México, pionero en siembra de nubes desde los cuarenta

Por: Redacción
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El Grupo de Física de Nubes de la UNAM explica que el experimento de mayor duración en el mundo se realizó entre 1948 y finales de la década de los setenta en Puebla

El concepto de “bombardeo de nubes” hizo eco en redes sociales y medios informativos durante los primeros meses del año, cuando la Secretaría de Cultura y Desarrollo Rural puso en marcha el programa de Estimulación de lluvias, con el fin de contrarrestar la sequía en zonas agrícolas y ganaderas.

Aunque estas acciones comenzaron desde 2021 en proyectos regionales en Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Coahuila, Durango y Zacatecas, fue en marzo de 2023 cuando llegaron al Valle de México, ante la crisis hídrica que atraviesa la Ciudad de México, por la disminución de agua que proviene del Sistema Cutzamala.

Según el gobierno federal, los orígenes científicos de esta práctica radican en las investigaciones del equipo del doctor Irving Langmuir, Premio Nobel de Química de 1936; no obstante, de acuerdo con el Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, México ha sido pionero en el uso de técnicas de siembra de nubes para el aumento de la precipitación.

En un artículo publicado por el Grupo de Física de Nubes del instituto, explican que el experimento de mayor duración en el mundo se realizó continuamente entre 1948 y finales de la década de 1970 en Necaxa, Puebla. “En dicho proyecto, que fue ejecutado por la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, se utilizaron técnicas de siembra de partículas de yoduro de plata mediante quemadores de acetona desde la superficie. Los resultados nunca fueron concluyentes”.


Más tarde, en las décadas de 1970 y 1980, el Servicio Meteorológico Nacional impulsó la siembra operacional de nubes con yoduro de plata, mediante bengalas colocadas en alas de aviones que, ocasionalmente, contaban con alguna instrumentación de microfísica de nubes. Los principales lugares del país donde esto se llevó a cabo fueron los estados de Sonora y Sinaloa.


Posteriormente durante la década de 1990, dos experimentos científicos de siembra de nubes se llevaron a cabo en los estados de Coahuila y Durango, en un intento por incrementar la precipitación en regiones afectadas por sequía. Los investigadores de la UNAM señalan que “en estos proyectos se utilizaron aviones que arrojaban sustancias químicas higroscópicas a las nubes.

Estos son los únicos experimentos realizados en México que hayan contado con un diseño científico– utilizando la técnica de siembra aleatoria de nubes– de los que los presentes autores tengan noticia. Ambos estuvieron basados en una metodología desarrollada en Sudáfrica y proponían reproducir y verificar los resultados obtenidos en aquel país”.

¿Bombardeo?

A la técnica usada durante los meses de marzo, abril y mayo pasados sobre el Sistema Cutzamala se le llamó “bombardeo de nubes”, debido a que en esta actividad participaron aviones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que “bombardearon” las nubes de esta región del Valle de México con las moléculas de yoduro de plata. Al ser este compuesto químico similar a una molécula de agua en estado sólido, se adhiere a las nubes, provocando que ganen volumen y peso.