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11/04/2021
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Éramos supermodernos en los 40

Hace un par de años, el dueto español Marlango hizo una gira llamada Delicatessen en la que redujeron sus herramientas sobre el escenario a piano y voz. Aquella gira iba a ser muy corta, casi a manera de calentamiento previo antes de entrar al estudio para ponerse a componer el que sería su siguiente álbum luego de El porvenir (2014).

Al final, Leonor Watling y Alejandro Pelayo dieron varias decenas de conciertos que les dieron mucho material para trabajar. Así cobró forma Technicolor, el disco que vienen a presentar el próximo sábado en el Lunario, uno en el que consiguen mostrar la esencia de lo que hacen, ese pop proveniente de otras épocas que ha decidido incorporar el silencio como uno más de los elementos protagónicos de la canción.

“Quitamos guitarra, quitamos bajos y eso es Technicolor”, cuenta Leonor.

Para este séptimo álbum, trabajaron con el productor Vicent Huma, persiguiendo la creación de una especie de banda sonora para un filme inexistente, que al final resultó en el de 10 breves películas que no tienen necesariamente un hilo conductor.

“No hay una narrativa, pero como letrista me ayudó mucho la idea de que fueran películas o personajes”.

¿Qué hallaron en los conciertos a piano y voz para sumar a lo nuevo?

Trabajando con piano y voz, lo que se disfruta mucho también es el silencio.Es como un vestido sin forro. Alejandro dice a veces que la guitarra y el bajo son como el forro de los vestidos o los abrigos, y sin ellos, tienes mucha más libertad. Parece cabaret, y las canciones empiezan en un lugar y acaban en otro. Estábamos buscando eso.


¿Cómo se dan las colaboraciones de Coque Malla y El David Aguilar?

Con Coque tenemos la suerte de ser amigos, y de “Poco a poco (la pena se va)” hemos grabado muchas versiones porque a Vicent Huma, el productor, le costaba mucho encontrarla. Es una canción complicada, buscamos que no fuera muy cursi, que no fuera tan repetitiva… Tiene un equilibrio muy fino, para que no se pierda lo que está diciendo. Coque Malla entró a cantarla, y como tiene una manera de cantar callejera y tan de arrastrar los pies, tan maravillosa, a la canción le ayudó muchísimo. Y a El David Aguilar, yo lo conozco y le pedimos que participara en esta canción de “Un momento perfecto”. Tiene una manera de entender la música tan bonita, hace unas voces, unas armonías… Aparte, creo que tenemos algo en común su proyecto y el nuestro. Éramos supermodernos en los 40. Estamos desfasados. Él iba a venir a cantar con nosotros, pero felizmente está nominado a un Latin Grammy, así que estará en Las Vegas.

Menciona tres de tus temas favoritos del disco.

“Un momento perfecto”, la canción con El David, porque suena como uno piensa en su cabeza que va a sonar. “El veneno” me encanta porque hemos logrado hacer una cosa muy sencilla y que transmite lo que queríamos. Y “Los desertores”, por el piano de Alejandro, las cuerdas y la atmósfera… Por cómo produjo Vicent Huma esa canción, tiene una atmósfera con temperatura propia.