La luz solar eleva nuestros niveles de energía, serotonina y endorfinas, haciéndonos sentir de maravilla… ¡Pero cuidado! El exceso en nuestra piel acelera el envejecimiento y da paso a arrugas y manchas
En estas fechas, el frío hace que extrañemos el apapacho de la luz del sol; sin embargo, también hemos escuchado que demasiado de ella puede hacernos mucho daño. Entonces, ¿asolearse es bueno o malo? Como todo, siempre hay pros y contras. Aquí te los contamos.
Pros
¡Buenos días, señor sol!
La luz solar es como la alarma natural del cuerpo, notificándole cuando ya es hora de levantarse y activarse. ¿Quién necesita café con ese sol matutino?
El ánimo radiante
La luz solar eleva nuestros niveles de energía, serotonina y endorfinas, haciéndonos sentir de maravilla y alejando a la tristeza, la depresión y otros posibles trastornos.
Vitamina D, la amiga de los huesos
La exposición solar es la forma más natural de obtener vitamina D, esencial para huesos fuertes y un sistema inmune eficiente y saludable.
Contras
Calor extremo, ¡ouch!
Estar bajo el sol por mucho tiempo puede llevarte de un bronceado atractivo a una quemadura enrojecida, dolorosa y hasta peligrosa. ¡La moderación es la clave!
Arrugas y manchas, no gracias
El sol es un maestro en arte abstracto pero eso no es tan bueno para tu piel. El exceso acelera el envejecimiento y da paso a arrugas y manchas tempraneras.
El lado sombrío: cáncer de piel
Por desgracia, el exceso de sol puede desencadenar el cáncer de piel, uno de los perjuicios más temibles. Usa protector solar y no te asolees entre las 11:00 y las 14:00 horas.
Recuerda, como en todo en la vida, la clave está en el equilibrio. Disfruta del sol pero hazlo con conciencia y protegiéndote. ¡La luz solar es genial, pero la salud es primero!
