Lo más importante es que el primer debate presidencial nos haya servido para tener al menos una idea más clara sobre las propuestas y posturas de los candidatos rumbo al 1 de julio.

Pero si quedaron más confundidos o indecisos, no se preocupen, pues aún nos falta ver el segundo debate presidencial, para el que el INE ha preparado varias sorpresas para los ciudadanos y, tal vez, para los propios candidatos.

Primero que nada y para que los candidatos le vayan midiendo el agua a los chayotes con el muro de Trump, así como a sus propuestas de política exterior, el INE decidió que no habría mejor sede para el segundo debate que la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California.

El segundo debate se llevará a cabo el 20 de mayo a las 20 horas, y tendrá un formato muy diferente al del domingo pasado en la Ciudad de México. Esta vez promete ser mucho más interactivo, pues contará con la presencia y participación de ciudadanos alrededor del escenario, en tanto que los periodistas Yuriria Sierra y León Krauze se perfilan para ser los moderadores del mismo y asegurarse de que aquello no se vuelva una romería entre partidistas.

Los temas a discusión serán comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen transnacional, así como derechos de los migrantes. En estos tres bloques, los candidatos presidenciales tendrán que exponer sus ideologías y propuestas desde la Universidad Autónoma de Baja California, cuyo campus fungirá como sede para este ejercicio que se prevé tenga una duración de entre 90 y 120 minutos.

El rector de la Universidad Autónoma de Baja California adelantó que, previo al debate, la institución realizará una serie de coloquios entre los alumnos, además de tener como invitados a académicos reconocidos y líderes de opinión para que discutan y generen un documento conclusivo que se le entregará a los candidatos.

Posteriormente, el tercer y último debate que se tiene programado previo a las elecciones presidenciales se llevará a cabo en Mérida, Yucatán, el próximo 12 de junio a las nueve de la noche. Y entonces sí, la credencial del INE deberá ser cuidada como nuestro mayor tesoro.