FOTO: KARLA PECKERMAN

Espacios de aseo que se resisten a desaparecer

Por: Redacción

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En la alcaldía Xochimilco aún existen cuatro lavaderos públicos que dan servicio a los habitantes de los diferentes barrios

Por Karla Peckerman*

Los lavaderos públicos de Xochimilco, creados en los años 50 aproximadamente, han resistido el paso del tiempo y la llegada de la tecnología, convirtiéndose en una tradición del sur de la CDMX.

El profesor Sebastián Flores Farfán, un importante cronista de la alcaldía, señala que al inicio los lavaderos (específicamente del Barrio de San Antonio) eran parte de una chinampa: es decir, estaban rodeados de agua, por lo que era fácil para las mujeres instalarse en la orilla y ponerse a lavar.

“La gente agarraba su piedra como lavadero y de ahí sacaban el agua porque era clara. En esa época no había bitoques, entonces se les hacía fácil agarrar de cualquier lado agua”, cuenta en entrevista con Chilango.

Años después, las mujeres cambiaron la piedra por tejabanes de cartón y más tarde, cuando las lagunas se habían secado y comenzaron a poner tuberías, se construyeron los lavaderos como ahora los conocemos.

“En la actualidad, este espacio ya lleva como tres o cuatro remodelaciones. La primera que se hizo con mampostería, y los lavaderos como estos de concreto, fue gracias al ingeniero Mariano Velasco Mujica, tío de Raúl Velasco (presentador del programa televisivo Siempre en Domingo)”, cuenta Flores Farfán.

En Xochimilco llegaron a existir decenas de lavaderos, sin embargo, por el descuido de muchas personas que les dieron mal uso, poco a poco cerraron. Actualmente sabemos que aún existen cuatro y que siguen en uso.

Espacios que hacen honor a la frase “chisme de lavadero”

Hoy en día, y muy distinto a lo que muchos pensarían, los lavaderos públicos siguen siendo muy socorridos por los habitantes de los diferentes barrios de Xochimilco. Según el profesor Flores Farfán, esto se debe a dos razones muy simples.

La primera, obviamente por necesidad, y en algunos casos por comodidad, como la señora Sonia que acude cada ocho días a los lavaderos del Barrio de San Antonio.

“Yo vengo a lavar [la ropa] aquí porque donde vivo sí tengo agua, pero desgraciadamente tengo que subir hasta el tercer piso a lavarla y sí es muy pesado. En segunda, porque aquí tengo suficiente agua para poder enjuagarla bien”, cuenta en entrevista.

FOTO: KARLA PECKERMAN

Esta situación nos hizo preguntarnos si en la actualidad no es más fácil hacerlo con una lavadora, a lo que ella respondió:

“Pues a lo mejor es más fácil, pero queda sucia y más si es blanca. Como que siento que queda sucia. Ahorita estoy dejando que escurra para que pese menos y como sí tengo lavadora, ya centrifugada (la ropa) pues me cuesta menos trabajo subirla al tercer piso para que se seque”, explica.

La segunda razón que menciona el profesor Flores Farfán es por la convivencia y el chisme: “En un lavadero vas a encontrar y escuchar la historia del lugar, del pueblo, hasta unos chismes. Si tú te quieres enterar de lo que está pasando en tu comunidad, corre al lavadero público. Porque ahí están las señoras, mientras que están lave y lave, están hablando de lo que sucedió”.

Los lavaderos públicos en la pantalla grande

Puede que al ser un espacio muy arraigado para la comunidad, muchos no lo conozcan. Sin embargo, basta con poner un poco de atención para darse cuenta que los lavaderos públicos han estado hasta en el cine.

Si ya viste la película Chicuarotes (2019), dirigida por Gael García Bernal, con un guión de Augusto Mendoza y cuya trama transcurre en San Gregorio Atlapulco, un pueblo originario de Xochimilco, seguro recordarás que hay algunas escenas que ocurren precisamente en unos lavaderos.

Una tradición que no desaparece

Si eres un nuevo vecino de Xochimilco, puedes visitar alguno de los cuatro lavaderos públicos que están ubicados en los siguientes barrios:

  • Barrio de San Antonio: Diagonal Gladiolas 60, San Antonio.
  • Barrio de Santa Cruz Acalpixca: Avenida Tenochtitlán 415, Santa Cruz Acalpixca.
  • Barrio de San Esteban: Callejón Canal Seco, San Esteban.
  • Barrio de San Gregorio: Agustín Melgar, San Gregorio Atlapulco.

¿Por qué seguir conservando estos espacios?

Para el profesor Flores Farfán esto tiene que ver con la convivencia: es tener lugares donde las personas aún puedan hacer comunidad.

“Inclusive, antes de que tú llegaras estaba un señor lavando ahí al fondo y estaba platicando con otra señora. Entonces, yo creo que un lavadero es un lugar de convivencia para la gente y así se van conociendo”, señala el cronista.

Por su parte, la señora Sonia asegura que es un buen espacio para conservarlo porque no sólo lo ocupan las personas de la localidad, sino también lo usan personas que viven en barrios de las montañas cuando hay sequía en sus hogares.

Los lavaderos públicos en Xochimilco existen y resisten para seguir dando servicio a quienes lo necesiten. Son un valioso espacio de convivencia social y comunitaria donde todos comparten experiencias, se apoyan mutuamente y preservan una tradición cultural. ¿Ya los conocías?

El mantenimiento y cuidado de los lavaderos públicos del Barrio de San Antonio van por cuenta de los encargados, el señor Juan Martínez y su familia, así como de la comunidad, quienes se organizan para darles su manita de gato

  • 06:00 a 19:00 es el horario para acudir a los lavaderos del Barrio de Santa Cruz Acalpixca

*Texto adaptado para Chilango Diario