Cuir Love: el gozo de amar(se) desde la disidencia

Por: Xally Miranda
Compártelo en tus redes...

Un cuestionamiento a lo que la heteronormatividad ha impuesto a nuestra forma de representarnos como personas es lo que te espera en este espectáculo interdisciplinario

Cuando hablamos de amor, ya sea por otra persona o por unx mismx, podemos caer en el error de pensar que todo el mundo lo debe experimentar igual. Pero hay que reconocerlo: gran parte de esta construcción proviene de la heteronormatividad, lo cual puede impedir que se reconozcan otros matices y formas de expresión.

Cuir Love es un ensayo escénico corporal que se basa en experiencias de disidencias sexo genéricas, es decir, fuera de los géneros impuestos por la sociedad desde nacimiento, para cuestionar nuestras percepciones sobre el amor, la identidad y el cuerpo. 

“El concepto cuir deviene de un término que fue tomado del inglés y se define como ‘extraño o poco usual’, entonces lo reapropio, no con q sino con c, para poderlo ampliar a que el amor se vive de maneras muy distintas y muy diversas, de acuerdo a ideas y deseos, aunque la única forma en la que nos han enseñado a amar es la heteronorma. Si tú te sales de ahí, parecería que te será más complicado relacionarte en sentido sentimental, y lo que vamos a descubrir es que, al contrario, identificarse fuera de la heteronorma también abre otras posibilidades para replantearnos la forma en la que amamos”, explica Laura Uribe, directora y dramaturga de la puesta en escena.

cortesía Pinpoint

El espectáculo interdisciplinario presenta historias de ocho identidades queer (unidas por un hilo conductor interpretado por la propia Laura) que se han alejado del binarismo para vivir su cuir love. Así, aquí encuentran expresión desde un muxe de Oaxaca, que lo siente desde su ser originario, hasta personas trans que han experimentado el transicionar con intervenciones quirúrgicas, con prótesis políticas o incluso sin recurrir a hormonas.

El montaje también abandona la normatividad del teatro para dar espacio a otros lenguajes como la danza, la música, lo multimedia y el performance, porque este documental escénico, producto de una investigación de tres años en los que se recolectaron más de 200 testimonios, celebra la reapropiación del gozo y el placer. Algo que queda afianzado con una fiesta en escena al final de la obra. 

Cuir Love me volvió a revelar que no puede haber revolución social sin revolución sexual. Por lo tanto, hay una celebración, reapropiación y agenciamiento del placer, del gozo, para poder resistir en este mundo. Son las estrategias que descubrimos como común denominador de todas las personas que habitamos estas disidencias, que realmente más allá de las historias tristes o trágicas que nos cuentan las películas o las series de nosotrxs, lo que vivimos es un ejercicio constante de resistencia”, afirma Laura.

cortesía Pinpoint

Un montaje para todxs

Por la temática, podemos deducir que Cuir Love está dirigido a un público LGBTQ+. No obstante, Laura aclara que aunque podría tener más resonancia para ellxs, es un ejercicio de reflexión para toda la humanidad sobre quiénes somos, por qué decimos que somos lo que somos y qué nos hace saber que somos lo que somos. 

Cuir Love es una provocación también, o sea, la provocación que toca la obra tiene que ver con preguntarse qué es la transexualidad siendo incluso una persona heteronormada, porque hay mujeres que se ponen implantes y eso ya es un proceso de transformación del cuerpo ¿hacia qué?, ¿quién moldea tus deseos?, ¿quién te hace desear ese cuerpo?, ¿son tus decisiones o son lo que nos han venido a representar en los medios masivos de comunicación…? Estas identidades que han deconstruido eso que se nos colocó como mandato de género hicieron otras preguntas que les han permitido ser más felices”, concluye la directora y dramaturga.

El gozo desde la investigación

Si bien Cuir Love es una docuficción, deja muy en claro que parte de una investigación. Tan sólo para seleccionar a quienes participan en la puesta se hizo un laboratorio donde audicionaron más de 200 personas, de las cuales se seleccionaron 40 y de ahí se eligieron las ocho identidades que se representan en escena, con la participación de Ana Beatriz, Dante Ureta, Florián Philippe – Beauchamp, Gustavo Gallegos, Índigo Valenzuela, Luis Mata, Narciso y Erin La Monstruosity. Además, aunque aparecerán las etiquetas con las cuales son denominadas las disidencias, durante la obras estas son difuminadas.