Nuevos habitantes de la CDMX

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La conservación y la reinserción de las especies en sus hábitats son objetivos de los zoológicos capitalinos, los cuales están contribuyendo a preservar al lobo mexicano y cóndor de California.

En lo que va del año, han llegado nuevos habitantes en la Ciudad de México. Algunos son tan altos que parecen inalcanzables, otros son peludos y pachoncitos y unos más que son tremendamente escurridizos.

Desde hace siete meses, 30 ejemplares de 14 especies han nacido en la CDMX y son los más recientes habitantes de zoológicos capitalinos.

Antílopes, bisontes, lémures, teporingos, lobos mexicanos, cóndores de California, pécaris de labios blancos, puerco espines, jirafas, impalas y hienas son algunos de los animalitos bebés que se han ganado el corazón de quienes los visitan en Chapultepec y Aragón.

De acuerdo con Rafael Tinajero Ayala, director de Conservación y Bienestar Animal de la Dirección General de Zoológicos de la Secretaría de Medio Ambiente local, entre los objetivos de la reproducción de especies está la conservación de aquellas en riesgo de extinción.

“Además de que somos parte de acuerdos y colaboraciones nacionales e internacionales que buscan reintegrar a las especies en sus hábitats naturales, lo que está teniendo un impacto directo en la conservación e investigación”, dice.

Ellos son los nuevos animalitos chilangos

Los nacimientos más recientes fueron dos impalas de nombres Naim e Izem. Esta especie proviene de la familia de los antílopes africanos y una de sus mayores características son los grandes saltos de hasta 10 metros de altura que pueden dar en su edad madura.

Foto: Lulú Urdapilleta
Foto: Lulú Urdapilleta

Aunque ya no se ven tan pequeñitos comprarándolos con el resto de su manada que son adultos, los nacidos en mayo y junio aún conservan un color miel, el cual se irá oscureciendo a medida que crecen, para quedar café en el caso de las hembras y grisáceo en los machos, quienes además desarrollan cuernos.

Hace unos días se dio a conocer la noticia del nacimiento de las primeras dos hienas moteadas en cautiverio en el Zoológico de Chapultepec, apenas cumplieron tres meses, pesan poco más de nueve kilos. Tienen ojos grandes, corren de un lado al otro bajo el resguardo de su madre y se encuentran en buen estado de salud.

Los nuevos chilanguitos son Makena una hembra cuyo nombre significa “la que es feliz” y un macho de nombre Kikuyo “nacido al amanecer”. Con ellas, en la CDMX viven ocho hienas, pero ellas son las únicas que nacieron aquí.

El 24 de junio una noticia enterneció la CDMX: nacieron seis cachorros de lobo mexicano. Ellos son hijos de Seje, una hembra de 7 años, y Rhi, un macho de 5. Esta familia forma parte del Programa Binacional México-Estados Unidos para la Recuperación del Lobo Mexicano que, de acuerdo con Rafael Tinajero, tiene el objetivo de reinsertar a esta especie en vida silvestre, pues desde los años 70 está en peligro de extinción.

 Actualmente hay alrededor de 20 ejemplares en vida silvestre en México y en los 70 se integraron a los programas de reproducción en cautiverio pasa asegurar la mezcla de las tres líneas genéticas, pues debido a la baja población, en la reproducción había lazos consanguíneos, lo que provocaba problemas en la salud de la especie. Desde entonces se han logrado 41 camadas.

Si quieres conocer a los lobitos, puedes visitar el Zoológico de Chapultepec o entrar a la página de la Secretaría de Medio Ambiente y votar por los seis nombres que más te gusten para ellos. El proceso cierra el 9 de agosto.

Las jirafas son otros de los animales que han logrado reproducirse en cautiverio en la CDMX. En marzo de este año nació un ejemplar de 1.8 metros de altura que en abril, tras una votación, se quedó con el nombre de la Jirafifita.

Foto: Lulú Urdapilleta

El 14 de mayo también nació en Chapultepec un cóndor de California, especie en gran peligro de extinción, que también forma parte de un programa de cooperación entre México, Estados Unidos y Canadá para la preservación de la especie.

No es la primera vez que nace un cóndor, en enero nació otro polluelo por lo que el zoológico es el primero en Latinoamérica en lograr la conservación y la reinserción pues dos crías ya fueron liberadas para la vida silvestre en la Sierra de San Pedro Mártir, donde son recibidas por una cóndor mentora que les enseña a vivir en su hábitat.

A estos ejemplares se suman un bisonte, teporingos, lémures y un dromedario en 2018.

Foto: Lulú Urdapilleta

El papel de los zoológicos

Para el director de Conservación y Bienestar Animal, Rafael Tinajero, los zoológicos son museos vivos que han pasado por un proceso de transformación: anteriormente eran recreativos, después pasaron a ser educativos y luego incluyeron la investigación y conservación.

“Pero la idea no es conservar por conservar y solo tener animales en un zoológico. El objetivo es a ayudar a conservar la especie en vida libre. Si no hubiera sido por los zoológicos en el mundo y la crianza en cautiverio, muchas especies se hubieran perdido y no es así, se han podido rescatar y reintroducir a su habitat. Los casos exitosos de México son el cóndor y el lobo y a nivel internacional están el tití dorado en Sudamérica y el orix de Arabia”, explica.

En el caso mexicano, las especies prioritarias son las que se pueden liberar en nuestro territorio, aunque los zoológicos están inscritos en programas internacionales para dar cuidados a especies exóticas, tal es el caso de los pandas gigantes, pues México es el único país que logró la reproducción en cautiverio de las dos ejemplares hembras que hoy son geriátricas y tienen 29 y 32 años.

“Como prioritarios tenemos al teporingo o conejo de los volcanes que su hábitat es el Valle de México y se está perdiendo por la urbanización. Esta el ajolote de Xochimilco que ya trabajamos con universidades para repoblar los canales de Xochimilco; tenemos el avance con el lobo mexicano y el cóndor de California, y hay proyectos para rescatar especies mexicanas como los jaguares y algunos primates”, dice.

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