Unidad Canina K9, primera línea contra la delincuencia

Por: Redacción
Compártelo en tus redes...

La Policía Bancaria e Industrial cuenta con un grupo especializado de perros capaces de detectar narcóticos, explosivos o buscar cuerpos

Por Mario Rojas R.

La Unidad Canina K9 de la Policía Bancaria Industrial (PBI) desempeña una labor fundamental en la lucha contra la delincuencia en la Ciudad de México. Los caninos que integran esta unidad están capacitados para la detección de narcóticos y explosivos; también hay perros de guardia y protección, además de otros para búsqueda y rescate.

“Este cuerpo policiaco tiene una antigüedad de 26 años y actualmente está integrada por 16 elementos humanos y 11 cánidos”, explica a +Chilango el suboficial Andrés de la Rosa Cárdenas, subjefe de la Unidad Canina de la Policía Bancaria Industrial (PBI).

La unidad “ha participado en muchas situaciones, siempre en apoyo y beneficio de la ciudadanía; por ejemplo, en la detección de narcóticos para inhibir el narcotráfico o la detección de explosivos para asegurar la sana convivencia en eventos masivos; también hemos apoyado otro tipo de emergencias, por ejemplo, una célula acaba de regresar del estado de Guerrero, donde se apoyó con los caninos de búsqueda y rescate para localizar a las personas”.

Si hay lugares en los que el índice de delincuencia aumenta, envían a esta unidad para reforzar, inhibir o disuadir este tipo de actos y reducir la incidencia. También acuden a los actos masivos, en cualquier tipo de situación que sea delicada o considerada de prioridad.

Ardua preparación


Los perros que forman parte de esta corporación siguen un arduo proceso de selección. Cuando llegan, cuenta De la Rosa Cárdenas, “se les hacen ciertas evaluaciones para ver su temperamento, qué tipo de jerarquía traen: alfa, beta u omega; se les hacen pruebas de seguimiento para ver qué tanto duran jugando sin aburrirse, también se les practican exámenes médicos generales, y si pasan todas las pruebas, se avisa a la parte administrativa de la PBI para hacer la adquisición completa”.

El suboficial asegura que las mejores razas para desempeñar estas actividades son rottweiler, pastor alemán, schnauzer gigante y pastor belga malinois. “En su mayoría, nosotros manejamos esta última raza y sólo tenemos una labradora que participa en búsqueda y rescate”.

La edad ideal para tener a los caninos es de un año y la máxima de desempeño es de 9 o 10. Cuando llegan a esta edad, se inician los trámites para darlos de baja y que puedan disfrutar el resto de su vida en descanso.

El entrenamiento en promedio dura de seis a ocho meses; sin embargo, una vez que concluye su proceso de aprendizaje, el entrenamiento continúa: “son como deportistas, entrenan y aprenden a hacer algo, pero practicamos para poder ejecutar las situaciones y que ellos puedan resolver en la vida diaria”.

Bienestar animal


El subjefe de la Unidad Canina resalta que todo el tiempo se busca el bienestar del animal. “Cada can tiene asignado un manejador, quien lleva el seguimiento en su estado de ánimo, su peso y hasta de sus heces fecales: si se nota algún cambio, se reporta inmediatamente y se hace la petición para que el médico acuda lo antes posible. Independientemente de eso, cada seis meses el veterinario acude a las instalaciones para revisar a todos los cánidos”.

Los entrenamientos son amables para el cánido: “obviamente hacemos el trabajo, pero al perro le damos a entender que está jugando con nosotros. Le enseñamos el aroma y le hacemos creer que su juguete huele a lo que nosotros queremos que encuentre, entonces cuando el perro llega, busca y hace la secuencia, piensa que lo que está encontrando es su juguete”.

A manera de ejercicio, los oficiales esconden una bolsa con droga en la chamarra del reportero. El perro empieza a explorar y tras unos segundos de reconocimiento, detecta el estupefaciente. Al igual que sucede con las personas, los perros tienen personalidades distintas y su forma de trabajar varía.

“Cada uno tiene su temperamento, su comportamiento e inteligencia; cuando pasan las pruebas, quiere decir que todos los perros son capaces de entrenar, son operativos pues ya fueron aceptados, pero cada uno se desarrolla de manera distinta: quizá uno es más rápido, otro dura más tiempo trabajando o detalla más la zona, en fin, cada uno tiene una ventaja y es lo que nosotros tomamos en cuenta a la hora de operar en la calle”.

El trabajo de la Unidad Canina K9, resaltan, es muy importante porque “los cánidos tienen una enorme habilidad para detectar lo que se les solicita, sino que además disminuyen los riesgos humanos”.