La Coordinadora Nacional Agua Para Todos planteará una propuesta de ley de agua. Arte: Andree Ávalos

Cómo regular el agua

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Ciudadanos plantean cómo garantizar el suministro en una ciudad donde cada habitante consume el triple de lo necesario.

ARTE: ANDREE ÁVALOS

A pesar de contar con un manantial, el pueblo de San Bartolo Ameyalco, en la delegación Álvaro Obregón, padece escasez de agua desde hace 26 años. La manera de surtirse ha sido con pipas, pero hace dos años el gobierno de la ciudad inicio un proyecto hidráulico para abastecer con agua la región, a partir de la conexión del manantial al sistema Lerma-Cutzamala.

El proyecto comenzó entre protestas vecinales y enfrentamientos entre granaderos y pobladores de la zona, pues estos últimos temían que el manantial se contaminara o, peor aún, que el agua fuese extraída para abastecer a otras zonas de la ciudad.

Dos años después, y a pesar de la puesta en marcha del proyecto, los pobladores aún padecen escasez de agua y se siguen abasteciendo con pipas.

Este es apenas uno de los problemas que existen en varias zonas de la Ciudad de México, donde el consumo promedio por persona es de 307 litros de agua al día, cuando podría ser de 96 litros, de acuerdo con estadísticas del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).

Una propuesta ciudadana

Desde hace seis años un grupo llamado Coordinadora Nacional Agua para Todos impulsa una Ley de Agua, que integra en gran medida propuestas de la sociedad civil.

Se trata de 39 organizaciones regionales y 15 organizaciones y redes nacionales que incluyen académicos, representantes de pueblos originarios, ciudadanos y organizaciones no gubernamentales, principalmente.

Entre las propuestas que plantean dentro de su proyecto de ley se encuentran mejorar la administración del agua disponible, buscar opciones sustentables que permitan la restauración de suelos y ecosistemas naturales.

“Existen otras alternativas sin necesidad de que se derive en recursos extraordinarios: la captación de agua de lluvia, el reciclaje de aguas residuales y el buen manejo de la Cuenca alta”, explica Pedro Moctezuma, coordinador del Programa de Investigación Sierra Nevada de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Iztapalapa e integrante de la iniciativa.

Una de sus principales propuestas es que se instaure una Junta de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en la Ciudad de México, que se encargue de evaluar los servicios del agua, autorizar licencias para obras inmobiliarias y aprobar o modificar el Plan de Desarrollo Urbano, según la disponibilidad de agua.

Esta junta, de acuerdo con la propuesta, se integraría por la sociedad civil y representantes del gobierno federal y estatal.

La gran bola de nieve

Uno de los principales problemas que actualmente tiene la Ciudad de México es la poca disponibilidad de agua. Se considera que menos de mil metros cúbicos al año por habitante es una disponibilidad extremadamente baja: en la Ciudad de México la disponibilidad es de la mitad, de acuerdo con el Sacmex.

Esto ocasiona que se tengan que buscar nuevas alternativas para conseguir el agua, una de ellas es excavar más profundo para buscarla, ya que los pozos cercanos a la superficie están sobreexplotados.

El acuífero que suministra agua al valle de México tiene un déficit anual de 764 mil metros cúbicos al año, equivalentes al volumen de agua que cabría en 382 veces el Estadio Azteca.

A eso habría que sumar que en la capital se desperdician 12,000 litros en fugas.

Para buscar un nuevo acuífero, el gobierno de la ciudad y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en conjunto con Petróleos Mexicanos, comenzaron una excavación profunda en la zona de Magdalena Mixhuca, pero hasta la fecha no han encontrado nada.

También en 2015 comenzó a funcionar el Pozo Profundo de San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa, donde el agua también es extraída a dos mil metros para enviar 60 litros por segundo a la Planta Potabilizadora de la Agrícola Oriental.

Este tipo de exploraciones y extracciones profundas, aunadas a los pozos existentes, han causado diversos hundimientos en varias zonas de la Ciudad de México.

“Hemos pasado de exploraciones de 400 metros, a dos mil metros, lo cual genera hundimientos regionales”, alerta Moctezuma, quien considera que la perforación de pozos pone en riesgo la sustentabilidad del Valle de México.

Un esfuerzo ciudadano

La mayoría de las propuestas de Agua para Todos se consiguieron a través de foros, talleres, seminarios y encuentros con especialistas y han optado por no tener acercamiento con las autoridades como el Sacmex y Conagua.

“Nuestro interés es acercarnos con los ciudadanos”, dice Pedro Moctezuma, quien explica que a partir de noviembre comenzarán a promover debates estatales sobre el manejo del agua.

Hasta la fecha, la iniciativa ha recabado alrededor de 90 mil firmas en todo el país y aún les falta recolectar otras 40 mil para que su propuesta de ley sea recibida por las autoridades. De conseguirlas, a finales de este año presentarían la Ley Ciudadana de Aguas ante el Congreso.

En cifras:

  • 55 años tiene garantizado el suministro de agua la ciudad, de acuerdo con el Sacmex.
  • 69% será el recorte que este año se hará en el presupuesto del Sistema de Aguas.
  • 130 mil firmas necesita la iniciativa Agua para Todos para poder presentar su propuesta.