Algo que todos deberían de probar: un “Guajolocombo”

La comida en la Ciudad de México más allá de su sabor es una experiencia que todos deberían de vivir. Fotografía: Cuartoscuro

El estilo de vida de la capital del país es de un ritmo rápido, las distancias, la presión de los trabajos, y de llegar al destino a tiempo es una de las realidades que los capitalinos viven diariamente. 

Por lo que desayunar algo rápido, que satisfaga el hambre y que te dé energía para varias horas es una necesidad que todos tienen. 

En las esquinas de la CDMX encuentras distintas opciones para desayunar, desde sandwiches, pan dulce, café, atole y… las tortas. Las tortas son una solución rápida, que aporta energía e incluso, en caso de tener los ingredientes correctos, una comida muy nutritiva.

Las tortas pueden ser de cualquier variedad de chilaquiles, huevo, milanesa y la bella y llenadora torta de tamal.

La torta de tamal o “guajolota” es como lo lees, una torta rellena de un tamal de cualquier sabor, ya sea salado o dulce. Esta torta siempre debe de ser acompañada por un atole o champurrado.

La variedad de sabores con lo que los puedes combinar es amplio, puede ser desde una una guajolota con tamal verde y atole de cajeta, o una guajolota de tamal rojo con atole de arroz.

A esta combinación se le llama “guajolocombo”. Un combo de torta de tamal y atole, aunque para algunos también debería de ser acompañado con una pieza de pan dulce.

Esta es una de las opciones preferidas entre los trabajadores ya que los precios de este combo rondan desde los $15, un precio accesible, que satisface el hambre.

Un apunte: De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, esta combinación representa un alto contenido calórico, ya que son alrededor de 1080 calorías en una sola comida, por lo que es recomendable consumirlo ocasionalmente.

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