Grandes joyas escondidas en las tierras de Catar

Fotografía: Shutterstock

Las monumentales sorpresas que guarda el anfitrión del Mundial

Catar es poseedor de un gran desarrollo arquitectónico y cultural que vale la pena mirar de cerca. Así que guarda por un momento el desánimo por la eliminación de México y déjate llevar por sus arenas para descubrir sus preciosidades, aunque sea desde la web

Antes de que fuera seleccionado como sede de la Copa Mundial de Futbol 2022, Catar era como una tierra desconocida. Es uno de los países más rico del mundo y tiene su nombre detrás de varios negocios con alcance internacional; sin embargo, lo cierto es que pasaba desapercibido como un destino turístico de Medio Oriente. Mucho se ha dicho de como este gran evento deportivo se encarga de darle proyección a una nación frente a los demás y, ahora que tiene la atención, vale la pena conocer qué tesoros resguarda en su interior.

Museo de Arte Islámico

Más de 11 mil objetos se encargan de ilustrar al público sobre el patrimonio de la cultura islámica alrededor del mundo en este recinto inaugurado en 2008. Provenientes de tres continentes y de los siglos VII al XX, entre las piezas que se pueden admirar hay manuscritos, cerámica, textiles y piedras preciosas, así como arte creado con metal, vidrio, marfil y madera. Sus maravillas son presentadas en diferentes exposiciones temporales que atraen a miles de visitantes anualmente. No obstante, parte de su poder de atracción está en su impresionante forma arquitectónica, diseñada por el arquitecto estadounidense de origen chino Ieoh Ming Pei. Hace poco fue remodelado y reabrió sus puertas el pasado 5 de octubre.

Al Zubarah

La zona arqueológica más grande de Catar conserva en su extensión de 2.5 kilómetros partes de antiguas casas residenciales, mercados, muros defensivos, cabañas, mezquitas y más que dan una muestra del pasado perlero del país. Fundado en el siglo XVIII, fue un asentamiento sumamente importante hasta que un gran incendio, provocado por ataques de otras potencias del Golfo, lo afectó en 1811. Posterior a ello, a inicios del siglo XX fue abandonado. En su espacio destaca la estructura del fuerte del mismo nombre. Curiosamente este es más nuevo de lo que aparenta, ya que fue mandado a hacer en 1938 sobre las ruinas de un castillo por el jeque Abdullah bin Jassim Al Thani y quedó desocupado en 1980. En 2013 la Unesco reconoció al sitio como Patrimonio de la Humanidad.

The Pearl

Hablando de la herencia comercial del territorio, es momento de acercarse a esta isla artificial de casi cuatro millones de metros cuadrados. Localizada al norte de Doha, es un espacio verdaderamente lujoso, rodeado de yates y con villas y torres residenciales en su interior. De esta “riviera arábiga” cautivan sus jardínes y comercios, tales como sus cafeterías o tiendas, pero también uno de sus barrios principales: Qanat Quartier, inspirado en Venecia. Cabe decir que fue el primer espacio que aceptó la propiedad absoluta de bienes raíces de ciudadanos extranjeros. 

Souq Waqif

Mientras la modernidad absorbe a Catar con arquitectura de lujo, su capital, Doha, cuenta con uno de los espacios comerciales más tradicionales del país. Este zoco lleva por nombre Souq Waqif, que significa “mercado de pie”, porque hace referencia a los comerciantes que siempre están parados en sus negocios. Fue fundado a finales del siglo XIX y era visitado principalmente por beduinos. Aquí hay de todo tipo de productos: muebles, telas, especias, artesanías… Y mucho más por disfrutar. Por ejemplo, tiene un área dedicada a la cetrería, donde es posible sostener un halcón, y un centro de arte con obras en venta. Tampoco faltan las muestras de gastronomía.

Katara

El proyecto cultural más grande de esta nación surgió por solicitud del jeque Hamad bin Jalifa Al Thani. La villa se llamó así pensando en el nombre que ha cargado el territorio peninsular en mapas desde el año 150 d.C., es decir, Catara, aunque Katara fue utilizado a principios del siglo XVIII. Sus rincones no solo cuentan con manifestaciones culturales como exposiciones, conciertos y más; también guardan interesantes edificaciones y hasta una playa pública. Aquí está la famosa Mezquita de Oro, que es conocida por su revestimiento con azulejo dorado que resplandece con el sol, y un anfiteatro muy especial por su estilo griego mezclado con influencias islámicas.