Un cambio en la cultura de la denuncia

Por: Redacción
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Jóvenes por la Justicia asiste a la ciudadanía en 74 agencias del MP para facilitar su acceso a la seguridad y la justicia

Por Katya López Cedillo

En consideración a que los lenguajes y procesos legales para acceder a la seguridad y la justicia pueden ser complejos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México cuenta con herramientas para facilitar a la ciudadanía el acceso a estos derechos de forma ágil y especializada.

Entre las iniciativas más recientes está el programa Jóvenes por la Justicia, que reúne a un grupo de personas que apoyan a la ciudadanía en ciertos procesos, además de proporcionar asesores de primer contacto para quienes acuden a las agencias del Ministerio Público de la capital.

“En todas las agencias contamos con estas Unidades de Atención porque estamos conscientes de que muchas veces, como ciudadanos, necesitamos asesoría para saber cómo plantear la denuncia, entender qué pasa y por eso generamos la asistencias de los Jóvenes por la Justicia”, comenta Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Este apoyo forma parte de la atención de primer contacto y el Modelo de Atención Temprana de la fiscalía, con el fin de apoyar a las personas denunciantes desde distintas funciones: brindar atención oportuna, cálida, empática y humana, con perspectiva de género y Derechos Humanos, además de un enfoque diferencial, especializado en el interés superior de la niñez.

Este “brazo legal” se apoya en estructuras que durante los últimos cinco años se han reforzado con coordinaciones especializadas y personal cada día mejor capacitado, considera Lara López.

“Ha crecido confianza en los policías de investigación de la ciudad; mucho tiempo se les veía como una autoridad armada que abusaba y hacía cosas indebidas, esto no daba confianza y ahora se ha recuperado e incrementado la confianza lo que es un hito muy notable, pero tuvo que ver con muchas cosas: uniformarse, cambiar sus conductas…hay un mayor número de personas que hacen su trabajo y ello nos deja ver que si ha crecido la confianza y mejorado la investigación”, agrega el también coordinador de asesores de la fiscalía capitalina.

En los casi mil 500 metros cuadrados en que se extiende la Ciudad de México, existen 16 fiscalías territoriales -una para cada alcaldía- pero además, se encuentran las agencias del Ministerio Público, que en total suman 74 en la ciudad. Es en estas últimas donde se encuentran los primeros respondientes. Otra plataforma de asistencia a la ciudadanía es la denuncia por medios digitales.


“Se puede presentar la denuncia en el lugar cercano al lugar de los hechos, en cercanía geográfica por necesidad, pero también vía digital; particularmente los delitos no violentos o que no requieran ser valorados por un perito, como: robo de documentos, robo de documentos al interior del auto, robo a casa habitación no violenta, robo en el transporte público…es un catálogo amplio que permite emitir el acta de forma digital.
“Uno pensaría: ‘¿por qué es importante este mecanismo?’ A la fiscalía nos da elementos para entender el fenómeno criminal, porque la criminalidad, en muchos casos, no solo es un hecho en el que una persona agrede a otra, sino que se generan rutinas, modus operandi para llevar adelante el delito y por eso tenemos que ubicarlos y saber cómo actúan”, agrega el coordinador de asesores de la fiscalía.

“Pedagogía de la justicia”

Aunque a nivel institucional se proveen las herramientas para que la ciudadanía ejerza su derecho a la justicia con mayor facilidad, también existen dos fenómenos sociales: por un lado las personas afectadas que no denuncian y por otro, las que al denunciar esperan que el acusado reciba un castigo.


“Aún hay una cultura de la ‘no denuncia’, al pensar ‘no tiene caso que denuncie’; en algunos casos es por no hacer más lío, cuando en verdad es importante porque podría quedar un tipo de precedente para que quede constancia y se eviten más víctimas y en muchos casos es una tarea de educación; pero, por el otro lado, en ocasiones hay, digamos de una forma, la ‘idea punitiva’, el castigo, pero hay mucho más allá: en este esfuerzo hemos buscado no solo contar el delito, sino lo que nos llevó como investigación a generar la imputación correcta hacia los probables responsables y lo que se seguirá haciendo para obtener justicia”.


Entre los recursos para cambiar el modelo cultural de justicia que pide castigo a los presuntos delincuentes, se creó la Coordinación General Jurídica y de Derechos Humanos, en la que existen las unidades de Mediación.


“Es una ‘pedagogía de la justicia’, si se me permite. En la cultura del derecho no podemos ser una sociedad autoritaria que no aprende a negociar y dialogar por resolver un conflicto, por eso ahora hay un Centro de Mediación por cada fiscalía y hay una formación de abogados dedicados a la mediación; no es malo ni bueno pero es lo que tenemos y en lo que debemos transitar: pasar de buscar el castigo a buscar la reparación del daño”, añadió.