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¡Tururú! Próxima estación: Zócalo/Tenochtitlán

Por: Eridani Palestino

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A propósito de los 56 años de la inauguración del Metro, y los 700 de la fundación de Tenochtitlán, recordamos que este transporte no sería lo mismo sin la iconografía de sus estaciones

Unificar y conectar diversas zonas de la CDMX de manera masiva, rápida y segura se volvió una realidad hace más de 50 años: el 4 de septiembre de 1969 inició la historia del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, un servicio de transporte público que nació para resolver la creciente movilidad en la capital.

La Línea 1, mejor conocida por los chilangos como la “Línea Rosa”, fue la primera en entrar en operación. El trazo inicial comprendió 12.6 kilómetros de longitud con 16 estaciones, de Chapultepec a Zaragoza; poco después se construyeron las demás hasta llegar a Observatorio y contemplar la terminal de Pantitlán.

Aunque el proyecto se consideró prácticamente imposible debido a que la ciudad se encontraba en una zona sísmica, su suelo era pantanoso y susceptible a inundaciones, todo marchó a favor gracias a la infinidad de estudios (incluidos los de impacto ambiental, urbano y económico) que realizaron centenares de expertos.

El regente del entonces Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, sometió el anteproyecto a revisión y obtuvo un dictamen positivo. La construcción de la Línea 1 se encargó a una empresa particular de ingeniería en el año de 1967.

Las excavaciones, instalación de vías y edificación de túneles y estaciones tomaron 27 meses de trabajo antes de su inauguración. En este proceso, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) halló alrededor de 13,000 piezas arqueológicas.

Con sus primeros trenes de fabricación francesa, el gran “gusano naranja” cruzó la ciudad de oriente a poniente, conectó la periferia con el centro y desahogó el tránsito que ya en esos años agobiaba a la capital del país.

El Metro y su identidad visual única


Desde su inauguración en 1969, el Metro ha evolucionado significativamente: al día de hoy se consolida como el eje de movilidad de la capital y de la Zona Metropolitana al contar con más de 226 kilómetros y 195 estaciones divididas en 12 líneas.

Además de su infraestructura, es innovador por su sistema de señalización: cada estación, por ejemplo, tiene una iconografía distintiva que representa aspectos históricos, culturales o identitarios de su ubicación, además de estar vinculada a un color específico por línea.

Entre 1968 y 1970, el diseñador gráfico estadounidense Lance Wyman, los diseñadores mexicanos Arturo Quiñonez y Francisco Gallardo, así como el arquitecto Pedro Ramírez, fueron los encargados de realizar la iconografía de las líneas 1, 2 y 3, más los letreros de entrada, salida, identificación de andenes, entre otros aspectos.

Con la experiencia del éxito de los logotipos que se usaron en los Juegos Olímpicos de México 68, de los que Wyman había sido el creador, se acudió al mismo estilo. De tal manera, las estaciones debían tener referencia inmediata al lugar de la misma y los nombres debían ser de una sola palabra en concordancia con el pictograma.

Conectar el pasado con el presente urbano

Las iconografías de varias estaciones del Metro incorporan elementos en los que se hace referencia a la época prehispánica, colonial, del México independiente y de la Revolución hasta nuestros días. A propósito de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, recordemos algunas vinculadas a ese periodo histórico:

Moctezuma (L1)

Representa el penacho de Moctezuma II, quien gobernó la ciudad mexica en 1502 hasta la llegada de las tropas españolas.

Cuitláhuac (L2)
Es el escudo del arma defensiva de la batalla de la “Noche Triste”. Su nombre hace referencia al penúltimo emperador de Tenochtitlán luego de la muerte de Moctezuma II en 1520.

Cuauhtémoc (L1)
Es un águila, ya que Cuauhtémoc significa “el que baja o bajó como águila”. Después de la muerte de Cuitláhuac, subió al trono mexica y fue el último emperador de Tenochtitlán.

Popotla (L2)
Su ícono representa un ahuehuete. Lleva el nombre de un antiguo pueblo prehispánico y está relacionada con la “Noche Triste”, donde Hernán Cortés supuestamente lloró su derrota ante los mexicas bajo un árbol de esta especie.

Zócalo/Tenochtitlan (L2)
Representa la silueta del Escudo Nacional. El nombre es una combinación en referencia a la capital del Imperio Mexica para identificar su ubicación actual en el corazón del Centro Histórico de la ciudad.

Villa de Cortés (L2)
Es el casco de un oficial de la Conquista. Recibe el nombre de la colonia homónima, en donde se dice que sucedió el encuentro entre Moctezuma II y Hernán Cortés.

Indios Verdes (L3)
Representa las estatuas de bronce de los tlatoanis mexicas Itzcóatl y Ahuizotl, creadas por Alejandro Casarín a finales del siglo XIX. Con el tiempo adquirieron un color verdoso debido a la oxidación del metal y por ello la estación se nombró así.

Deportivo 18 de Marzo (L3/L6)
Es un jugador de pelota de la época prehispánica. Se llama así por el complejo deportivo que se ubica en la alcaldía Gustavo A. Madero.

Tlatelolco (L3)
Representa la Torre Insignia, un rascacielos diseñado por el arquitecto Mario Pani. El nombre de la estación es porque se encuentra en los terrenos de lo que antiguamente fue la Villa de Tlatelolco.

Coyoacán (L3)
Su iconografía representa la silueta de un coyote. Coyohuacán es un vocablo náhuatl que significa “Lugar de coyotes”. Fue capital de la Nueva España cuando Hernán Cortés se estableció después de la destrucción de Tenochtitlán.