La naturaleza de la CDMX no sólo está amenazada por los grandes proyectos inmobiliarios, también por prácticas comunes de ciudadanos y negocios. Aprende a identificarlas
Por Edgar Segura*
La colocación de luces LED o anuncios publicitarios sobre sus troncos o ramas, así como la construcción de jardineras metálicas a su alrededor, son prácticas comunes que atentan contra la salud de los árboles urbanos de la CDMX, denuncia la organización civil Reforestamos México.
Además, la basura, la orina de animales de compañía y la colocación de cableado eléctrico también afectan al arbolado, detalla el ingeniero forestal José Carlos Martínez.
“Generalmente, cuando vamos caminando por las calles de la Ciudad de México, vemos que las personas los usan como postes. Les ponen luces o les cuelgan cosas. En segundo lugar, en el afán de protegerlos, les hacen jardineras de metal alrededor, pero cuando el árbol crece, lo absorbe”, comenta el experto en entrevista con Chilango al ser cuestionado sobre los daños más comunes que ciudadanos y negocios causan a los árboles de CDMX.
“No hay un dolo, no hay una intención de hacerles daño, pero hay mucha ignorancia”, agrega al respecto Arturo Hernández, creador de Los Supercívicos, quien colabora con Reforestamos México e Imperfect Proyect en un proyecto de concientización sobre la importancia del cuidado del arbolado urbano.
Pequeñas acciones causan grandes daños
Los árboles de la capital no sólo están en riesgo por proyectos inmobiliarios que pretenden derribarlos, también se ven amenazados por prácticas más sutiles que incluso pueden cometer pequeños negocios, ciudadanos de a pie y hasta las propias autoridades.
Además de las luces, que estresan a los árboles e interfieren en el proceso de su ciclo regular de fotosíntesis, y de las jardineras metálicas, que pueden llegar a atrapar a los árboles e impedir su crecimiento, el top 5 de malas prácticas hacia el arbolado también incluye otras acciones.
“Muchos negocios ponen mesas alrededor de los árboles, precisamente para que queden bajo su sombra. Pero algunas veces pegan las mesas al tronco, y eso los daña. También hemos visto gente que les pone mucha basura. Y está el tema de los perritos que orinan a los árboles“, explica el arborista José Carlos Martínez.
Para colocar las luces o letreros, las personas suelen colocar tornillos o clavos en los árboles. Al respecto, el experto explica que eso los vuelve más vulnerables ante amenazas como el muérdago, los hongos, las bacterias o las plagas.
Por su parte, Arturo Hernández agrega que otros elementos nocivos para el arbolado son los cables de alta tensión que llegan a tocar las copas, así como el manejo que se hace de las raíces para evitar que rompan las banquetas. “Los lastiman mucho, la CFE por arriba y las alcaldías por abajo”.
Va por los árboles, una herramienta de concientización y denuncia
Al notar que muchas de estas prácticas nocivas las cometen pequeños negocios y ciudadanos de a pie, sin dolo en la mayoría de los casos, Reforestamos México, Los Supercívicos e Imperfect Project decidieron unir esfuerzos y lanzar la campaña Va por los árboles.

“Es un proyecto que está pensado para hacer conciencia y para educar a la gente”, explica Arturo Hernández. Detalla que lo que se busca es enseñar a la gente a cuidar a los árboles de su entorno más cercano para, a partir de ello, generar un mayor impacto.
“Si no somos capaces de cuidar a los árboles que tenemos frente a nuestras casas, en nuestras banquetas o en nuestros parques, jamás seremos capaces de cuidar nuestros bosques”.
A través de videos en redes sociales, la campaña explica cuáles son las prácticas que dañan a los árboles. Incluso se busca dar a la gente herramientas para denunciar estas malas prácticas.
En el sitio vaporlosarboles.reforestamosmexico.org la ciudadanía podrá encontrar herramientas para identificar un árbol y conocer qué autoridad debe podarlo, protegerlo o removerlo en caso de que sea necesario.
También hay herramientas prácticas para denunciar a través de la policía cuando una persona o establecimiento están dañando un árbol. E incluso existe un enlace para reportar a través de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) las malas prácticas en torno al manejo del arbolado urbano.
Adicionalmente, a través de la página, las personas pueden compartir iniciativas ciudadanas en favor del arbolado urbano para que el público pueda sumarse.
“Actualmente tenemos una red de más de 400 vecinos en la Ciudad de México trabajando por el arbolado urbano y queremos que siga creciendo. En la página podrán ver las diferentes activaciones que estamos realizando. Próximamente vamos a publicar un calendario de las actividades de voluntariado que hay a lo largo del año, ya sea con nosotros o con otros vecinos, y así se pueden sumar. Queremos sobre todo apoyar a vecinas y vecinos que están haciendo cosas por el arbolado urbano y que de repente necesitan manos”.
Para ser considerado patrimonial, un árbol debe medir más de 20 metros y tener más de 100 años de antigüedad. José Carlos Martínez considera importante tomar en cuenta árboles de menor altura y edad, pero con mucha importancia social, cultural y valor ecológico
- 10 ahuehuetes, 1 fresno y 1 laurel son los árboles de la CDMX que hasta ahora cuentan con la categoría de árbol patrimonial
- Hay árboles patrimoniales con problemas de salud, en zonas contaminadas o partidos a la mitad, según un recorrido hecho por Chilango
- Da clic aquí para leer la nota completa
*Texto adaptado para Chilango Diario