Un estudio revela que aunque el Metrobús cuenta con instalaciones para personas con discapacidad. Arte Michel Laris

Metrobús casi accesible

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Un estudio revela que aunque este transporte cuenta con instalaciones para personas con discapacidad, no es 100% accesible.

ARTE: MICHEL LARIS

Las estaciones del Metrobús están acondicionadas para atender a personas con discapacidad, pero especialistas y usuarios aseguran que no son 100% accesibles, menos en horas de alta demanda.

En horas pico, una persona con discapacidad puede pasar más de 20 minutos esperando abordar y quienes utilizan silla de ruedas son los más afectados, ya que no hay forma en la que puedan ingresar y en la mayoría de los casos los otros usuarios son quienes no lo permiten.

Las instalaciones de este transporte están acodicionadas con espacios reservados, guías táctiles y servicio de asistencia en estaciones terminales. En algunas rutas, incluso hay notificaciones audibles.

Pese a ello, para las más de 500 mil personas con discapacidad que viven en la ciudad —y habría que sumar a otros usuarios como adultos mayores — es difícil trasladarse en este transporte.

Este sector de la población, incluso tiene que cambiar sus horarios de salida o, en caso de que sea muy necesario, pagar un taxi, aunque eso implique un gasto extra.

Un estudio de la organización civil El Poder del Consumidor explica que de 16 líneas de autobuses de tránsito rápido (BRT, por sus siglas en inglés) en el país, ninguna es accesible en su totalidad.

La mejor calificada a nivel nacional es la Línea 5 del Metrobús, sin embargo, apenas llega a 83% de inclusión.

En el análisis, se incluyeron los BRT del Estado de México, que fueron los peor evaluados, pero también de ciudades como Acapulco, Pachuca, Monterrey, Chihuahua, Puebla, Guadalajara y Ciudad Juárez.

Accesible a medias

En el estudio, realizado por El Poder del Consumidor, los criterios de evaluación se dividieron en cuatro ejes, uno de los principales es si existen instalaciones adecuadas como rampas, indicaciones en braille, guías para invidentes y puertas de cortesía. En este rubro, el Metrobús cumple con las especificaciones.

Incluso, el director del Metrobús, Guillermo Calderón, considera que este transporte es el más accesible de la capital.

Sin embargo, usuarios consultados por Máspormás indicaron que en horarios de alta demanda, las personas con discapacidad dejan pasar hasta cinco autobuses antes de poder subirse a uno.

“En las estaciones terminales no hay tanto problema, porque los policías o coordinadores permiten que ingresemos primero, pero cuando queremos abordar en estaciones intermedias, si el Metrobús viene lleno, la gente no se mueve y nos es imposible subir”, dice Yolanda Juárez, usuaria del Metrobús  en silla de ruedas.

Para Elizabeth Hernández, otra usuaria con discapacidad, aunque haya personas que les faciliten el acceso en las estaciones terminales, esto también representa un problema, porque la ayuda sólo se da de las 7:00 a las 9:00 horas.

“Es como si hubiera una hora para quienes tenemos discapacidad, algunos van al médico, otros trabajamos y si solicitamos el servicio antes de las 7 nos dicen que no. Y aunque los policías nos pasan primero, toda la gente se avienta para alcanzar lugar, eso no nos da seguridad”, dice.

De panzazo

El estudio tomó en cuenta también otros elementos como la presencia de cruces peatonales bien hechos y semáforos audibles en los alrededores, también la separación que dejan los autobuses de la plataforma de abordaje —que no debe superar los 10 centímetros—, además de analizar si los asientos y áreas reservadas son adecuados.

La presencia o ausencia de estos elementos afectaba, positiva o negativamente, un porcentaje de calificación asignado a las líneas de transporte.

En varios de los aspectos, el Metrobús de la ciudad no fue sobresaliente, sino regular.

La línea mejor evaluada del Metrobús es la 5, con 83.3% de accesibilidad. Mientras que la Línea 3 obtuvo 73.9%; la Línea 2, 73.7%, y la Línea 1 alcanzó 61%.

Dichas líneas también son las más saturadas en horas pico y en cuyas estaciones intermedias las personas con discapacidad no tienen preferencia de abordaje.

La única línea que reprobó en el estudio es la 4, con 54.8%, debido a que no existen semáforos audibles en los alrededores de sus estaciones y algunas están mal iluminadas, pues dependen del alumbrado público.

Falta de conciencia

Usuarios con discapacidad dicen que la accesibilidad limitada también es una cuestión social porque hay quienes no están acostumbrados a convivir con personas discapacitadas, ya que durante las horas pico algunos usuarios ignoran a las personas invidentes o con silla de ruedas.

“Es más fácil para quienes piden un asiento, porque eso está muy marcado, se ceden los lugares, pero para quienes andamos en silla de ruedas es diferente. La gente hace como que no ve y se quedan en los espacios pintados de azul. Entiendo que es porque tienen prisa, pero nosotros también tenemos compromisos. Yo creo que falta que la gente se sensibilice mucho más”, dice la usuaria Yolanda Juárez.

En cifras:

  • 500 mil personas en la Ciudad de México padecen algún tipo de discapacidad.
  • 6 líneas componen en Sistema de Metrobuses de la CDMX.
  • 54% de accesibilidad tienen la Línea 4 del Metrobús, la peor calificada en el estudio.