Van por políticas públicas para mitigar efectos de islas de calor

Por: Redacción
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Entre las causas de este fenómeno está el hecho de que “las ciudades están densamente construidas, el suelo de concreto, pocas áreas verdes y pocos cuerpos de agua, lo que favorece que la radiación solar se disperse más lentamente”

Las islas de calor urbanas (ICU) son un fenómeno inherente a las manchas urbanas, que indica la presencia de una mayor temperatura en la superficie de ciertas áreas de las ciudades, a diferencia de las zonas suburbanas, rurales o naturales cercanas.

Entre las causas de este fenómeno está el hecho de que “las ciudades están densamente construidas, el suelo de concreto, pocas áreas verdes y pocos cuerpos de agua, lo que favorece que la radiación solar se disperse más lentamente”, según la doctora Elda Luyando, investigadora del grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, citada por el sitio Ciencia UNAM.

Existen variables que hacen diferentes las islas de calor de una ciudad a otra y de un país a otro: “Tiene que ver con la localización geográfica, si es una zona alta o baja, si hay montañas alrededor, el tipo de clima que le corresponde, la forma en que ha crecido la ciudad históricamente e incluso, la economía del país”, señala la investigadora.

“En la Ciudad de México, a las seis de la mañana de algunos días de marzo, hemos encontrado diferencias de 10°C entre el centro de la ciudad y la zona rural. Hay que aclarar que no es en toda la ciudad, sino en zonas puntuales, ‘islas’ como el centro histórico, donde todo está densamente construido y hay muy poca vegetación”.

Parte de las acciones que se pueden emprender, señala el portal de la Máxima Casa de Estudios, implica la preservación de cuerpos de agua existentes y el pintar de colores claros los hogares a fin de reflejar la energía solar.

El doctor Miguel Altamirano del Carmen, del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, explicó en un taller organizado a principios de año por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) que el cambio de uso de suelo y la modificación de las superficies propician las ICU, por lo que es necesario implementar acciones locales para reducirlas y generar beneficios sociales y económicos.

Iniciativa de ley

En octubre pasado, la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica del Congreso de la Ciudad de México aprobó reformar diversas disposiciones de la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable de la Ciudad de México, para contribuir a mitigar los efectos de las ICU.

La diputada Tania Nanette Larios Pérez (PRI), presidenta de la comisión, señaló que esta iniciativa tiene por objeto establecer las bases para que las autoridades capitalinas desarrollen políticas públicas para prevenir y mitigar los efectos del fenómeno, “lo que contribuirá a mejorar la salud, calidad de vida de la ciudadanía y del aire, y disminuirá los efectos negativos de las altas temperaturas que prevalecen en la capital”.


Infraestructura verde y azul

La legisladora Tania Larios, impulsora de la iniciativa, afirma que una buena alternativa para mitigar los efectos de las ICU, es cuidar la infraestructura verde y azul. La infraestructura verde, explicó, se compone de las áreas naturales, áreas protegidas o áreas de valor ambiental, como barrancas, parques y jardines; mientras que la infraestructura azul se conforma de lagos, canales, humedales, estanques y cuerpos de agua naturales o seminaturales.