX, en el año 2023.

“Con la declaratoria, el Chopo tuvo un auge mayor de público. Empezó a llegar otro tipo de gente que no se acercaba a conocer y a comprar. Pero esta dinámica también arrastró (perdón, pero es así) la ambición de las autoridades. Se pusieron a llenar todo [de comercios], como ustedes pueden notar”, cuenta César. Agrega que, en promedio, la alcaldía Cuauhtémoc cobra $400 cada fin de semana a los nuevos comerciantes que llegaron a establecerse en la zona.

FOTO: EDGAR SEGURA

Irónicamente, los puestos señalados como invasores tienen la mejor ubicación. Se encuentran en la salida de la Estación Buenavista, sobre el Eje 1 Norte y el principio de la calle de Aldama. En cambio, los integrantes del Tianguis Cultural del Chopo se localizan hasta el final de la misma calle. Ello repercute directamente en los ingresos de los Choperos.

“Muchos vivimos de lo que sacamos el sábado. Y yo creo que es del 75% la baja de las ventas por esta invasión. Muchos visitantes ya no llegan hasta el fondo. O sí llegan, pero ya llegan gastados. Empiezan allá a comprar y ya que llegan al Chopo dicen ‘Ah, chingá, ahora con qué voy a comprar acá’”.

Apropiación cultural

El problema no es sólo de competencia desleal, sino también de apropiación cultural. “Nosotros creemos en el derecho al trabajo, a que la gente salga a percibir un sueldo para comer. Pero las formas son con las que no estamos de acuerdo”, apunta César.

Comenta que todos los integrantes del tianguis cooperan para la recolección de basura, para la instalación de letrinas y baños portátiles y para la instalación de un escenario y la renta de equipo profesional para dar espacio a bandas y artistas emergentes. En cambio, los comerciantes invasores no participan en ese esfuerzo.

Además, la invasión de nuevos puestos ha impedido que se instalen exposiciones de artes plásticas o fotografía en espacios que los integrantes del Tianguis Cultural del Chopo tenían destinados a ello.

“Tenemos allá cinco foros culturales, de exposiciones fotográficas, artes gráficas, radio comunitaria, cinematógrafo callejero. Son varios foros que tenemos de aquel lado [el espacio que está invadido], pero no podemos hacer nada porque sería como llevarles el atractivo allá”, explica Salas.

“Nosotros no estamos en contra de los comerciantes en sí mismos. No lo vamos a negar, nosotros también somos comercio. Lo que no nos parece justo es que llegue un grupo nada más a aprovecharse del esfuerzo de nosotros”, agrega.

“Somos cultura y patrimonio”

Ante esta situación, desde el pasado 26 de julio, integrantes del tianguis comenzaron una campaña para distinguirse de los invasores. Colocaron en sus puestos letreros con un distintivo en el que se lee la frase “Somos cultura y patrimonio”.

“La campaña es una denuncia pacífica. Es distinguirnos del comercio [ajeno al tianguis]. Porque mucha gente dice ‘Oye, ya el Chopo creció mucho, ya llega hasta el Metro’. Pero nosotros siempre decíamos de manera verbal que no, que el Chopo es hasta acá y que el resto es comercio de la alcaldía”, detalla César Salas.

De este modo, los integrantes del tianguis buscan que los visitantes apoyen a quienes desde hace cuatro décadas han convertido al Chopo en un espacio cultural.

El Tianguis del Chopo recibió la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la CDMX por su aporte para construir un espacio de reunión, libre expresión e intercambio para personas interesadas en la escena contracultural del rock, el metal y otros géneros musicales

  • 75% han bajado las ventas de los comerciantes del Tianguis del Chopo debido a los puestos invasores
  • Desde 1987 el Tianguis del Chopo se asentó en la colonia Buenavista; antes había estado en Santa María la Ribera y San Rafael
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*Texto adaptado para Chilango Diario