Fotografía: Cortesía.
Cada sábado por la tarde se puede constatar la devoción de cientos de personas que se arremolinan en estas calles para disfrutar de diversos espectáculos
En la Ciudad de México hay una colonia que fue declarada como Zona Patrimonial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) por albergar diez teatros. Se trata de la San Rafael, en la alcaldía Cuauhtémoc, que se encuentra delimitada por calles como Ribera de San Cosme, Insurgentes y el Circuito Interior.
El Fondo de Promoción Turística de la Ciudad de México hizo una breve descripción sobre su origen: “Cuando los terrenos aledaños pertenecientes al rancho San Rafael y el Cebollón, fueron adquiridos por los señores Tron, Signoret y García quienes fraccionaron los terrenos; y finalmente sumando propiedades del rancho Casablanca, Arquitectos y el rancho de San Rafael […] De 1858 a 1883, se estableció la colonia de los Arquitectos; en 1884 a 1899 se fracciona el Rancho San Rafael; y de 1900 a 1910 se anexa el rancho Casa Blanca y todo este territorio formó la colonia San Rafael”, explicó el Fondo.
Con los años, se convirtió en sede de los 10 teatros que se mantienen en funcionamiento.
El Sistema de Información Cultural detalla sobre la ubicación de cada uno: Teatro Venustiano Carranza, en Antonio Caso 67; Aldama, en Rosas Moreno 71; Jorge Negrete, en Manuel Ignacio Altamirano 128; Espacio Universitario de Cultura Off Spring, en Francisco Pimentel 14; Virginia Fábregas, en Velázquez de León 29; Teatro México Centro Teatral Manolo Fábregas, Renacimiento y Fernando Soler, en Velázquez de León 31; San Rafael, en Virginia Fábregas 40; Teatro al Aire Libre Juan Ruiz de Alarcón, en Circuito Interior y Ribera de San Cosme.
Historia legendaria
Entre los años 1940-1950, según la historia que narran las autoridades, la colonia arropó magníficos centros de diversión, cines y teatros de fastuosa decoración y amplias salas donde se realizaban los estrenos de exitosas obras.
El “Broadway de México”, como le llamaban algunos. Así se crearon espacios como el Teatro Aldama, el Cine Encanto (1937), el Cine Ópera, por citar algunos.
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