Del mar a la montaña

Por: Redacción
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¿Planeando una escapada de puente? Nada como Colima, un estado que en su breve territorio esconde grandes opciones desde la playa hasta la montaña

Por Diego Mapache*

Colima es pequeño en extensión pero rico en cultura y naturaleza. Aquí te contamos lo que descubrimos tras dar el rol por su costa y terminar adentrándonos en sus montañas; en todos lados descubrimos grandes sitios y experiencias maravillosas: iniciamos en las playas de Colima, uno de los epicentros del surf en México.

Ahí nació Alan Cleland Jr., quien competirá en los Juegos Olímpicos París 2024, prueba de que las condiciones naturales que tiene el estado son ideales para realizar este deporte. Si eres una persona activa y aventurera sí o sí te recomendamos practicar paddle surf en Manzanillo. En Oasis Ocean Club te pueden rentar todo el equipo y dar clases personalizadas.

¿Te dio sed con el calor del Pacífico?

Las bebidas típicas de Colima son perfectas para los días de hasta 40ºC. Una de ellas es la tuba, líquido refrescante que viene de la palma que (para quienes somos de otros estados) podría ser equivalente al tepache. Para obtenerla, los tuberos trepan las plantas y hacen un hueco en el que recolectan el néctar.

Después lo fermentan, a veces le agregan frutas y al final la sirven bien fría con una cucharadita de cacahuates. Otra bebida es el tejuino, que en Colima se prepara de manera única. Probamos el de Don Fernando, a la orilla de la carretera en El Chavarín, en medio de los platanares. Para prepararlo se cocina un atole con masa, piloncillo y especias.

Después se sirve en hielo como si fuera un raspado, con limón y sal. Algunas personas lo usan para matar la cruda y le piden a Don Fernando que le agregue una lata de cerveza. Hablando de chelas, la Cervecería de la Costa es una de las mejores del estado, por si te topas con alguna.

Para comer, hay dos lugares que están dando de qué hablar. Uno es Casa Rangel, del chef Nico Mejía en el puerto de Manzanillo, con excelente coctelería y cocina internacional; otro es Antonio’s, escondido en el Grand Isla Navidad Resort y perfecto para una cita romántica.

Rumbo a la montaña

Después de la playa, lo ideal es ir al Pueblo Mágico de Comala. Sus calles empedradas y casas blancas adornadas con herrería son perfectas para tomar fotos.

Debes probar el café, el pan, el ponche y el mezcal, todos hechos con productos locales y con sabor a apapacho. Si tienes ganas de fiesta, te recomendamos la Cantina de Don Comalón, ideal para echar pisto y probar comida típica del estado.

Tiene un gran escenario con música en vivo que llegan a disfrutar hasta 1,500 espectadores. Es el sitio perfecto para empaparte de la personalidad súper alegre de la bandita colimense.

Más adelante, oculto a pie de una montaña, se encuentra Vivero Viveplants, el orquidario más grande de México, donde puedes aprender todo sobre el cuidado y reproducción de estas plantas.

Lo atiende Fidel Maza Selvas, quien dedicó su vida al cultivo de las orquídeas. Para terminar, justo en medio de la sierra se encuentra el Centro Ecoturístico Póksika, donde puedes nadar en las aguas volcánicas del Río Armería o disfrutar de su comida única. Su platillo principal son los chacales, un langostino de agua dulce considerado afrodisíaco con un sabor exquisito. Un recorrido por Colima sólo se puede terminar con la panza llena y el corazón contento.

*Texto adaptado para + Chilango