Una tatuadora fuera del molde

Especiales
Por: Redacción

En nuestra serie sobre habitantes de la CDMX, hablamos con Cynthia Cuevas, quien asegura que tatuar no es rayar la piel, sino todo un arte.

TEXTO Y FOTOS: GUILLERMO GELAMAKA

Cynthia Cuevas tiene 12 años haciendo tatuajes y ha contado con un asiento en primera fila para ver cómo la popularidad de estos trazos ha crecido en México.

En la capital, dice, algunas señales de esto son la apertura y expansión de estudios en zonas como las colonias Roma y Condesa —donde se ubican Estudio 184 y Gallo Negro, entre otros—, que cada vez más personas se muestran interesadas en tatuarse y que en el propio gremio existe más apertura.

“Hace casi 12 años era muy difícil ver chicas tatuadas en nuestra ciudad, mucho menos que se dedicaran a este trabajo, que requiere mucho esfuerzo y dedicación”, comenta Cynthia, quien tiene miles de seguidores en sus cuentas de redes sociales, en las cuales es conocida con el nombre Molly Tattoo.

A ella le ha tocado ver esa evolución tanto desde los estudios donde empezó a tatuar —en los que asegura conserva grandes amigos— como desde los espacios privados. Y dentro de esos cambios, también ha observado hábitos que no quiere adoptar, como el de hacer tatuajes al por mayor, sin importar la calidad.

“He aprendido que hay dos tipos de personas tatuando. Están los rayadores, quienes no tienen un estilo propio y hacen los diseños que la gente les pide. Y existen los artistas del tatuaje, quienes tienen un estilo propio, muy definido, y tienen una propuesta que ofrecer”, comenta la joven de 28 años.

“Los diseños de los tatuajes que realizan tienen un vínculo emocional para las personas a quienes tatúan. Por eso, su trabajo es más valorado. Esa filosofía de vida es la que específicamente he estado aplicando en mi trabajo y en mis diseños artísticos, dentro de la cultura del tatuaje en México”, insiste.

Detrás de la inspiración

Cynthia solamente hace tatuajes con previa cita y en su estudio privado, que está ubicado en un departamento. Cada semana, trata de programar pocas sesiones porque considera que preocuparse más por la calidad que por la cantidad le permite realizar mejores diseños.

Para inspirarse, recurre a diversas fuentes, según los mensajes que publica en redes sociales. En marzo pasado, por ejemplo, publicó en Twitter que le gusta “contemplar lo bello de la naturaleza” y que disfruta “infinitamente” hacer tatuajes que simbolicen amor y respeto por los animales, puesto que ella misma se considera una proud dog mom.

Además, obtiene inspiración de los viajes que realiza. Este año estará en España y después en Berlín, una ciudad a la que trata de ir cada año.

“Es bastante gratificante, por la mentalidad abierta que se tiene por el arte, y siempre puedo disfrutar su propuesta cultural. Me encanta que sea una urbe tan cosmopolita”, dice.

ccb

La influencia alemana

De hecho, fue en Berlín donde la carrera de Cynthia dio un giro trascendental. Ya tenía algunos años haciendo tatuajes en estudios de la Ciudad de México, cuando decidió viajar a Alemania para conocer a Lars Uwe, cuyo trabajo había llamado su atención y de quien quería saber más.

“[Entonces] él empezaba a crear el estilo llamado neotradicional o neoclásico. Todas sus referencias artísticas eran de Caravaggio, Miguel Ángel y Da Vinci, es decir, neoclásicas y renacentistas. Él filtró ese movimiento artístico y lo transportó al mundo del tatuaje”, comenta.

Durante esa primera visita a Lars —con quien ha seguido reencontrándose y quien se mantiene como una de sus más grandes influencias—, él le dio un consejo “importantísimo” porque le hizo empezar a ver su profesión con otros ojos.

“Nunca olvides que tú también puedes convertirte en una artista del tatuaje. Has estado haciendo lo que la gente te pide. Eso es vender tu trabajo y lo que tú eres por dinero. Un artista es alguien que crea de la nada y da una propuesta a la gente”, le dijo Lars, conocido en Facebook como Lus Lips.

Desde entonces, asegura Molly Tattoo, su aspiración cuando toma sus instrumentos y la tinta va mucho más allá de dejar una simple marca en la piel de la gente. Su meta, insiste, es hacer una obra de arte.

Trazos populares

Durante 2014, una encuesta de la consultora Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) indicó que 7.6% de los mexicanos tiene al menos un tatuaje.

El porcentaje fue mayor entre los hombres que entre las mujeres y las partes del cuerpo tatuadas con más frecuencia fueron los brazos y bíceps (38.0%), espalda y espalda baja (14.2%), muñecas (12.2%), piernas (7.4%) y pecho (7.1%).

En tanto, otras mediciones señalan que la cifra de mexicanos tatuados es mayor y tiende a crecer.

Para tatuadores como Cynthia, esas cifras no solamente reflejan una tendencia a que el tatuaje siga haciéndose más y más popular. También son una especie de llamado para mantenerse trabajando duro y buscando dejar obras de arte en la piel de las personas.

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En cifras

  • 30 mil seguidores tiene Cynthia Cuevas en su página de Facebook y 18 mil en Instagram.
  • 10.9% de los hombres encuestados en 2014 por GCE dijo que tiene al menos un tatuaje.
  • 4.4% fue el porcentaje de mujeres que dijo tener al menos un tatuaje, según la misma encuesta.