La CDMX en el tiempo: Alameda Central

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Si la Alameda Central hablara nos podría contar innumerables  historias de cada banca, cada esquina y cada fuente. Es un espacio emblemático de la CDMX que ha servido de inspiración para muchos artistas, como Diego Rivera, y como punto de encuentro de turistas y chilangos.

Pareciera que todo cambia después de más de 40 años, pero lo cierto es que la Alameda, junto con los miles de transeúntes que a diario van y vienen, siguen disfrutando de este lugar  mientras conviven con su familia y ven o compran uno que otro souvenir.

Alameda Central

Alameda

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Una mamá con sus pequeños son captados durante la época decembrina en la Alameda Central en 1964. Los niños llevan globos en forma de turbantes o coronas en alusión a los Reyes Magos.

Avenida Juárez

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Una toma nocturna de las inmediaciones de la Alameda Central y la avenida Juárez, donde destacan la tradicional iluminación y los globos pintados a mano, en diciembre de 1963. En aquellos días, esta importante avenida tenía camellón y era de doble sentido.

Tradición Familiar

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Una tradición familiar durante la época navideña es visitar las plazas publicas; disfrutar de la iluminación, cenar unos antojitos  y tomarse la foto con los Reyes Magos y Santa Claus. Durante varios años, el escenario fue la Alameda Central. En esta imagen del fotógrafo Bob Schalkwijk se ve a un gran número de familias en la Alameda Central en diciembre de 1963.

Turistas en la Alameda Alameda

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De todas partes de la república acudían visitantes a disfrutar de la época decembrina en la Alameda Central. En esta toma de diciembre de 1963, se aprecia la tradicional iluminación navideña a todo lo largo de la avenida Juárez, donde destacan el Cine Variadedes y el Hotel Bamer.

Frente al Hemiciclo a Juárez

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Un globero ofrece su llamativa mercancía en el camellón de la avenida Juárez, entonces de doble sentido, frente al Hemiciclo a Juárez en la Alameda Central, en diciembre de 1963. Aunque sencillos al compararlos con los actuales globos metálicos, la mayoría estaban pintados a mano e incluso tenían una sonaja.

(Fotos: Colección Carlos Villasana/ Eduardo Carmona/Bob Schalkwijk)