A quién no le ha pasado un lunes por la mañana o un jueves en la tarde, esa sensación que nace tal vez de tu estómago, o tal vez de tu mente, cuando tienes unas ganas tremendas de comer algo, pero nunca sabes qué, aunque pasen cientos de ideas por tu imaginación.

En ese momento tu mente hace “Inception” para tratar de recordar quién o qué te implantó la idea de dejarte ir como en tobogán con las ganas de comer algo delicioso. 

Pero mientras eso sucede, qué pasa si esa sensación te agarra en junta de 5 horas en plena mañana y apenas llevas 5 minutos. Tu mente en lo único que se puede concentrar es tal vez en un antojito de Burger King con delicioso huevo, tocino, tal vez chilorio, junto a su cafecito calientito.

O supongamos que sigues en formato home office, y ves que tu yo de hace dos días, te dejó con los pendientes del día de hoy, y ahora vives en un mundo de eternas cosas por hacer, y claro, se está haciendo poco a poco tarde y tú sin avanzar, y lo único que piensas es “con ganas de algo a la parrilla, con harto queso, cebollita y unas papas”, algo que solamente puedes encontrar en Burger King.

O qué tal que llegan tus amigos un sábado para echar unas partidas y no falta el que dice: “¿cómo que se antoja algo no?” y todos en sincronía entran en esa sensación de antojo de querer unos Nuggets con su salsita picosita o chopear papas a la francesa en una malteada. 

La verdad es que hay un Rey que tiene la solución para saciar esa sensación con un menú increíble para pedir, de día o de noche, y de paso ahorrar en el proceso. Si aún no sabes de que Rey estamos hablando, te invito a bajar la App que todos necesitamos, la de Burger King.