El gobierno local invirtió mil 324 millones de pesos para atender los servicios de luz y agua en estos espacios
Katya López Cedillo
Más del 30% de la población capitalina se abastece exclusivamente en alguno de los 339 mercados públicos de la Ciudad de México; no obstante, pese a ser importantes centros comunitarios y comerciales de las alcaldías, hasta hace cinco años comenzó el arreglo de sus instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, con una inversión de mil 324 millones de pesos.
“Hicimos historia en el mantenimiento de mercados públicos, ninguna administración había invertido tanto antes. Sabemos que falta mucho por hacer, pero ya tenemos una inversión histórica de mil 324 millones de pesos, mientras que, por ejemplo, en la administración anterior sólo designaron 306 millones de pesos en seis años”, afirma el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la ciudad, Fadlala Akabani.
Centros de barrio
Desde 2016, los mercados públicos de la ciudad se ganaron la declaración de Patrimonio Cultural Intangible por su herencia de usos y costumbres, así como por el ritmo de vida que encausan en sus comunidades; sin embargo, fue hasta 2019 cuando los 339 mercados que existen actualmente recibieron atención a sus servicios básicos de luz y agua. .
“Los mercados públicos no son sólo centros de abasto de muchas familias de la capital, sino Patrimonio Cultural Intangible y Patrimonio Económico. Son los centros del barrio, centros comunitarios donde las familias acuden juntas para comer, convivir, y son abasto importante: del 100% de las personas de la ciudad que adquieren sus insumos, el 33% lo hacen únicamente en mercados públicos; es una cifra importante que representa 20 mil millones de pesos anuales en ventas; además, poco más de 25% de la gente compra tanto en mercados públicos como en tiendas de autoservicio”, detalla Akabani Hiende.
Atención de los servicios
La atención de los servicios eléctrico e hidrosanitario en estos mercados llegó después de diversos incidentes. “Entre diciembre del 2019 y enero del 2020 tuvimos cinco incendios consecutivos en mercados: la Nave Mayor de La Merced; el Mercado Morelos, en Venustiano Carranza; el Mercado de las Flores, de Xochimilco; el Mercado de Sonora; y en el de San Cosme; todos ya están recuperados, y el de La Merced está en su última etapa porque fue un incendio de grandes dimensiones y se tuvo que demoler.
La doctora Claudia Sheinbaum, que era la jefa de Gobierno, señaló que la estrategia a atender en primera instancia eran los sistemas eléctrico e hidrosanitario y lo que corresponda a la seguridad de operación y así comenzamos”, recuerda el servidor público.
Al inicio del 2024, la ciudad no sólo tiene todos sus mercados públicos rehabilitados en estos dos servicios, sino que también cuenta con nueve espacios nuevos, tres en la alcaldía Gustavo A. Madero (Narciso Bassols, Chalma de Guadalupe y Carmen Reyes); cuatro en Iztacalco (Leona Vicario, Emiliano Zapata, Zapata Vela y Río Frío); uno en Iztapalapa (Cananea); y otro más en Milpa Alta (Juárez Tecómitl).
“En algunos casos, como el de Río Frío, tenían muchos años en la vía pública adaptándose a las circunstancias de la zona; ofrecían un servicio necesario para los vecinos pero no contaban con las condiciones sanitarias, de distribución de abasto y atención a clientes, por eso el alcalde (Armando Quintero) decidió hacer un mercado nuevo. El de Cananea era una concentración con infraestructura básica y le pusimos techo, instalación eléctrica e hidrosanitaria; mientras el Juárez Tecómitl fue recuperado después del temblor del 2017”, agrega Akabani.
Paneles fotovoltaicos
Refirió que, además, en 2024 seis mercados públicos contarán con ecotecnología, al usar paneles fotovoltaicos para generar energía eléctrica, y que cada uno de los 339 mercados tienen su propia identidad, ritmo y giro comercial.
“Hemos ido adaptando el catálogo de giros de mercados públicos, dependiendo su vocación, por ejemplo, están los de Coyoacán como el Mercado Artesanal, o en Cuauhtémoc el de San Juan Curiosidades o el Mercado de Artesanías junto a La Ciudadela; cada uno adquiere distintas vocaciones conforme a clientela. En Iztapalapa o Gustavo A. Madero son estrictamente de abasto, mientras en Xochimilco el Mercado de Flores, por la vocación de la región, tiene venta de plantas y flores, pero en todos los casos era necesario esta inversión para la mejora de sus servicios”, subraya.
Entre otros servicios que están por mejorarse se encuentra la distribución de gas y pasar del LP al natural, para evitar el peligro de los tanques. “Tratamos de que también existan nuevos hábitos en cómo trabajar en los locales de acuerdo a su giro; si una carnicería necesita ciertos voltajes para un refrigerador, que no tengan entonces cuatro o cinco aparatos eléctricos en un sólo enchufe porque se sobrecarga esa terminación eléctrica, todo por el cuidado de las personas y las instalaciones”.
