El dictamen de la iniciativa que contempla una serie de reformas para tipificar la violencia ácida ya fue aprobada en comisiones del Congreso de la CDMX, falta su aprobación en el Pleno
La llamada Ley Malena contra la violencia ácida en la Ciudad de México es un conjunto de reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México (LAMVLV), mediante las que se busca “regular la ‘violencia ácida’ como un nuevo tipo de agresión contra las mujeres, que consiste en ataques con sustancias químicas o corrosivas que causan o buscan causar daño, a través de lesiones temporales o permanentes, internas o externas, que pueden provocar discapacidad o poner en peligro la vida”, de acuerdo con el Congreso local.
Además, incluye la tipificación de este delito como feminicidio en grado de tentativa, cuando la conducta delictiva provoque deformidad o daño físico permanente en órganos internos o externos.
Con la aprobación de esta ley en el Congreso de Baja California, suman tres entidades que han avanzado en la tipificación del crimen, junto con Oaxaca y Puebla. En la Ciudad de México, la iniciativa fue trabajada durante 2023 mediante foros y encuentros en colaboración con activistas, organizaciones e instituciones públicas.
A raíz de estas reuniones surgió la iniciativa presentada por la diputada morenista Marcela Fuente Castillo ante el Congreso local, que apenas en diciembre de 2023 fue dictaminada por las Comisiones Unidas de Igualdad de Género y de Administración y Procuración de Justicia del Congreso capitalino.
Esta propuesta incluye una adición al Código Penal para el Distrito Federal de un capítulo de lesiones por ataques con ácido, sustancias químicas o corrosivas, para tipificar la conducta conocida como “violencia ácida” e imponer de ocho a 12 años de prisión y multa de 300 a 700 veces la unidad de medida y actualización vigente a quien cause un daño en la integridad física o salud, utilizando diversas sustancias y/o compuestos químicos, que provoquen lesiones internas, externas o ambas.
“Dichas penas aumentarán en una mitad cuando se cause deformidad en rostro, haya daño de órganos o en casos en que la víctima sea niño, niña, adolescente o persona con discapacidad; y la conducta será considerada feminicidio en grado de tentativa, si el daño físico es permanente, así como llegar a afectar los órganos reproductores sexuales”.
Ana Francis López Bayghen Patiño, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género señaló en su momento que también se plantea que las instituciones cuenten con programas para atender a las víctimas, así como protocolos, registros, estadísticas y lineamientos precisos sobre la atención a estos casos de violencia.
¿Qué sigue?
De acuerdo con el Centro de Estudios Legislativos para la Igualdad de Género, toda iniciativa de ley cuyo dictamen ha sido aprobado en comisiones será discutida y en su caso votada por el Pleno del Congreso de la Ciudad de México, lo que quiere decir que la Ley Malena ya está lista para ser revisada en el segundo periodo ordinario de sesiones de la II Legislatura capitalina, que inició el 1 de febrero pasado y concluirá hasta el 31 de mayo próximo.
