FOTO: SEDEMA CDMX

Rescatar la última barranca sin urbanizar de la CDMX

Por: Redacción

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Fonatur planea revivir esta área verde aprovechando su potencial para actividades de turismo de naturaleza

Por Saúl Hernández

La alcaldía Álvaro Obregón cuenta con la barranca más grande que existe en la Ciudad de México. Su extensión de 267 hectáreas, casi la misma superficie que tiene la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, la convierte también en una de las áreas verdes más grandes de la capital.

Y su geografía, delimitada por dos de los últimos cinco ríos no entubados de la CDMX (el Puerta Grande al norte y el Puente Colorado al sur), ha permitido que sea la última barranca en pie que la mancha urbana no ha podido devorar.

Eso no quiere decir que este espacio natural haya estado libre de problemas. Hace mucho tiempo fue explotada para extraer material de construcción y los incendios forestales del año 2021 consumieron casi la mitad de la vegetación.

Y aunque desde 2009 fue declarada como Área de Valor Ambiental (AVA) por su contribución a la biodiversidad y al equilibrio ecológico de la región, ha sufrido una degradación constante por la actividad humana.

La deforestación y la pérdida de vegetación han reducido su capacidad para proporcionar servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del agua, la conservación del suelo y la calidad del aire. La contaminación del agua y del suelo por residuos sólidos y aguas residuales no tratadas también han deteriorado el entorno natural. Incluso, en últimas fechas se ha convertido en un foco rojo donde el crimen organizado arroja cuerpos que se pierden entre las aguas negras y la basura.

Paradójicamente, pese a tener tan cerca a uno de los pulmones verdes de la ciudad, las colonias aledañas carecen de espacios públicos y la inseguridad y el acceso limitado a la barranca les impide usar este espacio natural para actividades recreativas y deportivas.

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Es en este contexto que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) tiene un plan ambicioso para rescatar este espacio y aprovechar su potencial para el turismo de naturaleza, cultural y científico. “El desarrollo de productos y experiencias turísticas de calidad podría no sólo contribuir a la conservación del ecosistema, sino también proporcionar beneficios económicos y sociales a las comunidades locales”, se lee en la ficha técnica del proyecto de inversión consultado por Chilango Diario.

50 millones de pesos para reactivar la barranca

De acuerdo con el documento, Fonatur solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 49.9 millones de pesos para rehabilitar la Barranca de Tarango como un “espacio multifuncional que integre la recreación, el deporte, la educación ambiental y la conservación, promoviendo un desarrollo urbano que respete el entorno natural y fomente el bienestar de la comunidad”

Para lograr lo anterior se plantean seis obras:

  • Centro de Educación Ambiental: un espacio dedicado a la educación ambiental donde se impartirán talleres, programas educativos y actividades que sensibilicen a la comunidad sobre la importancia de la conservación.
  • Área para skatepark: un espacio seguro para la práctica del skateboarding, destinado a atraer a jóvenes y ofrecerles una alternativa recreativa, saludable y segura.
  • Muro de escalar: una pared de escalada que permitirá a los visitantes participar en deportes de aventura, atrayendo a deportistas y turistas interesados en actividades físicas más desafiantes.
  • Puentes de acceso a la barranca: su construcción mejorará la conectividad dentro del lugar, facilitando el acceso a áreas que actualmente son de difícil tránsito. Esto permitirá que más personas disfruten del espacio natural.
  • Pabellón holístico: un sitio destinado a actividades de bienestar como yoga, meditación y terapias holísticas, aprovechando el entorno natural de la barranca.
  • Huertos urbanos: dos huertos urbanos que fomentarán la producción de alimentos de manera sostenible, involucrando a la comunidad en prácticas de agricultura urbana, lo que promoverá la participación comunitaria y la cohesión social.

Impulsar su potencial turístico

Fonatur añade que actualmente 400 personas por semana acuden a la barranca a realizar diversas actividades recreativas y deportivas. Esto significa 1,600 personas al mes, 19,200 por año. Además, el 80% de los visitantes vive en las colonias aledañas.

Con su rescate se aspira a que 41,000 personas visiten anualmente la barranca, entre vecinos y chilangos de otras partes de la ciudad, desde familias hasta deportistas, grupos de excursionismo, ciclistas urbanos, turistas culturales y amantes de la naturaleza.

Además del aumento del interés de nuevos visitantes por la mejora de la infraestructura, también se esperan otros beneficios como el crecimiento de los negocios locales, la creación de empleos, la conservación de los espacios naturales (con sus consecuentes bondades ecosistémicas), la reducción de la contaminación y mejoras en la salud de la población al contar con un espacio seguro y accesible para hacer actividad física.

El acceso a espacios verdes y la posibilidad de actividades al aire libre también contribuirán al bienestar mental y emocional de las personas que aprovechen la nueva barranca, indica la dependencia federal. El plan está proyectado para concluir en diciembre de este año.

La Barranca de Tarango posee áreas, principalmente en su parte noroeste, que carecen de vegetación, se inundan durante la temporada de lluvias, tienen accesibilidad limitada y prevalece una sensación de inseguridad

  • 22 de julio de 2009 es la fecha en que la Barranca de Tarango fue catalogada como Área de Valor Ambiental
  • 45 especies de animales habitan en la zona (como el cacomixtle, la zorra gris y la víbora cascabel de montaña) y 43 especies de plantas (principalmente encinos)