Ucrania y Rusia: claves para entender el conflicto

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La presencia de más de 100 mil soldados rusos desplegados a lo largo de la frontera con Ucrania, ha provocado que gran parte del mundo. Foto: Shutterstock

Una nueva guerra en pleno siglo XXI se puede desencadenar debido a la tensión entre ambos países, aunque no se descarta que las negociaciones entre ambos países lleguen a un acuerdo que beneficien a ambas partes. La académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y experta en relaciones internacionales Cristina Rosas nos ayuda a entender el panorama completo.

¿Cuáles son las causas de este conflicto?

Para ver el panorama completo hay que remontarnos hasta la época dónde existía la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Ucrania siendo una de las repúblicas que integraban este bloque, ha sido uno de los países más golpeados de Europa del este. Primero golpeada por Stalin en los años 20 y posterior, durante la segunda guerra mundial cuando los nazis perpetraron varias masacres dentro de su territorio.

Como acto de buena fe en 1954, se celebró en el marco del 300 aniversario de las relaciones entre ucranianos y rusos, el líder soviético Nikita Kruschev le cedió Crimea a Ucrania. (Cosa que no era tan relevante en aquél entonces porque Ucrania formaba parte de la URSS)

De acuerdo a Cristina Rosas, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y experta en relaciones internacionales, afirma:  “A partir de la debacle de la URSS se fue tensando cada vez más y más la relación entre rusos y ucranianos. Ucrania es un país dividido: una mitad de su población es pro rusa y aprueba que el país sea anexado a Rusia, o haya algún tipo de arreglo para unir a ambas naciones; y la otra mitad es pro occidental, pro Unión Europea y pro Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y ha buscado acercamientos con Occidente que tienen muy molesta a Rusia”

En 2014 se escribió un nuevo capítulo cuando el gobierno de Rusia organizó un referéndum en el que preguntó a los habitantes de Crimea si querían o no que su país formara parte de Rusia (algo así como una consulta popular pero en Europa). La respuesta de la población fue que los habitantes de Crimea si querían formar parte de Rusia. Aúnque hasta la fecha se afirma que estos resultados fueron manipulados ya que Ucrania desconoció el referéndum y lo tachó de ilegal, mientras Rusia ocupó diversas zonas de Ucrania oriental.

“Tanto la población de Ucrania occidental como el presidente Volodímir Zelenski buscan entablar relaciones más estrechas con Occidente, algo que es inaceptable para Rusia. Lo que quiere Rusia es que Estados Unidos y los países de la OTAN se comprometan a que Ucrania nunca ingrese en esta alianza militar, en Ucrania siempre ha visto a los rusos como enemigos.” de acuerdo a la acádemica Cristina Rosas

Ya vimos por qué las relaciones han estado tensas desde siempre. Ahora, ¿por qué Estados Unidos forma parte de este problema?

La presencia de más de 100 mil soldados rusos desplegados a lo largo de la frontera con Ucrania, ha provocado que gran parte del mundo (especialmente Estados Unidos) especule sobre una posible invasión. A principios de este año, Estados Unidos y la OTAN han presionado al gobierno de Rusia a que retire sus tropas, mientras que el gobierno ruso exige que Ucrania no se integre a la Alianza del Atlántico Norte.

¿Qué es la Finlandización y por qué sería una solución a este problema?

Aquí tu nueva palabra del día, Findalización: Finlandización, se utiliza en el ámbito de las relaciones internacionales cuando un país que convive con una gran potencia debe acotar su soberanía para evitar fricciones con ella.

En 1948 (posterior a la segunda guerra mundial), la URSS y Finlandia firmaron un pacto de amistad, no agresión y asistencia mutua en el que se estableció, además, que Finlandia no podía aliarse con ningún país occidental, ni formar parte de ninguna alianza militar. Por eso, Finlandia no es miembro de la OTAN, aunque sí de la Unión Europea, pero sólo a partir de 1991, cuando la URSS desapareció. De ahí viene el concepto de finlandización, que se utiliza en el ámbito de las relaciones internacionales cuando un país que convive con una gran potencia debe acotar su soberanía para evitar fricciones con ella.

“Este modelo, el finlandés, me parece que podría ser una solución para el caso ucraniano. ¿Esto qué significa? Que Ucrania tendría que olvidarse de ingresar en la OTAN y, por si fuera poco, aceptar que los territorios que ocupó Rusia en 2014 ya no los recuperará. Esta finlandización es muy dura para Ucrania porque implica quedar a merced de Rusia y aceptar la partición de su territorio. Por supuesto, esto parte de la idea de que Occidente lo acepte, pero Occidente tampoco dispone de mucho margen de maniobra. En cuanto a la Unión Europea, no tiene una interlocución con Putin como la que solía tener cuando Angela Merkel era la canciller en Alemania. Esto juega a favor de Rusia. Así que no veo que la Unión Europea esté dispuesta a irse a un conflicto armado con Rusia, una potencia nuclear, por Ucrania, un gran país, pero una nación pobre”, finaliza Rosas.

Con información de Gaceta UNAM.