De La Mañanera a la Cámara de Diputados: lxs gatitxs del servicio público

Por: Redacción
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Aunque no son considerados servidores públicos, como en el caso de otros países, comunidades enteras de gatitxs cumplen una función en inmuebles históricos ocupados por instancias gubernamentales

Aún no cuentan con un cargo público vitalicio, pero lxs 19 gatxs que habitan el Palacio Nacional vivirán del erario público hasta su muerte, gracias a que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, instruyó declararlos como “activos fijos vivos”. Coco, Carrusel, Nube, Capulín, Canela y otrxs mininxs más ahora forman parte del inventario oficial de este recinto, a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que desde hace años se ha hecho cargo de estos animalitos a través del llamado Plan de Bienestar Animal. 

Un espacio para habitar, atención sanitaria y una dieta equilibrada, saludable, bajo la supervisión de veterinarios profesionales, con plan desarrollado en colaboración con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es lo que tendrán garantizado las gatitas y los gatitos de palacio de por vida, por lo que podrán seguirse colando en conferencias y actividades oficiales presidenciales o del gabinete, sin que nadie les moleste, no sólo en este sexenio sino en los que están por venir.

Gatos de archivo y universitarios

El Archivo General de la Nación estuvo resguardado por muchos años por una cuadrilla de gatos, que incluso motivó la creación en su momento de un grupo de investigadores que abogaron por el cuidado de esta comunidad de félidos hasta 2016, cuando las autoridades del archivo pusieron en adopción a los mininos, bajo el argumento de que la época de lluvias, las remodelaciones y otras actividades no ofrecían las mejores condiciones para los felinos. Otra gran comunidad de gatos vive en el exconvento de San Jerónimo, en donde se encuentra la Universidad del Claustro de Sor Juana, que cuenta con una cuenta de redes sociales en la que se difunden las labores de cuidado de estudiantes, académicxs y externxs hacia los animalitos.

Dipugatos y catacumberos

Más de 40 gatitxs también deambulan por el Museo Panteón de San Fernando, los cuales cuentan con el apoyo del colectivo Catacumberitos, que organiza jornada de esterilización, curación y alimentación de las manadas peludas. Mientras que más de 80 gatos han hecho del Palacio Legislativo de San Lázaro su hogar, alimentados y protegidos por las personas que trabajan en este recinto, sede de la Cámara de Diputados federal; no obstante, en este caso, ninguna institución se hace cargo de manera oficial de ellos, por lo que su atención médica corre a cargo de la buena voluntad de lxs empleadxs de la cámara.

Ratonero jefe

Un caso afamado en el mundo del servicio público es el de Larry, un gato que ostenta el cargo oficial de ratonero jefe de la residencia oficial del Primer Ministro de Gran Bretaña, y que al igual que sus antecesores, tiene la función de hacerse cargo de los ratones en esta vivienda, por un pago de 120 euros al mes, además de “recibir a los invitados y probar muebles antiguos para garantizar su calidad para tomar una siesta”, según la página oficial del gobierno británico.