La ciudad en siete platillos

Especiales
Desde el taco más sorprendente hasta los mejores ravioli que probarás, estos platillos son las razones para comer en los restaurantes chilangos reconocidos entre los 50 mejores de Latinoamérica

La CDMX presume tener la mejor oferta restaurantera del país. Encontramos experiencias gastronómicas de fine dining dignas de las ciudades más cosmopolitas del mundo, desde sopas históricas hasta tacos opulentos. Puro lujo. Hace poco se dio a conocer la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica (Latin America’s 50 Best Restaurants 2018). Once de ellos son mexicanos y siete están en esta ciudad. ¿Quién dice que son los mejores y por qué? Sus mejores platos, que hacen memorable cualquier comida. No todos están siempre en la carta, pues la mayoría cambia todo el tiempo, con las estaciones y también por la curiosidad de los chefs.

Taco de barbacoa de lengua // Pujol

El restaurante que revolucionó la cocina mexicana en el fine dining. Enrique Olvera renovó la costumbre y experimentó con todo tipo de ingredientes, técnicas y tradiciones mexicanas. En 2016 se renovó: cambió su locación y lanzó un menú degustación de tacos, los más caros y sorprendentes de la ciudad. El taco de lengua de barbacoa es simple en su descripción: cocida lentamente en horno de piedra, acompañada con frijol negro, romeritos y nopal. Una obra maestra en su ejecución. El mole madre —con más de 1,000 días de vida— es otro signature dish.
Lugar en la lista 2018: 3
Tennyson 133, Col. Polanco

Tártara de aguacate tatemado con escamoles // Quintonil

Jorge Vallejo y Alejandra Flores han guiado a Quintonil a través de distintas etapas: comenzó como laboratorio de perfeccionamiento técnico; encontró interés en los ingredientes locales y hoy busca los mejores sabores con sus lujosos recursos. El resultado: un recorrido amplio y memorable por la gastronomía mexicana. La tártara de aguacate tatemado con escamoles y chips de quelites es uno de sus mejores platillos. Es ceremonioso, serio y potente. Hay cenizas, bocados cremosos y crocantes. Pura redondez.
Lugar en la lista 2018: 9
Av. Isaac Newton 55, Col. Polanco

Sopa fría de betabel y xoconostle // Sud 777

El restaurante de Édgar Núñez es uno de los más desafiantes. Aquí los vegetales predominan, sobre todo los locales —de las chinampas de Xochimilco o de su huerto—. El menú nos saca de la comodidad de la gastronomía chilanga: es difícil imaginar a qué sabrá la sopa fría del huerto, betabel y xoconostle. Todo en ella es intenso, como si en un bocado estuviera concentrado el sabor de todos los betabeles del huerto. Este plato elimina cualquier recuerdo previo de estos ingredientes, es inolvidable.
Lugar en la lista 2018: 14
Boulevard de la Luz 777, Col. Pedregal

Ravioli de requesón // Máximo Bistrot

La cocina de Eduardo García es exquisita e indefinible. Parece que el chef consume todas las influencias culinarias y las convierte en lo que se le pega la gana con un objetivo: cocinar lo mejor con el mejor ingrediente. Es una comida lujosa, a veces impecable, otras, imperfecta. El menú diario puede presentar, kampachi con puré de bok choy y kimchi, o ravioli de requesón con hongos silvestres y trufa negra. Este plato solo aparece en temporada de lluvias, cuando el chef sale a recolectar hongos silvestres. Una obra maestra.
Lugar en la lista 2018: 20
Tonalá 133, Col. Roma Norte

Sopa seca de natas // Nicos

El restaurante de doña María Elena Lugo Zermeño y su hijo, Gerardo Vázquez Lugo, fue seleccionado como uno de los mejores de Latinoamérica por tercer año consecutivo y también fue reconocida la familia por su trayectoria. Ellos han forjado su restaurante sobre la base de “preservar la comida familiar mexicana”. La sopa seca de natas es su plato insignia. La receta es del siglo XIX del Convento de las Capuchinas y su preparación tarda ocho horas.
Lugar en la lista 2018: 37
Av. Cuitláhuac 3102, Col. Clavería

Ostiones San Blas // La Docena

La historia de este restaurante comenzó en Guadalajara en 2012, pero su éxito lo trajo casi de inmediato a la CDMX. El chef Tomás Bermúdez, formado en Francia, ha tomado los mejores productos del Pacífico para deleitar a los comensales con pescados y mariscos sin igual, la mayoría a las brasas. Los ostiones San Blas, fresquísimos, o el toro de atún aleta azul de Ensenada son sus mejores platos.
Lugar en la lista 2018: 40
Álvaro Obregón 31, Col. Roma Norte

Mole rosa con betabeles y granada // Rosetta

La cocina artesanal y de temporada de Elena Reygadas nos ha regalado platillos inolvidables a los que podemos regresar siempre. El mole rosa con betabeles y granada es uno de los platos insignia, aunque la jaiba suave con chilacayota y hierbabuena es una gran opción. Además, es imposible pensar en Rosetta sin que venga a la mente el pan, como el rol de guayaba, nuestro consuelo.
Lugar en la lista 2018: 41
Colima 166, Col. Roma Norte