Foto: Lulú Urdapilleta (@lulurdapilleta)

Nuevos modos de indagar el mundo

Entrevistas

Platicamos con Ezequiel Fanego, fundador de la editorial Caja Negra sobre el objetivo del sello, los temas que más les interesan y la acogida de sus títulos en nuestro país

En 2005, Ezequiel Fanego y Diego Esteras fundaron en Buenos Aires la editorial Caja Negra. “Inicialmente fue la forma que encontramos para que nuestros intereses e inquietudes pudiesen constituirse en un modo de vida y no tener que diferenciar entre aquello que te da de comer y aquello que te gusta”, dice el editor.

Se trata de un sello que se especializa en la no ficción, poniendo especial atención en cine, arte y reflexión en torno a temáticas contemporáneas. Hace casi cinco años, sus libros desembarcaron en México con excelentes resultados. El equipo está compuesto por ocho personas: cinco en Buenos Aires, dos en España y una en nuestro país. Y el proceso es muy similar al de un grupo de lectura: todos los que trabajan en el sello están involucrados en la selección de los temas y de los textos que se publicarán.

A 14 años de la fundación de la editorial, lo que los motiva sigue siendo lo mismo. “El objetivo inicial de la editorial siempre fue esta idea de que los libros que publicáramos sean libros que nos hagan preguntas y nos den respuestas en el mejor de los casos. O al menos por lo menos que planteen las preguntas correctas para los dilemas que nos presentaba la vida tal y como la experimentábamos. Para nosotros, la editorial es una especie de caja de herramientas para manejarnos en el mundo y que nos permite muchas veces rastrear experiencias artísticas o políticas que para nosotros son inspiradoras o que nos dan respuestas. Eso siempre estuvo y es el espíritu fundamental de la editorial y sigue vivo”, cuenta Fanego.

Aunque también han editado originales, el sello se especializa en la publicación de traducciones y reediciones, pero no se trata de algo que haya sido una decisión planeada.

“Nos aconteció así, creo que, porque en un primer momento sentíamos que la producción, sobre todo el ensayo que es a lo que nosotros más nos interesa, en habla hispana no pasaba por su mejor momento. Sentíamos que estaba en un modo un poco desfasado respecto a lo que estaba pasando culturalmente. Se recurría a lugares comunes, tenía un tipo de escritura muy académica. Eso, afortunadamente, está cambiando y en el último tiempo se está reflejando en la editorial. Estamos teniendo más interés en publicar originales. Este año, por ejemplo, en la colección Futuros próximos, vamos a publicar un libro de una autora y un autor brasileños, dos libros de autores argentinos y un libro de un autor cubano”.

Su catálogo, explica el editor argentino, busca ser “una plataforma de experimentación para descubrir nuevos modos de indagar el mundo y hallar problemáticas nuevas que por ahí no estaban circulando o eran cosas que no estaban dichas. Darnos cuenta de que hay un montón de situaciones de nuestra experiencia contemporánea que merecen ser interrogadas y cuestionadas”.

Sobre el particular interés de la editorial en la publicación de libros sobre música, Fanego señala que, más allá de que se trata de un tema que apasiona a todas las personas que conforman Caja Negra, “por lo menos durante la segunda mitad del siglo XX para acá, la cultura musical popular fue un punto de condensación de un montón de corrientes contraculturales, políticas, que encontraron ahí un modo de masificarse y explorarse. Casi te diría que desde la década de los años 70 por lo menos hasta los 90, la música popular fue uno de los motores fundamentales de la cultura. Eso siempre nos generó mucho interés y creíamos que, por lo menos hasta los últimos años, en el mundo editorial hispanohablante no había mucha disponibilidad de textos que piensen la música en ese sentido, sino que la pensaban más como una biografía de un músico, como libros para fans, y no había tanto reflexión cultural en torno al tema. Había algunos libros aislados, como Rastros de carmín, de Greil Marcus, que publicó Anagrama, Paidós tiene una línea, pero como que nunca eso se había convertido en una programática de una editorial”.

Mientras que sobre la acogida del sello argentino en nuestro país dice que el recibimiento ha sido muy bueno. Hasta el momento, el título de su catálogo que ha registrado las mejores ventas en México es Postpunk, de Simon Reynolds, seguido por Generación Hip-Hop. “Cada vez que venimos nos vamos dando cuenta de que los autores y las temáticas que publicamos generan una relación interna muy viva con la cultura, y me entero que hay tanto artistas como escritores que van leyendo nuestros libros y de algún modo retroalimentan la producción local, entonces eso es muy satisfactorio para nosotros y la comprobación de que los libros están teniendo lectura, más allá de que uno pueda verlos exhibidos en un escaparate o que tengan presencia en los medios de comunicación. En ese sentido creo que año a año vamos creciendo y estamos bastante contentos con ello”.

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