¿Por qué se para el Cablebús de CDMX? Esto debes hacer en caso de sismo, tormenta o falla

Por: Redacción
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Te decimos qué tan seguro es el Cablebús en sismos, lluvias y tormentas eléctricas y qué debes hacer como usuario si se presentan esos casos

Por Edgar Segura

Pese a movilizar gente a más de 40 metros de altura, el Cablebús presume ser uno de los sistemas de transporte más seguros de CDMX. Sin embargo, trasladar usuarios a esa altura no deja de ser todo un reto, sobre todo si se considera que es necesario enfrentar situaciones como sismos, tormentas o posibles fallas en el suministro eléctrico.

Pero ¿qué implica la operación de las cabinas en términos de protocolos de seguridad? ¿Qué deben hacer las personas usuarias en caso de fenómenos naturales o fallas eléctricas que puedan afectar el servicio? ¿Cómo se realiza el mantenimiento del servicio?

Sismos, vientos, lluvias y tormentas eléctricas

Sobre estos temas, + Chilango consultó a Martín López Delgado, Director General del Servicio de Transportes Eléctricos: “Tenemos protocolos para todos los eventos de gran impacto. Por temas de lluvia se continúa de forma normal, porque no tenemos problemas que pongan en riesgo la operación.

En el caso de los vientos, lo que hacemos es bajar la velocidad de operación a 2 o 3 metros por segundo, pero todo esto va a depender del viento que se registre; sólo pararíamos si el viento supera los 70 kilómetros por hora, aunque afortunadamente en la CDMX no hemos tenido vientos de esa magnitud”, comenta. Caso distinto es el de las tormentas eléctricas o los sismos, que son prácticamente los únicos eventos naturales que obligan a la interrupción del servicio.

“Cuando tenemos tormentas eléctricas a una aproximación de 2 kilómetros, se detiene el sistema por seguridad y se reanuda cuando pasa la tormenta o se aleja. Y cuando sucede un sismo, lo primero que se hace es bajar la velocidad de las líneas y detener el sistema para esperar. Una vez que pasa el sismo, se procede a la revisión de las instalaciones: escaleras eléctricas, elevadores, etc”. Los protocolos de seguridad indican que en caso de que el sismo no haya tenido impacto en las instalaciones, el servicio puede reanudarse con normalidad.

Por el contrario, en caso de que el sismo hubiese producido alguna afectación, el sistema reanudaría operaciones a una velocidad de seguridad de entre 1 y 2 metros por segundo sólo para llevar a los usuarios que se encuentren a bordo de una cabina hasta la siguiente estación. Una vez allí, se llevaría a cabo el desalojo de las instalaciones.

Si algún usuario se encuentra en una estación al momento de un sismo, el protocolo indica que se debe realizar un repliegue hacia zonas seguras. Mientras que quienes perciban el movimiento telúrico a bordo de una cabina, deberán mantener la calma. El sistema se detendrá mientras se realiza la revisión de las instalaciones.

Las cabinas son seguras y cuentan con puertas que cierran herméticamente, así como ventilación y botones de pánico que permiten comunicarse con el centro de control.

¿A qué se deben las fallas en el Cablebús?

No obstante, el Cablebús sí puede llegar a detenerse por problemas técnicos, como llegó a ocurrir tres veces durante 2023. “Las causas se han debido a fallas en el suministro de energía eléctrica”, explica Martín López Delgado.

“Al generar variaciones de voltaje, estas fallas han impactado en algunos componentes electrónicos. Entonces lo que se hace es que se para el sistema”, añade. Cuando la línea se detiene por una falla eléctrica, entran en operación generadores auxiliares.

Estos ponen en funcionamiento el sistema únicamente para llevar a la próxima estación a quienes se encuentren a bordo de una cabina cuando se produce la falla. Una vez en la estación, se pide a los pasajeros que desciendan mientras se realiza la revisión.

Mantenimiento

A diferencia de otros transportes, el Cablebús cierra sus puertas a las 23:00 y no a la medianoche. Esto se debe a una particularidad: funciona como un todo, no como un sistema conformado por unidades independientes de vehículos o trenes, lo que conlleva varios retos en materia de operación y mantenimiento.

“El horario obedece a una cuestión técnica. Una vez que se cierran las puertas, todavía la línea continúa operando. El sistema tiene que dar toda una vuelta completa porque tenemos que suponer que el usuario que entró al final podría ir hasta la última estación”. Esto hace que el sistema continúa operando casi hasta las 0:00 horas.

Hay que considerar que para que el sistema pueda empezar a dar servicio a las 5:00 horas, que es horario de apertura, debe estar funcionando desde una hora antes. El director explica que esto limita el tiempo de mantenimiento del Cablebús a cuatro horas.

Durante sus revisiones anuales, cada línea se detiene durante dos semanas mientras el sistema recibe mantenimiento; así se garantizan las condiciones de seguridad en este medio de transporte que, aunque tiene menos de tres años de antigüedad, poco a poco se convierte en uno de los más usados por los capitalinos.