Robert Prevost se convirtió ayer en el nuevo líder de la Iglesia Católica. Te contamos quién es
Por Saúl Hernández y Xally Miranda
Para todxs fue una sorpresa. No fue el italiano Pietro Parolin, favorito de las casas de apuesta y hasta de las predicciones de la inteligencia artificial para suceder a Francisco. Tampoco el filipino Luis Antonio Tagle, casi un influencer de las redes sociales (que, por cierto, canta muy bien “Imagine” de John Lennon). Mucho menos los conservadores Raymond Leo Burke o Robert Sarah. El nombre que se reveló al final en la plaza de San Pedro fue el de Robert Francis Prevost, cardenal estadounidense al que conocemos desde ayer como León XIV.
Fue el cardenal protodiácono Dominique Mamberti el encargado de pronunciar las esperadas palabras “¡Habemus papam!” ante una multitud que estalló en júbilo, para inmediatamente después anunciar al que ahora dirige los destinos de la Iglesia Católica, institución milenaria que congrega a cerca de 1,400 millones de fieles en todo el planeta.
Y decimos que fue sorpresa porque Prevost, de 69 años, definitivamente no era de los más sonados para ser el nuevo Obispo de Roma (las casas de apuestas apenas le daban un 0.3% de probabilidad), y ahora es el primer estadounidense en ocupar la Silla de San Pedro.
A las 18:07 de ayer, hora de Roma (10:07, hora de la CDMX), salió el anhelado humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina en el Vaticano, anunciando a las decenas de miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro que los 133 cardenales reunidos en el cónclave finalmente habían escogido al papa número 267 de la Iglesia Católica. Aproximadamente una hora después, se anunció su nombre.
En un mundo con tantos conflictos bélicos (Medio Oriente, Ucrania y recientemente el de India contra Pakistán), las primeras palabras de León XIV fueron de paz. “La paz sea con ustedes. Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo resucitado. Quisiera ofrecer un saludo de paz para sus familias, para todos ustedes, dondequiera que se encuentren”, dijo el recién elegido pontífice.
Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, se definió como hijo de San Agustín y en un momento de su discurso cambió el italiano por el español para saludar a su “querida” diócesis de Chiclayo, en Perú, en donde trabajó parte de su vida religiosa.
Habló de continuidad y rindió un homenaje a su predecesor, quien murió el pasado 21 de abril a los 88 años. Sin embargo, también llamó la atención que el nuevo pontífice optó por presentarse con sotana blanca, muceta roja y estola, una vestimenta que se acerca más a la que eligió Benedicto XVI que a la austera que escogió Francisco en su primer día como papa (que era una muceta blanca sin estola). La muceta es una prenda que cubre el pecho y la espalda del Obispo de Roma y se utiliza para hacer visible su autoridad.
El discurso de León XIV terminó con la bendición Urbi et Orbi (“para la ciudad de Roma y para el mundo”), que el máximo líder del catolicismo imparte dos veces al año, en Navidad y en Domingo de Resurrección, y excepcionalmente una tercera vez cuando se escoge un nuevo papa.
En esta ocasión, el Colegio Cardenalicio sólo tardó dos días en elegir, siendo uno de los cónclaves más cortos de las últimas décadas, aunque no el más breve de la historia. Luego de tres votaciones con humo negro, en la cuarta finalmente se vislumbró la fumata blanca.
Matemático… y peruano
Robert Francis Prevost Martínez nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago. Tiene ascendencia francesa e italiana, pero también española por parte de su madre. Sin embargo, una trayectoria de 40 años en Perú le dio también la nacionalidad de dicho país en 2015.
Prevost tal vez no se imaginó que tendría una relación tan larga con la nación sudamericana, pero fue una misión en la ciudad de Chulucanas donde comenzaría todo, tres años después de que se ordenara sacerdote.
El también primer papa agustino ingresó en la orden en 1977, en la cual dio sus votos solemnes. Curiosamente, antes de ello cursó la licenciatura en Ciencias Matemáticas y se especializó en Filosofía, pero su currículum divino continuó nutriéndose durante la década de 1980 con una maestría en Teología en Chicago y un doctorado en Derecho Canónico en Roma.
En Chulucanas, Prevost se quedó aproximadamente un año. Pero regresó a Perú en 1988 para permanecer en tierras andinas casi una década. De vuelta en su ciudad natal, ocupó diferentes cargos relacionados con la enseñanza y la dirección, como el de Prior General de su orden. En 2014 se instaló otra vez en el sur del continente al ser nombrado por el papa Francisco administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, donde siguió creciendo de manera profesional.
Francisco y su sucesor se conocieron desde que el primero era arzobispo de Buenos Aires, por lo que al reencontrarse en 2013 no fue extraño que le diera la mencionada encomienda y que en 2023 lo mandara a llamar para designarlo prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, promoviéndolo a su vez a arzobispo. Nueve meses después se convertiría en cardenal, asignándole el diaconado de Santa Mónica.
- Al menos 89 de los 133 cardenales votaron para que Robert Prevost fuera el nuevo papa, equivalente a las dos terceras partes del cónclave
- 267 es el número de sucesión que ocupa León XIV. León XIII, el papa previo en utilizar el mismo nombre, fue el 256 y desarrolló su pontificado entre 1878 y 1903
- 5 idiomas habla el nuevo papa: inglés, español, italiano, francés y portugués; pero también entiende latín y alemán
Lxs líderes del mundo felicitaron al nuevo papa, entre ellxs, Claudia Sheinbaum y Donald Trump. La Arquidiócesis Primada de México pidió “que su pontificado sea un signo de unidad, esperanza y renovación para todo el pueblo de Dios”