“SOY LEYENDA”: EL TRIUNFAL REGRESO DE EL SEÑOR MARATÓN A LOS 42 KM

Por: Redacción
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NACIDO EN LA COLONIA GUERRERO, DON MIGUEL ES EL ÚNICO CORREDOR QUE HA PARTICIPADO EN 39 DE LAS 40 EDICIONES DEL MARATÓN DE LA CDMX; TRAS RECUPERARSE DE LAS SECUELAS DEL COVID-19, VOLVIÓ CON TODO

Su amor por el deporte lo convirtió en el único participante de 39 ediciones del Maratón de la Ciudad de México; sólo faltó en 2022 porque, como muchos, enfermó de Covid-19, que le atacó tan fuerte que pese a sus ganas por acudir a la salida de la competencia, no pudo levantarse de la cama. No obstante, don Miguel Ángel Vargas regresó con más ganas que nunca a ocupar un lugar entre los 30 mil participantes que el domingo pasado buscaron la meta. Conocido como “El señor maratón”, de 75 años, conversó con Máspormás sobre su experiencia desde que inició la justa deportiva en 1983, cuando corrió por primera vez los 42 kilómetros.

¿Por qué empezó a correr?

Un día estaba sentado, y vi a un joven allí en la pista de entrenamiento del Instituto Politécnico Nacional; yo estaba en una banca y conté que hizo 30 vueltas a la pista y allí empezó mi curiosidad por correr. Luego, más o menos en 1980, iba con mi esposa por el Eje 2 e Insurgentes y vi pasar por la calle a Rodolfo Gómez con un grupo de corredores, me bajé del carro y me fui con ellos… ¡Traía tenis, es lo bueno!, y empezó mi gusto.

¿Qué le decía su familia sobre correr cada año el Maratón de la CDMX?

No se preocupaban. Ya sabían que era parte de mi trabajo o de mi rutina. Lo consideras como parte de un trabajo, de tus compromisos de vida, así que siempre ha habido ese apoyo y esa comprensión.

¿Cuál maratón ha sido el más difícil?

El último porque hice más de siete horas. Yo venía muy malo de la ciática y así lo corrí. Pasé el kilómetro 16 y pensé que ya había acabado para mí el maratón, pero mucha gente estuvo apoyándome para seguir. En la meta ya me estaba esperando la gente de Canal Once para terminar mi entrevista, pero ya no había gente, ya no había nadie, estaba hasta levantando y me esperaban los de las personas del cronometraje terminé en 7 horas con 15 minutos… Pero lo mejor es que pude darme cuenta de cuánto es lo que tu cuerpo puede resistir para lograr tus metas.

¿Cómo se siente de regresar este año?

Bien, de regreso a la fiesta. Dios me ha dado la oportunidad de regresar, aunque corra nada más que la mitad… Además, ya hice los 38 anteriores.

¿Los disfruta?

Los maratones no son tan bonitos, son mucho sacrificio, más cuando uno enfrenta algunas dificultades, como cuando me rompí el pie izquierdo y desde entonces lo corro con ocho tornillos en él; otra vez se me desgarró un glúteo, a sólo 20 metros de tomar la salida, lloraba de coraje y lo terminé como en 5 horas con 30 minutos… ¡pero acabé!

¿Recuerda algún momento especial en los maratones?

El de 1985 fue muy emotivo, triste pero emotivo porque se iba a realizar en septiembre, pero con el temblor se pospuso hasta octubre y fue muy asombroso ver las ruinas en tantas calles, el sufrimiento de la gente que se había quedado sin hogar, pero a la vez esa misma gente salía a la calle para apoyarnos, para darnos una porra y eso fue muy bonito porque fue una forma de decir: “Vamos a salir adelante”.

¿Qué le dice a quienes los corren por primera vez?

Que lo disfruten y se preparen bien para que puedan resistirlo; que se acerquen a alguien que ya lo haya hecho para que lo vaya preparando, jalando y asesorando; que tengan fe y se comprometan con el maratón; que se vuelvan seres ilimitados, porque muchos que empiezan dicen: “Está muy pesado y no voy a poder”, pero Dios te dio un cuerpo ilimitado y llegará hasta donde quieras.

¿Cómo entrena luego del Covid-19?

Poco, he hecho 15 o 16 kilómetros pero ya entré a otra fase del cómo corro en el Maratón de la Ciudad de México. Antes era historia, pero creo que ahora soy leyenda.

“SOY GUERRERO”

Don Miguel Ángel Vargas dice estar agradecido con el público y principalmente con los niños, porque “cuando pasamos y ya vamos por el kilómetro 38 o 40, se acerca la mano salvadora de un niño y nos dice ‘un dulce y un refresco’, tenemos que ver esa importancia porque son nuestra motivación, nuestros seres amados. Este maratón, desde que lo conozco, nos ha dado muchas cosas bellas; y los videos yo ni me lo esperaba, pero ahí estamos dando lata. Nací en la colonia Guerrero y digo: ‘Soy guerrero de la Guerrero, hoy gladiador y mañana quiero morir como titán’”.

Fotografía: cortesía. Texto por Katya López Cedillo