Chilango nóstalgico: las botargas de nuestra infancia

Ciudad

Años, añísimos atrás que la televisión utilizó botargas para entretener a los más pequeños de la casa y, de paso, enseñarles un poco sobre la vida

Toma asiento, respira y prepara el pañuelo para las lagrimitas que te saldrán al recordar estas series infantiles que ocupaban (por alguna misteriosa razón)  botargas para entretenernos; si no lloras, por insensible llorarás de risa al ver a estas botargas en acción. ¿Listo? Allá vamos

Odisea Burbujas

¿Estamos todos listos? Así iniciaba esta serie emitida en los años 80. Comenzó como programa de radio, pero por su éxito se pasó a la TV. Este programa estaba enfocado en crear conciencia a los más peques respecto a los problemas ambientales –que bien nos hacía y hace falta- y el uso de la imaginación, además de la creación de varias situaciones como el viajar en el tiempo o al espacio. La serie terminó en 1984 y en el 85 se perdió la utilería en el terremoto, pero en 2003 inició una nueva temporada.

 

XE-AH! Radio Aventura

En 1989 canal 5 sacó este programa infantil que contaba la historia de una radiodifusora de fantasía, en la que los micrófonos y bocina cobraban vida. La intención del programa era difundir la música de la época, en ocasiones contaban con invitados. El locutor de esta radio había heredado el inmueble en donde, periódicamente, era visitado por un fantasma. Para salvaguardar la estación era acompañado por un mapache antropomórfico, es decir, la botarga del programa que se dice era ocupada por Eugenio Derbez.

 

Plaza Sésamo

¿Quién no recuerda a Abelardo? Ese enorme pájaro con voz chillona que formaba parte de Plaza Sésamo. Esta serie está enfocada en niños que cursaban el preescolar, en el programa les mostraban y enseñaban desde los colores, números o acciones como el cercaaaaa, lejooooos. El elenco del programa estaba conformado por humanos, en el que ocasionalmente invitaban a artistas, y claro, los muppets o botargas como lola, Archivaldo, Elmo o los inigualables Beto y Enrique.

 

Bear en la casa azul

Este peculiar y peludo oso vivía en una casa azul llena de títeres que le ayudaban a resolver problemas y explorar diversos temas. Además, solía hablar con la luna y recitarle algunas melodías o platicaba con su fiel amiga sombra, que además le contaba historias. Su enorme carisma lo ha mantenido en algunos países de Latinoamérica como un favorito de los niños y -sin penita- de uno que otro adulto.

 

Mi gran amigo azul 

Esta serie contaba con un dragón bebé que vivía con Ana, una chica que le ayudaba a resolver problemas dignos de un bebé. Su casa estaba hecha de cartón, así como todo lo que estaba en ella, en la que además tenía grandes charlas con su reloj de pared. Esta fue una de las series con las que Canal Once le llegaba a los peques, que además iban aprendiendo junto con azul las cotidianidades de la vida. Así que seguro recordarás como le respondías a Ana a través del televisor y te sentías un experto gritando la respuesta.

 

Juana la iguana

Esta peculiar iguana era una cantante que mostraba a los niños que podían aprender a través de la música. En cada episodio hacían uso de la imaginación  e intentaban crear un mundo mejor para habitar. Esta serie fue hecha en Venezuela pero tuvo réplica en otros países de habla hispana en los que tuvo un buen recibimiento, a la fecha puedes encontrar algunas de sus melodías en Spotify o YouTube.

 

El castillo de Eureka 

¡Eureka! Esta serie de inicios de los 90 contaba la historia de una hechicera que vivía en un castillo musical –que envidia- que además pertenecía a un gigante, ya que era una caja musical en forma de castillo. Esta hechicera estaba acompañada por sus amiguitos Batly, un murciealo que necesitaba lentes; Bog, Quagmire y demás personajes que le ayudaban a enseñarle a los niños los valores humanos.

 

Yo gabba gabba!

No hay aventura musical más grande que Yo gabba gabba. El programa mostraba a los más pequeños un tema por cada episodio, desde cómo moverse, socializar con demás niños, compartir  y hasta cómo probar nuevos alimentos. En ocaciones tenían invitados especiales. Este programa tuvo un gran éxito que lo llevó a crear giras con espectáculos en vivo, así como juguetes de las botargas.

 

Bananas en pijamas

¡Zúmbale! ¿Estás pensando lo que estoy pensando, Bananín? ¡Creo que si, Bananón! ¡Es hora de actuar! Y así comenzaban las historias de estas bananas antropomórficas que vivian en la avenida de los abrazos junto con osos y la Sra. Rata. La serie estuvo inspirada en una canción estadounidense de los 60, no por nada estaba cargada de música.

 

Barney y sus amigos

No, no nos olvidamos de Barney. Sí, fue la principal inspiración para este Chilango nostálgico y es que cómo olvidar a este dinosaurio morado –por fin no es azul- con voz chillante que nos mostró el mundo a través de sus canciones y pequeñas rutinas de baile. Este dinosaurio ha cautivado a más de un chilango que pidió a grito desesperado le compraran la versión peluche para traer a todos lados, aunque ahora algunos renieguen, es seguro que por lo menos una pequeña temporada hayan estado frente al televisor cantando barney es un dinosaurio… después de la escuela juega todos muy contentos… el abc y el 1 2 3 también son sus amigos…

 

Teletubbies

¡¡Es la hora de los teletuuuuuubbies!! Esta serie estaba dirigida a los más pequeñitos y aín no sabemos ciencia cierta qué eran, pero eran distinguidos por sus grandes orejas y una como antena en la cabeza. Mucho se dijo de esta serie, como que en realidad eran unos muñecos endemoniados o algo así, lo cierto es que muchos crecieron al lado de estas botargas bebés.

 

(Fotos: cortesía)