Un espacio en CDMX para el hacktivismo

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En la obrera, este colectivo busca redefinir la idea que tenemos de los hackers. Te contamos de qué se trata Rancho electrónico, a qué se dedican y cómo puedes acercarte

“No te diremos ninguno de nuestros nombres”. Esa es la única condición que los integrantes de Rancho Electrónico pusieron para darnos esta entrevista.

En medio del misterio, llegamos a la cita y nos encontramos con cuatro personas, quienes prefieren hablar en plural; proteger su anonimato, explican, forma parte de los principios del proyecto. De inmediato, nos sentimos como en una escena de la película El club de la pelea, en la que la primera regla es que nadie habla del club.

Abierto para todo el público desde hace cinco años, autofinanciado e independiente del gobierno y de empresas tecnológicas, el Rancho Electrónico —ubicado en Lorenzo Boturini 61, en la colonia Obrera— se define como un espacio de hacktivismo destinado a la creatividad, al goce colectivo y a la experimentación con diversas tecnologías con el fin de liberar el conocimiento.

El trabajo que este colectivo ha realizado a favor de la privacidad y seguridad digital lo hicieron acreedor el premio BOB (Best of the Blogs), que otorga la radiodifusora alemana Deutsche Welle, en la edición de 2015, pero este no es su único enfoque.

“Nuestra idea del hacktivismo consiste en que existen otras formas de organizarse, construir proyectos y generar comunidad. Creemos que las cosas pueden hacerse más allá de lo establecido y que la tecnología no está ligada únicamente a las computadoras”, explican. “Se trata de hackearnos. O vivimos con el miedo a ser vigilados (y otros riesgos tecnológicos) o nos juntamos y pensamos cómo solucionamos ese miedo para vivir de una manera más libre. Nos interesa resolver necesidades y problemas comunes a través de la distribución del conocimiento”, cuentan los cuatro entrevistados.

Una comunidad hacktivista: qué es y cómo funciona

Rancho Electrónico es un hackerspace, es decir, un espacio en el que hackers, hacktivistas y usuarios de software libre se reúnen para experimentar con diversas tecnologías. De acuerdo con la definición del proyecto: “El Rancho es y trabaja para ser una colectividad libre (…), buscamos anular las jerarquías del conocimiento y preferimos compartir saberes entre todxs. Esta comunidad trabaja para que el espacio sea adecuado para el desarrollo de proyectos y muchos tipos de eventos y actividades”.

La comunidad de Rancho Electrónico está conformada por entre 50 y 400 integrantes —al ser libre y abierta; presencial, virtual y colaborativa es imposible cuantificar un total— y realiza diferentes actividades y proyectos sin costo. Organizan asambleas, talleres y pláticas que van desde costura o cocina hasta seguridad digital, criptografía, desarrollo web y cine. Pero también se involucran en otras actividades, como el desarrollo de una biblioteca digital y, próximamente, un canal de televisión. Aquí, todos tienen el mismo objetivo: liberar el conocimiento de las instituciones y empoderar a las personas.

“En Rancho Electrónico se realizan actividades múltiples. Nos inspiramos en el software libre, que comparte conocimiento sin fines de lucro. Creemos que en las comunidades se puede generar conocimiento que puede ser útil para sus miembros”, nos explica uno de los integrantes del Rancho Electrónico.

Durante la entrevista, ya con más confianza, agregan que si bien las actividades no tienen costo, tampoco son gratuitas. La organización de este lugar se da a través de una asamblea en la que todos los martes, de 19:00 a 21:00 horas, los integrantes se reúnen para platicar, planear actividades, organizar el calendario y definir tareas y labores operativas.

Además, tienen un modelo de cooperación colectiva para sostenerse, lo que implicar que cada uno de los integrantes del colectivo realiza un pago según su economía. Esa cuota se puede aportar a través de conocimiento, trabajo, donaciones en especie o de forma monetaria.

Cómo ser hacktivista y crear conocimiento

Ser parte de esta comunidad no es complicado, todo lo contrario: sus actividades son abiertas al público y, a menos que la demanda sea muy alta, no tienen una inscripción.

Además, de acuerdo con la definición de Rancho Electrónico, cualquier persona puede convertirse en un hacker, lo que indica que no se necesitan conocimientos previos ni avanzados o especializados en tecnologías de la información para unirte a este grupo.

“Un hacker es aquel que emplea su inteligencia e imaginación con un espíritu juguetón para cambiar las cosas y las formas en las que vive”, se lee en su página web. “No se limita a la informática, puedes hackear desde las ciencias, el bordado, las interacciones sociales, hasta la cocina. En otras palabras, consideramos que uno puede cambiar y en el mejor de los casos mejorar las cosas que ya existen y que a veces son consideradas imposibles de cambiar”.

Si estás interesado en ser parte de este Rancho y convertirte en un hacker con causa o a favor de la comunidad, el primer contacto para unirte puede ser vía e-mail ([email protected]) o con una visita al espacio físico. Para esto deberás acudir a sus instalaciones de lunes a viernes entre las 10:00 y las 21:00, o los fines de semana entre el mediodía y las 19:00.