Así se vive la diversidad afectiva en la CDMX

Por: Redacción
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Con un gran poliamor vienen grandes responsabilidades: la diversidad afectiva no es una práctica alejada de la cotidianidad. Hablamos con personas que viven el poliamor en CDMX y esto nos contaron

Por Edgar Segura*

El poliamor es un concepto que pareciera explicarse de forma tautológica. Sin embargo, es mucho más complejo de lo que parece. No existe una sola estructura relacional para encasillar al poliamor. Por ejemplo, Axel tiene dos novios: Edgar y Elliot.

Los tres viven juntos en la misma casa. Por su parte, Alonso y Súcubo Disidente conforman una polícula en la que ambos consideran al otro como su relación principal pero también tienen relaciones secundarias.

Él sabe que existen otras personas en la vida de ella y viceversa, aunque no se conozcan entre sí. Tanto la de Axel con Edgar y Elliot como la de Alonso y Súcubo Disidente son relaciones poliamorosas, cada con sus propios acuerdos, y ahí está la clave y la complejidad de la diversidad afectiva.

¿Qué es el poliamor?

“El poliamor es una manera de entender que estamos construidos de muchas relaciones”, explica Alonso en entrevista. Además de relaciones románticas y sexuales, existen las amistosas, las familiares y, por supuesto, la relación con uno mismo. Así, para Alonso, el poliamor implica la libertad de vivir todo tipo de relaciones:

“Nuestra sociedad tiene una visión de las relaciones que gira mucho en torno al amor heterosexual monógamo. A veces cuando las personas empiezan a andar con alguien se les acaba la vida social. Se aíslan de amigos o de la familia porque tienen una pareja muy celosa o simplemente porque el enamoramiento es muy bonito y por pasarlo bien con su pareja descuidan otras relaciones. Entonces, el poliamor implica también una aproximación a otro tipo de relaciones afectivas y amistosas de distinto tipo”, considera Alonso.

Man and two beautiful women sitting on bench in park. Polyamory concept

Polículas y acuerdos

Pero si todo fuera color de rosa, todxs practicarían el poliamor. En cambio, la realidad es que “por pura matemática, todo se multiplica”, explica el propio Alonso.

Por supuesto, eso incluye también las responsabilidades: “Una relación siempre implica responsabilidades. Entonces, si entras al poliamor, hay muchas más responsabilidades. Tienes que ser responsable con tu tiempo, con tu cuerpo, con el tiempo y el cuerpo de otras personas, con sus emociones y contigo mismo”.

En las relaciones poliamorosas, la principal responsabilidad es la de respetar acuerdos y, sobre todo, construirlos y reconstruirlos: “La monogamia pone ciertos límites que a veces ni siquiera se discuten”, considera Súcubo Disidente. En cambio, en el poliamor se trata de establecer límites claros para que todas o todos los integrantes estén cómodos.

En el mismo sentido, Axel remarca que los acuerdos no son inamovibles y siempre están abiertos a discusión. “Un concepto muy importante es el de las polículas, que son la forma en que describes tus vínculos con otras personas”, comenta Súcubo Disidente. En su polícula, Súcubo Disidente y Alonso tienen parejas principales y secundarias. En cambio, Axel forma parte de una trieja.

Sexo, celos y otros mitos

Alrededor del poliamor existen varios mitos. Se suele hipersexualizar a las personas que se definen como poliamorosas y a considerar que no sienten celos. Pero la práctica del poliamor tampoco está tan alejada de la cotidianidad de cualquier relación afectiva. “La gente cree que tengo sexo todo el día y que tengo una vida de libertinaje, y no es así.

Soy una persona bastante ocupada y paso tiempo de calidad con las personas que considero mi familia”, dice Axel. Aunque el acuerdo con sus novios permite que tengan relaciones con otras personas, él prefiere mantener únicamente esos dos vínculos. El poliamor tampoco escapa al tema de los celos: “Los celos existen y siempre están ahí.

Lo que es muy importante saber es qué hacer con tus celos, saber que es una inseguridad tuya y ser muy vocal, decir qué te incomoda y por qué situación. Todo es comunicarse con las personas con las que estás involucrado, ser sincero con lo que sientes y con lo que quieres y escuchar a las personas”.

Así, la clave es relativamente sencilla: la comunicación. Pero esto también hace que las relaciones poliamorosas sean complejas en el sentido de que requieren madurez de las partes.

Poliamor en CDMX: muchas formas de amar

Por otro lado, para Súcubo Disidente, la forma en que vive el poliamor también se enmarca en un contexto como el de la CDMX, que tiene múltiples particularidades: “Aquí hay un estilo particular de poliamor que tiene rasgos mucho más feministas. Se entiende que las mujeres también podemos tener múltiples relaciones afectivas.

Tiene cierta perspectiva de género”. En la ciudad existen diferentes grupos de personas poliamorosas que entienden sus vínculos de distintas formas. El poliamor también es una postura política que implica puntos de vista sobre la libertad propia y la forma de interactuar efectivamente con otras personas:

“Todo mundo se imagina que nos reunimos y vamos a hacer orgías, pero no. Hay grupos que abordan el poliamor desde la literatura, grupos de estudio, grupos que practican el BDSM, grupos de nudistas, escritores, poetas, feministas, activistas LGBTQ+ y gente que lucha contra la gordofobia. Todos podemos ir a esos grupos si queremos. Eso te habla acerca de lo que es esta ciudad”.

*Texto adaptado para + Chilango