Saltar hasta lograr tus sueños

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Desde hace un lustro, Karla Castellanos entrena cuatro horas diarias. Su esfuerzo se vio recompensado en mayo, cuando obtuvo en Japón el título mundial de parkour en la categoría estilo libre

Apenas rebasa el metro y medio, pero Karla Castellanos es capaz de saltar muros del doble de su altura, dar piruetas en el aire o subir caminos empinados en unos cuantos brincos.

La velocidad y fluidez de sus movimientos fueron clave para que esta joven de 21 años conquistara un título y se convirtiera en la única mexicana campeona del mundo de parkour, deporte que comenzó a practicar hace cinco años.

Cualquier persona que la observe se asombrará con la suavidad con la que se avienta una marometa, cae al piso, se levanta como resorte y escala una pared en cuestión de segundos.

Su gracia es tal que hace que cada movimiento parezca sencillo e invita a cualquiera a tratar de ejecutar esos saltos, pero no es tan fácil. Desde los 16 años, Karla entrena entre tres y cuatro horas al día, lleva una dieta balanceada y graba sus rutinas, las sube a internet y las estudia para saber en qué está fallando y cómo corregirlo.

Esa disciplina y su afán por ser mejor cada día hicieron que Karla Castellanos compitiera en la categoría de estilo libre del campeonato mundial de la especialidad, que se realizó en Hiroshima, Japón, aunque ella asegura que su participación fue una sorpresa.

“Un día subí un video a mi Instagram, como siempre lo hago, y Aleksandra Shevchenko (una atleta rusa) lo vio y me empezó a seguir. Días después me escribió un mensaje que decía que le gustaba mucho lo que hacía y que si estaba interesada en ir a una competencia en Japón, en mayo pasado”.

Su participación en el campeonato mundial de parkour no estuvo libre de obstáculos. Para ser seleccionada por los jueces, Karla tuvo que enviar un video en el que mostró sus habilidades y después esperar tres semanas la respuesta.

Ya en la competencia, Karla se enfrentó a Shevchenko, pero la mexicana llevaba un as bajo la manga: eligió una rutina que domina a la perfección y que practica con frecuencia en las calles del Centro Histórico, en Ciudad Universitaria o en los parques del centro y sur de la CDMX.

“Fue muy raro, estaba platicando con una compañera cuando alguien llegó a decirme que había ganado. Al principio no le entendí, y cuando vi que en el tablero mi nombre estaba en primer lugar fue una sorpresa increíble”, recuerda la deportista.

Al preguntar a los jueces cuál fue la diferencia entre ella y la atleta rusa, ellos le explicaron que, a pesar de que su competidora tuvo un mayor grado de dificultad en su rutina, Karla logró fluidez, conectó sus movimientos y le dio ritmo. Fue en ese momento que la mexicana se percató que, al fin, había definido su estilo.

El parkour como forma de ayuda

En mayo pasado, un video grabado en París se hizo viral y convirtió a Mamoudou Gassama, de 22 años, en el Hombre Araña. Las imágenes le mostraron al mundo cómo un joven inmigrante nacido en Malí escaló por la fachada de un edificio para salvar a un niño de tres años que colgaba de un balcón en el cuarto piso de un edificio.

En el video se observa cómo el joven practicante de parkour subió por los balcones en menos de 15 segundos sin ningún tipo de arnés de seguridad. Al llegar al cuarto nivel, Gassama se afianzó, tomó al niño de la mano y lo rescató mientras decenas de espectadores aplaudían la hazaña.

En ese momento, el mundo entendió la filosofía del parkour: “Ser fuerte para ser útil”, y Karla lo sabe de memoria. Para ella, la fortaleza mental y física son herramientas para ayudar a otras personas.

“Hasta ahora no he estado en una situación de crisis como esa, pero quienes practicamos esta disciplina estamos conscientes de que en cualquier momento podemos ser útiles para ayudar a otros. Obviamente también hacemos comerciales y filmaciones, pero si está en nuestras manos hacer algo, tenemos la preparación para ser los primeros en reaccionar”, dice.

Vivir el deporte

La meta de Karla Castellanos es continuar practicando parkour. La joven de tez blanca salpicada de pecas dejó la carrera de Medicina convencida de que el deporte la define, y espera que haya mayor difusión de competencias de parkour para que más personas practiquen esta disciplina.

“Muchas personas solo nos ven como chapulines, como vagos que nada más estamos saltando de un lado al otro en el parque, como si no tuviéramos nada más qué hacer, pero esto también es un deporte, somos atletas que nos estamos preparando. Necesitamos que cambie esa forma de pensar”, dice.

En la CDMX no existen zonas adecuadas, y Karla y sus amigos han sido retirados de espacios públicos por considerar que pueden dañar las estructuras. “Necesitamos que también haya espacios como los skateparks, pero para nosotros, en los que podamos entrenar libremente”, explica.

La deportista considera que este tipo de deporte puede ser una estrategia para combatir el sedentarismo y mejorar la salud. “A mí me ayudó mucho a resolver problemas personales, a concentrarme mejor, me volvió fuerte en el estado físico y mental, vencí miedos e hice amigos. Lo adopté como un estilo de vida y ya no me veo dedicándome a otra cosa”.