La jefa de Gobierno anunció la declaratoria de 10 ahuehuetes, un fresno y un laurel de la India como árboles patrimoniales de la CDMX
Con la intención de reconocer su valor histórico, ambiental y cultural, y en el marco de una estrategia integral de conservación del arbolado urbano, el gobierno capitalino declaró como patrimoniales a 12 ejemplares ubicados en distintas alcaldías. Diez son ahuehuetes monumentales: cuatro se localizan en la alcaldía Cuauhtémoc, dos en Azcapotzalco, otros dos en Coyoacán, uno más en Miguel Hidalgo y otro en Xochimilco. La lista también incluye un laurel de la India en Benito Juárez y un fresno en Coyoacán.
La medida fue anunciada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, durante un evento conmemorativo por el Día Mundial del Árbol, realizado en Santa Catarina, Azcapotzalco, el pasado 27 de junio. Ahí, la mandataria reconoció como patrimonio natural a un ahuehuete de aproximadamente 700 años conocido como “El Viejo del Agua”, y señaló que la ciudad contará por primera vez con una política pública integral para el cuidado de sus árboles.
“El árbol es símbolo de la vida, de la historia, del cuidado del medio ambiente. Nos da oxígeno, nos da sombra, nos da belleza… Los árboles no son un ornamento, no son un lujo, los árboles son vida”, dijo Brugada Molina.
Laureano, un caso impulsado por la organización vecinal
Los árboles incluidos en esta primera declaratoria se distribuyen en varias alcaldías y representan diferentes especies con valor ambiental, histórico o comunitario. Entre ellos, destaca “Laureano”, un ejemplar de laurel de la India que se volvió símbolo de resistencia vecinal en la colonia Tlacoquemécatl del Valle, donde vecinxs organizaron un movimiento para impedir su posible afectación por una obra inmobiliaria.
“Es cierto que faltan algunos pasos más, pero vamos en la línea correcta. Lo que nos ayudó mucho fue la declaratoria de la jefa de Gobierno”, expresó Patricia Solano, vocera del movimiento vecinal Salvemos a Laureano, pues actualmente se encuentra en curso la elaboración de tres dictámenes técnicos: uno por parte de la inmobiliaria Núcleo Urbano, otro de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), y uno más elaborado por especialistas contratados por lxs vecinxs para evaluar el impacto real de la construcción sobre el laurel y sus raíces. La presión vecinal logró no sólo visibilizar el caso, sino impulsar una política más amplia de protección arbórea en la ciudad.
Como parte de esta nueva política, Clara Brugada anunció que se realizará un inventario completo del arbolado urbano, que incluirá datos georreferenciados sobre su estado, ubicación, especie, necesidades de poda, retiro o reforestación. Además, se dotará de recursos a la Secretaría del Medio Ambiente y a la Secretaría de Obras para su atención especializada. “Vamos a tener por primera vez una radiografía completa del arbolado urbano de la ciudad”, señaló la jefa de Gobierno.
Ciudadanía podrá proponer nuevos árboles patrimoniales
También se abrirá una convocatoria pública para que la ciudadanía proponga árboles que merezcan ser nombrados como patrimoniales y puedan incluso ser bautizados por la comunidad. Puedes consultar la convocatoria y nominar a un árbol a través del micrositio de Sedema en data.sedema.cdmx.gob.mx:9000/arbolespatrimoniales/.
El anuncio fue recibido con entusiasmo por vecinxs que han encabezado luchas por la defensa del espacio verde en sus colonias. Para colectivos como Salvemos a Laureano, la declaratoria representa un avance institucional tras semanas de exigencia ciudadana.
“Estamos a punto de lograrlo y, ya con la declaratoria, una vez que tengamos el certificado, todos [la inmobiliaria, Sedema, la comunidad] tendremos que alinearnos para mantener a este arbolito a salvo”, expresó Solano.
La declaratoria de estos primeros árboles establece una base legal para su preservación y regula cualquier intervención que pueda afectarlos. En las próximas semanas continuará el proceso para integrar nuevas propuestas ciudadanas y avanzar con el inventario técnico del arbolado urbano.
Un árbol patrimonial debe cumpllr con 3 condiciones: medir mínimo 20 metros de altura, tener al menos 100 años de vida y ubicarse en un espacio público
